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Mama Chungu, Tanzania 2009

miércoles, 26 de febrero de 2014

Parchando con los Gorilas, Uganda




















El camino a nuestro nuevo hospedaje fue bien emocionante, yo iba en el puesto de adelante por una carretera destapada y con muy buena vista. Es una zona bananera y se ven muchas bicicletas cargadas de cientos de bananos y muchos niños al borde de la carretera. Abrí el sunroof me paré en el asiento e iba todo el tiempo con medio cuerpo por fuera del carro saludando. Eso me acuerda mucho a mi papá, cuando era chiquito me gustaba mucho salirme por el sun roof y cuando decía "Agüita pa mi gente" mi papá echaba agua del limpia brisas...

Los chiquitos me veían, gritaban muzunguuuuu todos saludaban con la misma velocidad, movimiento de mano y corrían al lado del carro, relajación total. Pasamos por la  mitad de Queen Elizabeth Park y la velocidad se redujo sustancialmente. Había animales a los dos lados de la carretera, vimos jabalíes, elefantes y muchos impalas. 

Después de 8 horas de camino llegamos al lago Bunyonyi, un lago bien lindo y tranquilo en el sur de Uganda, lo llaman el lago Ginebra de África. Nuestro hotel quedaba en una isla y para llegar nos estaba esperando una lancha. Los paseos que involucren agua me gustan mucho, después de 20 minutos llegamos a nuestra isla y nos asignan nuestras habitaciones. La mía era un bungaloo privado con vista al lago. Desde mi cama podía ver el lago, la ducha también tenía su buena vista y pájaros de todo tipo volando y cantando desde las 6:00AM. Debe ser temporada de apareamientos porque durante mis largas sesiones de ducha me tocó ver un par de cortejos y baile de varios pájaros macho para conquistar a la hembra. Con mi ex jefe siempre discutíamos sobre el éxito del baile en el cortejo humano, yo creo que es muy efectivo, mi ex jefe cree que todo lo contrario...

Había otros viajeros por ahí, uno los ve y empieza hablar de inmediato con cada uno de ellos, cada uno con sus razones por que estar en estas. Unos por un par de semanas, meses o incluso años. Apagaron la planta eléctrica y pasa un mesero y a cada huésped le dan una lámpara con una vela adentro y esa es toda la iluminación que uno tiene para hacer todo. Comer, ir al cuarto, moverse y da una sensación bien interesante, hacer todo con una vela que me gusta mucho...

Sonó el despertador con un tono más amigable del que venía usando a las 4:45 AM. Finalmente era el día de ir al Bwindi Impenetrable National Forest en busca de los gorilas de espalda plateada. Prendí un fósforo marca "Gorilla" para prender mi lámpara. Buena vista al lago Bunyoyi, se veía bien lindo con la luna 1/4 de llena. Uganda está en pleno Ecuador y amanece a las 7 AM y anochece a las 7 PM. Estaba haciendo bastante frío, esa noche me tuve que poner una cobija extra, y ni pensar en ducha fría a esa hora. Toda la electricidad de la isla viene de plantas solares y si no hay sol no hay electricidad y por ende agua caliente. Me puse mi pinta, buenos zapatos para caminar, lavada de dientes y para el puerto con mi lámpara con la vela prendida adentro. 

James y Angeline ya estaban listos en su cuarto y bajamos hasta el puerto para montarnos en la lancha para llegar a tierra firme. Eran las 5:15 AM todavía se veían buenas estrellas de lo oscuro que estaba y la luna mandando mucha luz que fue la única luz que usó el lanchero para llevarnos. 15 minutos en la lancha, había buena neblina y nadie hablaba sólo se oía el motor andando y un par de pájaros que ya se estaban despertando. Qué mejor forma de empezar este día. 

En tierra firme nos estaba esperando Silva y nuestra camioneta, todos para arriba y a tratar de seguir durmiendo que es una tarea compleja. Eran dos horas de camino       en carreteras en mal estado y con unos policías acostados frecuentes que despiertan a cualquiera. Teníamos que llegar a Ruhija, nuestro punto dentro del parque para buscar los gorilas, Angeline durmió todo el camino hasta que vimos un letrero informado que el parque quedaba a la derecha a 26KM y nos desviamos. En ese punto no se ve nada de selva, pura zona de humanos y sus cultivos. Esta es una zona bien montañosa y las montañas están divididas en terrazas y cada una con su respectivo cultivo, muy parecido a algunas partes de Nepal.

En la carretera uno está con vista hacia un semi valle y ya estaba empezando a salir el sol, la parte inferior estaba totalmente nublada con varias puntas de montañas que salían como si fueran islas. Hasta que se empiezan a ver árboles grandes, selva densa y tupida. Es increíble como se ve una línea exacta entre lo que es parque y lo que no, pasa de selva húmeda intensa a cultivos en menos de 30 cm. El crecimiento de la población y zonas de cultivos es una de las causas que los gorilas estén tan amenazados. Pasamos un punto de control donde ya le daban la bienvenida al parque y seguimos andando. En ese punto ya es pura selva el aire es bien frío y supongo y espero que muy limpio. Pájaros por todas partes y los primeros rayos de sol que pasan entre los árboles, otro rato de camino y finalmente llegamos.

Entregamos los permisos, llegaron tres canadienses, un belga y un portugués. Estábamos los 8, este es el límite máximo de personas que permiten por familia de gorilas, nos sientan en un kiosco para la charla preliminar dada por nuestra guía Florence, mismo nombre que la guía de Kibale.

República Democrática del Congo, Rwanda y Uganda son los únicos países del mundo con gorilas de espalda plateada. (Un ejemplo de oligopolio y por ende los altos precios de cada permiso)

Quedan 880 gorilas en su hábitat natural, de los cuales 460 viven en Bwindi Impenetrable National Forest. 

Son vegetarianos y de vez en cuando comen termitas.

Cada familia está compuesta por 10 individuos en promedio, todas con un espalda plateada dominante.

Todos los machos se vuelven espalda plateada cuando tienen 14 años y su mandato puede durar hasta 10 años. No todos llegan a ser dominantes.

Las hembras tienen su primera cría a los 10 años y la gestación dura 8,5 meses.

Para poder recibir turistas cada familia de gorilas pasa por una sesión mínima de dos años de "habituation" que consiste en que los investigadores pasen jornadas con ellos, imitándoles, haciendo como si comieran matas y otras actividades para que no les tengan miedo a los humanos, no los asocien con peligro y sigan actuando normalmente. 

Reglas básicas:

Si uno tiene gripa no puede ir ya que puede infectar a los gorilas.

No acercarse más de 8 metros

No usar flash

No imitarlos

Si el espalda plateada llega a cargar hacia uno, quedarse quieto, no mirarlo a los ojos y coger una hoja y hacer como si uno se la estuviera comiendo

No comer ni tomar nada al frente de ellos

A caminar se dijo, una hora antes de que uno empiece a caminar mandan a 6 guarda parques en busca de las familias, nuestra familia asignada era la "Kyaguriro" compuesta por 19 individuos. Nos montamos en las camionetas para llegar al punto más cercano y empezó la caminata. Esta zona del parque es famosa por lo montañosa que es y por sus árboles altos. Al comienzo todo de bajada y con la selva húmeda alrededor de uno y una cantidad impresionante de pájaros. Muy parecida a la Sierra Nevada de Santa Marta.

El radioteléfono suena y nos dan el informe de nuestra avanzada, están muy cerca, ya vieron mierda fresca y los están oliendo. Las probabilidades de ver las familias es muy muy alta por lo fácil que son de rastrear de un día al otro. En ese momento nos salimos del camino principal y Florence saca su machete curvo (como el del signo del comunismo) y a abrir el camino que estaba tapado de matas. La caminata es pesada involucrando bastante sudor, además recomiendan llevar impermeable, yo lo tenía puesto y eso aumentaba considerablemente mi temperatura interna y por ende mi sudoración. 

Florence para, señala y teníamos los nidos en donde habían dormido los gorilas hace dos noches. Cada gorila hace su nido todas las noches para dormir, y son muy grandes y bien hechos, llenos de palos, cubiertos de hojas. Se ven hasta cómodos para estándares selváticos. Es muy emocionante ver eso, o por lo menos para mi, dan escalofríos y todo de la felicidad. Seguía la caminata. 

Caminamos un rato más y nos encontramos con nuestra avanzada muy sonrientes, ya estábamos al lado de la familia. En menos de 100 metros teníamos a los gorilas, en ese punto dejamos todas nuestras maletas, chaquetas, palos de caminar y nos llenamos de repelente, no hay mucho mosquito pero hay un tipo de jejen bien intenso. En ese punto ya se oían unos gritos y ramas rompiéndose que subía mucho las expectativas. Todos listos para el encuentro y a caminar, en menos de 50 metros señalan y ahí estaba un espalda plateada en el piso. 

Es algo muy emocionante poder ver a estos animales en su habitad, todo como una película. Estaba este espalda plateada, que no es el dominante de la familia, comiendo al lado de un árbol caído, arriba en los árboles de veían bolas de pelo negro que eran los bebés colgando, muchos de esos jugando y mirándonos. Ya el sol estaba afuera y se veían los rayos de sol pasando entre la selva. El gorila estaba sentado en un espacio algo abierto de vegetación que ayuda mucho para poderlos ver de cerca sin tantas ramas tapándolo a uno. Había bastante mierda de gorila que involucraba una cantidad importante de moscas volando en la zona.

En ese momento Florence nos dice "todos quietos que viene una hembra", la hembra iba para el mismo árbol caído y me pasa a menos de 30 cm, caminando en sus cuatro patas y apoyándose en sus nudillos. Al comienzo uno se pone muy nervioso y se imagina a este animal atacándolo y encima de uno, pero todos lo guías se ríen entonces da bastante tranquilidad. Se sienta al lado del macho a comer, en esas se oyen unos ruidos, el macho sé para y se va, la línea plateada de la espalda es muy marcada y emocionante de ver. Todo ese ruido significaba que el macho dominante estaba cerca y muy cerca. En menos de 30 segundos aparece caminando,  este animal de 200 Kg, muy imponente, el espalda plateada dominante de la familia, a unos 5 metros de nosotros, para, nos mira y sigue hacia el árbol caído. Tiene una barriga bien grande, y su par de manos del tamaño de unos guantes de boxeo, llega al árbol y se pone a comer.

En esas empieza a llegar todo su séquito. Un par de hembras, una de ellas con su bebé montado encima de ella, el sonido de las ramas de los árboles encima de nosotros empieza a incrementar y están los bebés moviéndose hacia la nueva posición de su macho dominante. Es algo muy muy emocionante, este era uno de los motivos por haber empezado mi viaje en África. Esto lo tenía que vivir y en ese punto me puse a pensar lo que estaba viviendo y simplemente no lo podía creer. Tenía una familia entera de gorilas, en las selvas de Uganda parchando conmigo, escalofríos y hasta ojo aguado de la felicidad. 

Se rompen muchas ramas cuando estos animales están montados en los árboles y son mucho menos ágiles que los chimpancés. En esas cuatro bebés empiezan a bajar de sus árboles para estar cerca del espalda plateada. Se nota un respeto total por parte de toda la familia y de nosotros hacia él. En ese momento ya empieza toda la interacción entre los miembros de la familia y a disfrutar, en total uno se puede quedar una hora con ellos que parecen 5 minutos. Los chiquitos juegan, se halan el pelo, se muestran los dientes, dan botes muy tierno y muy parecido a nosotros. Como cualquier  juego de dos niños chiquitos. Hay momentos donde imitan a su papá y se pegan con los dos brazos el pecho repetidas veces, tal cual como Tarzan. Había uno que se subía en el tronco caído y lo tocaba como un tambor y así sonaba, igual que los chimpancés. Todos se tiraban varios pedos y los humanos se reían, igual que nosotros pero a uno le meten ese tabú... y así se me fue esa hora. Una de las horas más emocionantes de mi vida. Es algo que es muy difícil de describir, tener a estos animales, tan parecidos a uno a menos de 1 metro en su casa... Absolutamente increíble. 

Florence nos dice, "les quedan 5 minutos". Todo el mundo, incluyéndome, pedíamos más tiempo pero nos dieron un par de minutos más y ya nos teníamos que ir. Yo me quedé mirando a un bebé con su mamá, ella lo acicalaba, el la miraba, es algo muy especial, hasta que vino otra vez uno de los guías y me dice "nos tenemos que ir ya"...yo era el único que quedaba ahí. Me despedí de estos animales y a recoger todas nuestras cosas. Ahí me conecté un rato con uno de esos árboles, me han dicho que libera mucho de la energía que tiene que salir de uno, y me fui.

Recogimos nuestros palos de caminar, me volví a poner mi chaqueta impermeable que a la devuelta también me hizo sudar bastante y a devolvernos por nuestro mismo camino. El camino de ida fue pura bajada, bien empinada, y ahora se nos veía lo mismo pero de subida y con todo el ánimo para hacerlo. Ya todos estábamos caminando cuando uno de los guías nos señala y estaba el espalda plateada no dominante a 5 metros de nosotros, todo escondido del resto de su familia. 

En la caminada de vuelta uno se pone a pensar lo que acaba de vivir de ver y es algo único, seguíamos caminando, selva virgen, aire puro y pájaros por todas partes. El belga me pregunta si estaba preocupado por lo que Falcao se lesionó. En este punto de mi vida no me estoy preocupando por nada (sólo por saber mi plan de la siguiente semana) mucho menos por la lesión de un jugador de fútbol. 

Llegamos a la oficina del parque, nos dieron nuestros diplomas que efectivamente habíamos logrado la caminata y devuelta a nuestro lago. Llegué a escribir todo esto y a estrenar nuevo cuarto, ahora estoy en una "Deluxe Geodome" que es el paraíso, tengo una cama doble, una ducha mirando al lago, un balcón bien amplio y todo el ánimo y energía de la vida. Me quedan un par de días acá, esperando a que me manden mi visa de Rwanda que es mi próximo destino.

Los quiero,

CHB 

1 comentario:

  1. Christian excelente este blog! siempre lo leo con mucha expectativa y hasta ahora no ha fallado... algo que me gustaria comentar es que, ¿que tal poner las fotos al final?, de esta manera uno despues de leer la historia entiende cada uno de las fotografias... esperando el proximo! suerte

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