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Mama Chungu, Tanzania 2009

jueves, 13 de febrero de 2014

Despedida de Etiopía





















Última noche en la depresión del Danakil. Nos tomamos unas cervezas, todos hablaban en francés y cuando yo llegué todos empiezan a hablar en inglés para que y pueda participar. La mejor noche que tuve en este paseo en términos de dormida y para estar listo para los lagos de azufre. 
Salimos muy temprano, Thibault y yo en el techo de la camioneta y llegamos a este sitio que no parece el planeta tierra. No hay nada vivo en el piso, ni un solo verde y todo de un color rojo y café, caminamos detrás de los soldados y empezamos a ver unos lagos de unos colores fosforescentes bien particulares. 
Había un fuerte olor a huevo podrido que duró todo el recorrido, después de un tiempo uno ya lo ignora. Había varias golondrinas volando y cantando en el cielo. Los lagos son una cosa de otro mundo, colores amarillos, rojos, zonas donde está hirviendo líquido todo el tiempo, suena como una cafetera cuando tiene el café listo. Sale algo de humo, los líquidos se mueven y todo es 100% natural. Impresionante, ya muchos de estos lagos se secaron en los últimos tres años por que están sacando mucha agua de la zona para las industrias. Muchos de estos lagos tienen mucho potasio y están montando empresas bien grandes de fertilizantes. Seguimos caminando y viendo varios tipos de estos lagos, muchos están rodeados de pájaros muertos que se debieron perder y tomaron de estos líquidos y ahí quedan...si tuviera que filmar una película que requiriera paisajes de otro planeta, esta sitio sería mi selección.
Nuestra última parada del paseo era la industria (si se puede llamar así) de sal del desierto, con la que cargan las caravanas de camellos y burros. Llegamos al desierto  de sal y hay unos 300 hombres trabajando y trabajando duro. Esto parece una mina del año 1500, todo manual, 5 hombres haciendo mucha palanca con unos troncos delgados sacan pedazos de piso de sal, ahí pasa otro hombre con una hacha rompiendo el pedazo, una vez tienen el pedazo separado del piso le empiezan a tallar y a dar forma para que quede listo y sin ningún molde o medida todos quedan exactos. Todo esto acompañado de un sin número de camellos, burros, y todos sus desechos orgánicos que se mezclan sin problema con la sal que van sacando, y más adelante consumiendo obviamente sin ningún tratamiento posterior.
Las caravanas también las componen muchos burros muy pequeños que siempre tienen las orejas abajo y cara de tristeza... A muchos animales domesticados de esta zona también les toca bien duro, tienen unas peladuras infectadas, garrapatas en los párpados...no sé que tanto cuidando les den. En este momento están construyendo una carretera muy buena por esta zona que cuando esté lista los camellos, burros y sus guías tienen que empezar a buscar un nuevo trabajo o zona para trabajar.
Se nos acabó el paseo, ya era hora de devolvernos a Mekele, viaje de 6 horas con un par de paradas visitando muchos puntos de gente Afar. Casi todos se afilan los dientes desde pequeños en forma de colmillo y es bien impactante verlos. Finalmente llegamos a Mekele, algo cansado de tanta sesión de carro y  en ese punto ya el cuerpo necesitaba una ducha.
Sólo quería una buena ducha de agua caliente, mi hotel estaba lleno y mi ducha casualmente no tenía agua caliente. Soy pésimo bañándome con agua fría en clima frío, normalmente prefiero no bañarme a bañarme con agua fría. Estoy en un clima como el de Bogotá. Pero este era un caso donde sí o sí me tenía que bañar. Estaba oliendo a mico, un Eslovaco me decía que no era tan grave y pues tocó. Prenda la ducha, métase a esa agua helada, respire profundo y bañarse lo más rápido posible lo grave grave es el comienzo después no es tan grave. Me fui a vestir y al lado de la cama me encontré un par de condones usados... No muy bonita sorpresa, y no es la primera vez que me pasa en África. Los belgas se me burlaban y me decían que por lo menos los africanos los están usando, y protegiéndose. 
Esa noche nos íbamos comer con mi combo del tour, nos comimos unas pizzas y un par de cervezas. Caminando para el hotel había una buena fiesta en una discoteca y nos metimos. A mover hombro se dijo. De algo sirvió mi entrenamiento en la casa de Indakidano, nos quedamos un buen tiempo ahí, las meseras, hombres y mujeres nos bailaban. Pura música africana, había momentos donde uno se ponía en el centro agachado y todos los demás daban vueltas en un círculo sobre uno y con los brazos encima de uno, sonrientes y con muy buena energía. En esas ponen un buen reagetton, uno de los que me sé, y nuestros compañeros de bailada se reinan que yo pudiera cantar esas canciones. Por lo visto acá también ha tenido buena acogida ese buen género musical. Pasamos muy bueno y a caminar de vuelta al hotel. En este país me siento muy muy seguro.
Etiopía tiene mucha historia religiosa y a un par de horas de Mekele quedaban unas iglesias construidas hace 1500 años, llamadas las iglesias de Tigray. 12 personas del paseo al volcán nos emocionamos y decidimos ir día siguiente. Ya todos se conocían con todos y es increíble como en tan pocos días de uno viajando con personas que nunca en la vida había visto se puede sentir tan cercano a ellos.
Después de un par de horas llegamos, hay unos árboles bien grandes que dan buena sombra y estamos con unas montañas altas y rojas al fondo. El paisaje es bien imponente y lo comparan mucho con el cañón de Colorado, no lo conozco pero por las fotos que he visto si tiene su similitud. Se nos venía nuestra primera hazaña, subir a la primera iglesia, en un punto bien arriba de estas montañas. No es cualquier caminata, requiere su buen esfuerzo y no tenerle miedo a las alturas. Mi mamá definitivamente no lo habría disfrutado. Iban bajando unos canadienses y nos dicen si están dudando en subir, no lo hagan. En ese momento uno de nuestro grupo decidió quedarse.
Es literalmente escalar una pared alta, y escalada que si llegaba a haber un error, sería uno grave y muy grave. Ni hablar de arneses, cuerdas o cascos. La ayuda eran unos negritos que le decían a uno donde poner los pies y las manos. La calidad de la piedra si era buena para escalar, eso ayudaba pero sigue siendo bien asustador. Después de mucho esfuerzo y apoyo grupal llegamos a la cima todo el mundo se felicitaba con todos, la vista si es espectacular, era la hora de entrar a la iglesia. Para entrar teníamos que pagar 8USD por persona y que el padre abriera el candado. El padre en teoría tenía 25 años, yo no lo pongo más de 20 y tenía una medio sábana puesta cubriéndole sus jeans y su ropa moderna, nada comparado a un padre de Lalibela.
Entramos, muy interesante, bien conservada y llegó el momento de abrir la Biblia de hace 1500 años, la tratan como si fuera un periódico de hoy, la muestran y la vuelven a guardar. Se acabó la charla y el guía dice, ahora es el momento de la donación al padre por haber abierto la iglesia y todos tienen que dar algo, el padre sonreía con mucha malicia. Le dimos una donación en conjunto y saliendo en padre nos miraba y nos hacia la seña de plata con las manos y nos pedía más. Qué clase se padre era este personaje, concluimos que era un amigo del guía disfrazado. Para la bajada, mismas condiciones que a la subida, da un poco más de miedo porque uno tiene los precipicios ahí al lado y uno los está mirando. Todo el mundo logró bajar y acá les estoy escribiendo.
Se nos venían otras iglesias pero ya eran suficientes para mi y no iba a seguir pagando 8USD por entrar a cada iglesia. Me parece ridículo que cobren esas tarifas tan exageradas. En este paseo a Etiopía he pagado más de 100 usd por entradas a iglesias...a la devuelta llamamos a Thibault y Louis para comer y un par de cervezas. La cerveza hace parte de mi nutrición diaria en este viaje, ojalá no tenga muchas consecuencias en mi barriga. Acá nos despedimos de todos los del grupo, cada uno tenía diferentes destinos.
Me quedé un par de días más en Mekele esperando que hubiera cupo en mi bus de 15 horas a Addis y relajación total. Pasé los dos días a visitar a Indakidano, que sin lugar a duda es la persona más sonriente del pueblo. La primera vez pasé y me dijo, por medio de su hijo que era nuestro traductor, que pasara por la noche. Más tarde llegué y esta vez no me sirvieron t'alla sino una buena cerveza St George. Se había dado cuenta que no me gustó mucho la t'alla y me tenía cervezas. Nada más tierno que eso. Me senté en la cocina de ella, su hija nos trajo una inyera, la comida típica donde uno come del mismo plato. Esta vez me gustó mucho más que en Addis. Llegó su hermana, nos saludamos con el saludo típico y a sentarnos a mirarnos. 
No hay lenguaje en común y pues es mirarnos, oirlas hablar, sonreír y disfrutar. Estaba en la casa de Indakidano, sentado en un costal, en un piso de tierra, tomándome unas cervezas con ellas, no le podía pedir nada más a mi noche. A la hora de irme le dije que me dejara pagar por las cervezas, se puso brava de que preguntara eso, no me dejó y me mandó con su hijo de 10 años que me llevara hasta la puerta de mi hotel. 
Al día siguiente lavé toda mi ropa, rico ponerse ropa limpia y fui a imprimir la foto que nos habíamos tomado con Indakidano para regalársela. Le compré una botella de vino y por la noche volví a su casa. Apenas me ve sonríe y manda a su hijo corriendo a máxima velocidad 8 para que me traiga una cerveza, me ofrece carne de cabra y me dice que me siente. Le gustó mucho la foto, se la mostró a todo el mundo en su casa, me tomé mi cerveza y me fui. Nos abrazamos y al despedirme me pide el favor que la llame cuando llegue sano y salvo a Addis(por medio de nuestro traductor oficial)... 
Todos en esta familia están siempre sonrientes y creería que son muy felices con sus vidas. 
Una persona como Indakinado, siempre y cuando tengan sus necesidades básicas satisfechas, (desde mi perspectiva de felicidad) es mucho más feliz que una que trabaja 14 horas diarias detrás de un computador, ve a sus hijos los fines de semana, tiene el último carro y un Rolex en su muñeca. (Las prioridades en la vida de muchos como que están cambiando...
Próximo destino Uganda, para llegar allá estuve un bus de 15 horas hasta Addis acompañando por Sirak, hubo varias paradas técnicas para ir al baño, cuando no era en el campo sino en baños de verdad había un pasajero que no le gustaba esperar y hacia pipí en las paredes. Dormida donde el primer Couch Surfer y un vuelo de 3 horas hasta Entebbe. Hasta acá llegó mi visita a este increíble país, cada día quedo más fascinado de este continente.
Los quiero,
CHB

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