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Mama Chungu, Tanzania 2009

jueves, 1 de noviembre de 2012

República Dominicana 2012




















Bueno me encanta poderles escribir con tanta frecuencia, esperemos que esto siga así. El viaje a República comenzó muy bien, estaba en la oficina y ahora hay un proyecto allá con dos consultoras, Natalia y Valentina. Llegaron a la oficina contando de las ballenas y que había temporada de ballenas en Samaná por esas fechas y que les había tocado buenos saltos. A mí las ballenas me encantan y he ido un par de veces al Chocó a verlas y nunca me han tocado saltos, me emocioné con el cuento de ellas, le pedí permiso a mi jefe y compré tiquetes, le conté a Lora, le gustó la idea y se pegó también. Mi cámara estaba en proceso de reparación y Ángela Velásquez, una amiga de la oficina, me prestó la de ella para mi paseo. EL día antes de irnos Lina se emocionó, compró tiquetes y estábamos listos para nuestro paseo al Caribe.
Llegamos al aeropuerto como 1:15 antes del vuelo pasamos por el tapete rojo VIP de Avianca sin hacer nada de fila por ser Elite, pasamos las maletas y de una para el avión. Nos comimos unos sanduches de la sala de Avianca y nos fuimos. El vuelo salió a tiempo y a las 2 horas y 30 minutos estábamos aterrizando en Santo Domingo, uno llega y hay letreros de cerveza presidente por todas partes. Mi paseo de promoción fue en Punta Cana y uno tomaba bastante esa cerveza y era lo único que uno tenía en el mini bar, varias de esas cervezas. Ya habíamos llegado al Caribe y se siente apenas uno sale del avión. La gente bien alegre, queridos, pagamos la tarjeta de turismo e hicimos la fila de migración, adelante nuestro teníamos una colombiana bien operada y apretada, seguimos detrás de ella y los dos tipos de migración no paraban de mirarla. Sólo decían “que agua toman en Colombia que todas las mujeres son lindas, ese país tiene que ser el paraíso” y yo acompañado de dos lindas colombianas, Lina se reía de los piropos del tipo, nos estampó el pasaporte sin ninguna pregunta y para afuera.
Apenas salimos llegó Natalia y Valentina en su carro y de ahí para el apartamento de mi oficina. La vía al aeropuerto tiene todo el mar al lado y todavía había buena luz, ya medio se podía oler el mar que ese olor es bien rico y yo siempre lo asocio con vacaciones. Llegamos al apartamento y una delicia de sitios bien grande con tres cuartos con buenas camas dobles y en la sala un sofá cama para mí. Nos comimos unos tacos y nos fuimos para la ciudad vieja a un restarante que se llama Pate Palo, todos los meseros se visten como piratas, uno tiene al frente una plaza bien linda y la casa de Colón al fondo. El clima que hace por estos días es bien rico y pues todos sin saco. Nada más rico que uno poder salir a un sitio sin saco, en Bogotá yo nunca salgo sin saco. Bueno nos pedimos varios platos para compartir, dos botellas de vino rosado y a comer. La comida deliciosa, brindamos por estar allá. En esas Natalia saluda a una señora que estaba al lado de nosotros, que era la esposa del dueño del banco del proyecto de mi oficina. La señora queridísima, que cualquier cosa que necesitáramos muy a la orden. Natalia ya parece local de acá, en cada esquina saluda a todo el mundo. Acá el cumpleaños es bien bien importante y en las mesas de al lado había cumpleañeros y todos los meseros del restaurante les cantaban y les daban un postre con chispitas mariposa, y pues nosotros también teníamos que tener un canto de cumpleaños. Me paré y le dije al host que Lina Quijano estaba cumpliendo. Como a la media hora llegaron unos 8 hombres y 2 mujeres muy callados detrás de Lina y de la nada empiezan a cantar bien duro, Lina pegó un salto del susto, todos cantamos, nos comimos el postre y nos fuimos a caminar por ahí.
Llegamos a una calle peatonal, bien colonial y nos pedimos unas Presidente. No las tomamos y a dormir, los integrantes que acababan de llegar ya estaban mamados. Natalia y Valentina nos tenían fiesta preparada con Dominicanos pero no podíamos del cancansio y al día siguiente teníamos que madrugar para ir a ver las ballenas. Llegamos a la casa y a dormir.
El despertador suena a las 6:30 y la meta de salida de la casa eran las 7 AM, todos listos, desayunamos y a las 7:10 ya estábamos montados en el carro rumbo a Samaná. Donde están las ballenas por esta época. El road trip muy bueno, con palmeras por todas partes, carreteras relativamente buenas y con peajes cada 10 minutos. Acá uno ya se siente en el caribe totalmente, las calles con varias motos, nadie usa casco, y usan la moto como cualquier camioneta, cargan pinpinas de gas, mercados, animales, 4 personas bueno absolutamente todo. Después de 2 horas llegamos a Samaná, un pueblo en el norte de República Dominicana con casas de todos los colores. Acá no hay vuelos internos, todo es muy muy cerca. Natalia nos llevó a donde habían hecho su tour antes nos montamos en la lancha después de un proceso de negociación y estábamos listos. Lo que si hacían era empacar varias bolsas para la gente que se mareaba.
Arrancamos el día no estaba muy asoleado y el mar bien oleado, arrancamos y a buscar las ballenas. Ese momento es bien emocionante, todo el mundo mira hacia los lados buscando el respiro de una ballena, que así es que uno las identifica. Sale un chorro de agua gigante y el vapor queda un rato, y el sonido es algo impresionante. La primera vez que me tocó esto fue en El Valle en el Chocó y no podía de la felicidad, es impresionante sentir que debajo de uno están estos animales y de ese tamaño y el sonido alegra bastante. Bueno arrancamos todo el mundo mirando, la señora que estaba sentada al lado mío tenía un gorro de baño puesto, vi a varias personas con eso puesto y lo usan diariamente y no solamente para bañarse sino para salir.
Estuvimos un rato sin ver nada, llegó un momento que empezó a llover bien bien duro, no se veía absolutamente nada, el mar se veía bien chévere con una capa de vapor producido por la lluvia, pasó un tiempo ya teníamos sol por todas partes hasta que un local grita, ballenas, desde ese momento empezamos a seguirlas. Vimos un par de respiros y unas 8 ballenas, nos toco un vallenato con su mamá, pero solo le vimos las aletas superiores. Cuando uno ve una cola salir significa que la ballena se sumergió mucho y pues esperar a que salga, uno puede esperar fácil unos 10 a 15 minutos a volver a ver algo. Lo bueno para los turistas, no sé si para las ballenas, es que todas las lanchas están comunicadas por radio, entonces cuando una lancha ve una ballena le avisa a las otras y llegan, y así le aseguran a uno que va a verlas si o si. En los safaris en África pasa algo parecido, cuando uno está quieto en su carro, los demás carros llegan y puede pasar que hay 7 camionetas detrás de 3 leones comiendo o algo chévere, que obviamente los debe perturbar, pero gracias a estos turistas es que estas reservas pueden subsistir relativamente bien en este tipo de países.
Bueno el paseo empezó muy bien y como cualquier paseo que involucre lancha la gente se empezó a marear, a pedir bolsas y a vomitar, yo afortunadamente en esta ocasión estaba perfecto, Lora se mareó un poco y ya cuando mucha gente se marea la energía de la lancha baja y empiezan a gritarle al capitán, “Suficiente, vámonos ya, vamos” y Lina y yo seguíamos buscando ballenas, finalmente no lo logramos y nos empezamos a devolver. La lancha nos dejó en Playa Bonita, para almorzar y teníamos hasta las 3 PM. Nos bajamos y las playas espectaculares, con el mar de todo tipo de colores, pelícanos volando y pescando por todas partes. Alquilamos unas silas, nos metimos al mar y me fui a cuadrar nuestro almuerzo. Como a los 45 min llegó el mesero que nuestra comida estaba lista, una langosta, 8 langostinos, arroz, ensalada y una presidente. Acá le dicen al almuerzo, comida. Almorzamos delicioso y después las niñas querían hacerse un masaje al lado del mar y nos acostamos en las camillas y empezó el masaje. Las negritas masajistas bien chistosas, contaban cuentos, se reían y después de media hora nalgada y se acabó el masaje. Bien rico un masaje con el sonido del mar al fondo. Nos montamos en la lancha y devuelta para Samaná.
Llegamos nos comimos unos helados Bom, la heladería de acá, y después teníamos que ir hasta Terrenas, donde estaba nuestro hotel y Natalia y Valentina esperándonos. Había dilema entre irnos en taxi que salía muy barato y rápido o irnos en transporte público con más gente. Ganó la idea del transporte público. Salimos de la heladería hacia el mercado donde salían las Gua Guas, unos carros con platón donde lo llenan de gente o mercancía, adentro y en el platón. Para ir al mercado nos fuimos en moto taxis, Lora manejando una con el mototaxista atrás, Lina y yo en otra con el mototaxista manejando,  igual que nuestro paseo en moto en Vietnam hace un par de años.
Llegamos al mercado preguntamos para la gua gua hacia el Limón, nos montamos y nos fuimos. Íbamos los tres afuera con tres dominicanos más. Una viejita, un señor y una señora que sólo sonreía. Arrancamos y el mejor plan de la vida, aire por todas partes, palmeras y charlando con los dominicanos, una nos sacó foto de la familia y todo. Nos contó de sus hijos, de una niña que adoptó, bueno mil cuentos y todos eran de la zona entonces en la carretera todos los saludaban. Que tranquilidad de vida tan tremenda. En mitad del camino paran la gua gua y el chofer nos dice que tiene que cargar su carro con bultos que esperemos unos 15 minutos, me bajé y vi que un señor estaba secando su café con pulpa. En Colombia se seca despulpado, le pregunté sobre eso me dijo que me sentara y nos pusimos a charlar. Una vida demasiado tranquila, con su esposa y suegra, en esas salen ellas para sesión de peinado. La suegra de unos 70 años se sienta y la esposa del señor empieza a peinarla, a reirse, el hijo se refería a mi como el gringo, yo gringo jajaja. Hablamos un rato de pendejadas y mi gua gua ya estaba cargada con muchos bultos. Nos tomamos una foto, la señora me pegó un buen abrazo y seguimos. Bueno después de 1 hora larga llegamos a Limón y de ahí cambiábamos de gua gua hacia Terrenas.
Cambiamos de gua gua, hubo in momento donde se subieron unos 7 chiquitos todos sonrientes y para las piernas de muchos de los pasajeros por lo que no había espacio. Eso ya me ha pasado un par de veces, con Alicia y Carolina en Nepal tuvimos un viaje bastante largo con chiquitos en nuestras piernas. Bueno finalmente llegamos a Terrenas, buscamos nuestro hotel las mariposas, Natalia y Valentina nos estaban esperando, y dos amigos dominicanos de ellas se vinieron también a Terrenas. Esa noche nos fuimos a un bar bien chévere que se llama Mosquito Bar, es todo africano y al final da contra el mar, entonces uno podía salir, caminar un rato en la playa y volver. Lo mejor de todo es que tenía varios racimos de banano y cuando a uno le daban ganas se comía uno. Dicen que el potasio es bien bueno para el guayabo.
Día siguiente nos levantamos, desayunamos un yoguen fruz y para la playa. Allá nos encontramos con Fernando y Wiky y puro plan de mar, y con un muy buen mar al fondo. Las playas de este país son bien bien lindas con mil colores pero totalmente comparables con las playas del Tayrona en Colombia, que tiene la parte de selva y montañas que eso es bien complicado conseguir. Cuando todos nos metimos al mar, metieron TODAS las cosas, incluyendo las llaves de nuestro carro al carro de wiki, y las llaves se quedaron adentro, y no había repuesto. En esas llegan unos policías (allá también son bien bien corruptos) tratan de abrirlo con alambres y no lo lograron, pero ellos tenían el dato de un señor del pueblo que era experto abriendo carros por una colaboración, como a la hora llegó el tipo, y en menos de cinco minutos logró abrir el carro, le dieron su ayuda. Nos fuimos almorzar unas buenas langostas y nos pusimos a caminar hasta el atardecer y a dormir.
Ya el último día nos levantamos, Natalia, Valentina y Fernando habían madrugado para llegar a sus oficinas temprano. Wiki, Lina, Laura y yo salimos en el carro de Wiki ya devuelta para Santo Domingo. Nos devolvimos por una carretera hecha por iniciativa privada por inversionistas colombianos. La carretera muy buena con música Dominicana y Colombiana, uno va por unas montañas y tiene todas las playas al lado derecho lleno de palmas muy chévere. El carro se varaba de vez en cuando pero recargaba energías y prendía. Wiki nos quería llevar a su finca que quedaba como a una hora de la carretera principal pero nos preocupaba la varada y no poder llegar a subirnos al avión. Por decisión unánime decidimos ir a la finca y quedarnos allá un rato, compramos los ingrediente para un buen desayuno y camino a la finca. Llegamos allá y nos pusimos a cocinar, buena leche achocolatada, huevos y tostadas hechas en un sartén en una casa toda de madera que tienen que poner CDs de música para espantar los pájaros carpinteros para que no abran muchos huecos. La casa está en la mitad de una zona llena de árboles y con ríos por todas partes.
Desayunamos y nos pusimos a caminar, tienen un par de avestruces fuimos a verlas y a tomarnos fotos con ellas y finalmente al río donde se hace una piscina natural muy rica, nos quedamos ahí un rato y en ese punto se nos acabó el paseo. Ya teníamos que estar devuelta para volar hacia Bogotá, fuimos a comprar un poco de Ron Barceló para traer y finalmente al banco donde Natalia y Valentina estaban con su proyecto, nos cambiamos en el parqueadero y a los porteros no les gustó mucho y llegó nuestro taxi para ir al aeropuerto.
Directo al aeropuerto de Santo Domingo, nos comimos una pizza y a Bogotá a seguir trabajando,
Les estaré escribiendo pronto,
CHB

martes, 1 de mayo de 2012

Lagunas, Termales, Géisers y Flamingos a más de 4,500 m - Bolivia













Bueno arrancamos hacia Uyuni, desayunamos en el hostal, nos bañamos y en camino hacia Laguna Colorada. Empezamos a andar en el carro y son unos paisajes increíbles y bien bien áridos, tienen su parecido en la carretera de Marrakesk al Sahara en Marruecos, lo bueno de acá es que uno iba con conductor y vino boliviano a bordo y en Marruecos yo era el conductor, pero ser el conductor también tiene su encanto. Bueno uno se siente en Marte, todas las montañas rojas, nevados al fondo, buena música gracias al Ipods de Ana y muy buena actitud. Paramos en un par de pueblos, en las iglesias, caminábamos y parábamos en los sitios que queríamos para tomar fotos y descansar de la camioneta.

Llegamos a un sitio con unas piedras gigantes donde uno se podía parar caminar, saltar y ese fue nuestro punto de almuerzo. Nos dieron carne de llama, con leve sabor  a almizcle (nunca había escrito esta palabra) al final, Coca Cola y arroz. Cada uno cogía su pedazo de icopor, cubiertos, mayonesa con sabor a limón y se subía a una piedra y tenía el mejor comedor de la vida con la mejor vista. Nos quedamos un buen rato en nuestro almorzadero y otra vez para la camioneta. La composición de mi camioneta era Juanes, Pedro, Ana y yo y mejor road trip imposible. Uno ve vicuñas salvajes, los avestruces de acá y muchas llamas cada una con unos moñitos de colores que las usan para marcarlas que parecieran que tuvieran aretes y se ven bien chéveres. Seguimos por las carreteras, todas totalmente destapadas y sólo Toyotas 4x4 pasando por los dos lados.

Llegamos a una laguna increíble que tenía dos flamingos en la mitad del lago, a mi me gustan mucho los pájaros pero los flamingos me parecen algo increíble. Yo sólo los había visto salvajes en la Guajira en Colombia y a nivel del mar, nunca me imaginé que a 4500 m me fuera a encontrar con estos pájaros, y pues nada mejor que verlos salvajes y volando. En nuestro grupo aplaudimos un par o más veces para poderlos ver volar y sí valía la pena, ver a esos pájaros volar y sobre todo aterrizar en el agua es algo increíble. Bueno en ese lago Gabriel sacó su GPS, estábamos a 4,500 m y todos relativamente bien con la altura. De ahí siguió nuestro paseo hacia laguna colorada y estar totalmente solo aporta demasiado a un sitio comparado a tener 5,000 personas al lado. Y la mayoría de las veces estábamos totalmente solos en la mitad de este paraíso. Seguimos por las carreteras totalmente áridas por todas partes uno pasa el desierto de Dalí, que es prácticamente igual a uno de sus cuadros. Cuando estábamos muy cerca de la otra camioneta comíamos polvo si el viento no nos favorecía y Damian decidía y se iba por otra vía. Allá no había carreteras, los carros se meten por donde quieren y bien rápido. Se nota totalmente que los carros no son de los choferes porque los tratan bien mal.

Son varias horas de carro para llegar de un sitio a otro y mientras tanto charlar y sacar la cabeza por el sun roof, cuando era chiquito con mis primos siempre que viajábamos con mi papá, sacábamos los tres la cabeza por el sun roof y cuando decíamos ¨agüita pa mi gente¨mi papá nos echaba agua del limpia brisas. El sentimiento de tener medio cuerpo afuera es bien rico, obviamente uno pensaba que si se llegaba a volcar pues uno quedaba ahí, porque era bien común que la camioneta patinara un poco con tanta arena y en las velocidades que íbamos, finalmente llegamos a otra laguna con miles y miles de flamingos.

Esta laguna tiene unos 5 nevados al fondo, miles de flamingos comiendo, volando, mirándolo a uno en una sola pata y absolutamente nadie más. El contraste de colores es impresionante. El blanco de los nevados, los flamingos bien rosados y las montañas cafés. Ahí nos bajamos y nos quedamos un buen rato oyendo los sonidos de los flamingos, verlos aterrizar con sus dos patas, las niñas fuerona  un baño que había y otra vez para las camionetas hasta el árbol de piedra. Es bien chévere que de la nada empiezan a aparecer unas piedras gigantes con unas formaciones muy chéveres.

Llegamos al árbol de piedra y cada uno se empezó a subir a piedras diferentes, el ejercicio a 4,800 metros es completo, pero es complicado uno ver esas piedras y no quererse trepar. Había una bien alta y chévere y con Pradilla decidimos subirnos, hace un par de meses tuvimos una buena sesión de escalada en Suesca, donde conocí a Pirry (un periodista colombiano) y yo creo que nos sirvió mucho para Bolivia. Bueno después de la escalada finalmente llegamos al punto más alto de la piedra, para no incomodarme decidí no subir el trípode y en ese punto queríamos una foto saltando, (las fotos saltando no son tan sencillas como muchos creen).

Tratamos de poner la cámara en un punto estable, pusimos el timer, salté en un sitio bien peligroso y alto para llegar, finalmente llegué a donde Pradilla y el salto no funcionó, no quedó bien la foto, y pues obviamente tocaba repetirla. Pradilla fue el voluntario para poner el timer, fue otra vez puso el timer, corrió hacia donde yo estaba saltamos, parecía que la foto estaba bien y un viendo pesado pasó.

Estábamos a unos 15 metros del piso y en esas la cámara se cae del supuesto punto estable y empieza a rodar lentamente hasta la punta de la piedra, no saben todo lo que se me pasó por la cabeza en ese momento, y la cámara seguía andando y nada que paraba y no paró. Cuando la vi caer grité bien bien duro “Noooooooooooo”,  mi cámara se había caído 15 m hacia el piso. Para los que han leído juiciosos en Argentina se me cayó un tanque de buceo en mi cámara y se dañó. Lina Quijano siempre me molesta con el temas de mis viajes y las cámaras. Cuando estaba con ella dejé una en un taxi en Tailandia y perdí otra en Myanmar.

Bueno todos estaban bien preocupados por mi grito, Pradilla por que él la había puesto y en esas veo a Ana abajo y caminando hacia mi cámara. Fue me dijo que estaba bien rayada la pantalla. Le dije que la prendiera y que tratara de tomar una foto. La trató de prender y prendió y trató de tomar una foto y tomó. Yo  y Pradilla no podíamos de la felicidad, qué buena cámara, seguía viva para el resto del viaje. Bajé de una, estaba bien rallada pero el lente estaba perfecto, seguía teniendo cámara.

Para el carro y finalmente laguna colorada, otra laguna llena de flamingos, y roja roja, bien parecido al rojo de Caño Cristales. Ese era nuestro sitio de dormida. Nos dieron nuestro cuarto y había un comedor comunal lleno de extranjeros y ya era hora de conocer alguno. Cuando uno viaja solo conoce a 20 personas por día y entre más grande sea un grupo menos personas conoce. Bueno nos fuimos con los solteros y a buscar extranjeras, y había varias y bien lindas. Conocimos a unas holandesas y a una australiana que por estos días viene a Colombia. Las invitamos a nuestro cuarto, empezamos a hablar, llevaban viajando un buen tiempo y tenían los mejores cuentos de viajes y muy temprano decidieron irse a dormir y nos dejaron a todos los interesados como aburridos.

Salimos había una luna gigante, uno tenía sombra y todo pero un frío muy pesado y de ahí nos fuimos a dormir en unas camas cómodas y unas 20 cobijas (en Bolivia no entienden el término)/frazadas/mantas que pesaban unos 10 kilos, uno sentía que tenía todo el peso del mundo encima. A las 5 AM llegaron Damien y Germán a despertarnos, cambiarnos (obviamente nada de bañarse, por el frío, la hora y porque había agua para bañarse) desayunamos unos pancakes y para los carros, Damian decía que estábamos a unos -10 grados C y yo creo que era bien factible, el vidrio del carro tenía hielo y el frío era impresionante. Nos subimos a las camionetas antes de que saliera el sol y hacia nuestro destino final, Laguna verde.
Después de unas buenas horas en carro llegamos a Laguna verde y es increíble como todos estos destinos superaron totalmente mis expectativas, esta laguna no tiene mucha fauna por ciertas propiedades que tiene, pero está al lado de una montaña nevada que se refleja totalmente en el agua, es algo impresionante. Nos quedamos un buen rato porque casualmente nuestra camioneta tenía dos llantas pinchadas y esperar mientras lograban arreglarla. De ahí salimos hacia unas termales naturales.

Las termales estaban con la temperatura perfecta y totalmente desocupadas para nosotros, nos cambiamos y para el agua, estaba bien caliente pero uno se termina acostumbrando rápido. Uno está en estas termales a unos 4600 metros, en vestido de baño, con agua calentada por los volcanes, unos 100 flamingos salvajes a unos 30 metros de uno, una laguna y nevados al fondo. Perfección absoluta, qué más puede pedir uno, teníamos todo eso exclusivamente para nosotros. Nos quedamos un buen rato, nos salimos, a uno se le van las luces bastante acá, nos secamos con la toalla de Ana y para el carro otra vez. Todavía nos quedaba un punto de interés, los géiser.

Este géiser está a 4,850 m, se llama el Sol de la Mañana y está entre los siete más grandes del mundo, yo nunca había oído de los géiser antes y son sitios donde el calor de la lava hace que agua y lava hiervan y todo el tiempo está saliendo muchísimo vapor y la lava salta por la temperatura, es impresionante hay un olor bien particular todo el tiempo y cuando uno pasa por debajo las gafas de sol quedan todas empañadas y con algunas gotas. En este sitio había unos charcos de lava que no paraban de hervir, cuando suba los videos lo pueden ver, todo el tiempo salían pedazos de lava y obviamente no había nadie cuidando que uno no se acercara mucho, y pues todos estábamos lo más cerca posible. Esto es lo chévere de estos países que uno puede hacer lo que uno quiera sin tener medidas de precaución. Damián y Germán nos llamaron y para el carro. Ya teníamos que devolvernos hasta Uyuni y faltaban unas buenas horas.

Nos devolvimos por otro sitio, volvimos a pasar por Laguna Colorada, nos quedamos un rato ahí y los flamingos volando se reflejaban en el lago rojo y atrás un nevado. Nos pidieron los tiquetes de entrada para salir del parque y salimos. En estas carreteras hay varios cultivos de quinua y le da un toque bien chévere porque es todo árido y en la mitad están estos cultivos rojos y amarillos. Llegamos al sitio del almuerzo nos bajamos y había un pasto que se veía bien bien rico.

Me fui de una a sentarme y toqué para ver si estaba mojado y me pegué una chuzada bien pesada, ese pasto parecía que fueran puras espinas. Pradilla llegó y le pregunté si él creía que el pasto estaba mojado y también se pinchó, no sé por qué es tan chistoso ver como la gente grita y se impresiona con el dolor de ese pinche pasto. Bueno no dijimos nada y cada vez que llegaba un miembro le hacíamos la misma pregunta, se pinchaban y todo pues reírnos. Nos sentamos a comernos unos sanduches de atúny llegó otro carro y lo que todos queríamos ver era como se pinchaban cuando se sentaran. Esperamos un rato, los otros turistas se bajaron y directo para el pasto, en serio se veía muy provocativo sentarse allá, una pareja fue a sentarse y ni siquiera tocó el pasto y dejaron caer todo el peso del cuerpo en este pasto y pegaron un salto bien chistoso, se pincharon la cola, al final ellos también se rieron y acabamos nuestro almuerzo.

Devuelta a Uyuni, siesta para recuperar energías y a las 7 PM nos esperaba un bus hacia Potosí, la ciudad famosa por la plata, que llegó en su momento a ser la ciudad más rica de toda América. Llegamos nos comimos unas pizzas en el restaurante más turístico de toda Bolivia y directo para el bus. Nos montamos y esperar unas 5 o 6 horas hasta llegar  a Potosí, había una buena luna y la película que pusieron por solicitud nuestra fue Ace Ventura, en una parada técnica me puse hablar con unas colombianas que iban en el bus y sólo me la montaron por haber pedido esa película, que yo ya estaba bien grande para estar pidiendo esas películas.

Llegamos tarde a Potosí, nos montamos en dos taxis y directo para el centro, los hostales más conocidos estaban todos llenos y encontramos uno muy bueno con cuatro cuartos para nosotros, mi compañero de cuarto fue Pedro, Juanes se fue con Pradilla porque estaba un poco celoso que yo hubiera dormido con él en Uyuni, a este par les encantó dormir juntos. Nos quedamos un rato hablando y a dormir.

Yo por lo general, o siempre, soy el encargado de despertar a mis compañeros de viaje,  queríamos hacer el tour de meternos a una mina y si lo hacíamos por la tarde era probable que no viéramos a ningún minero entonces desperté a todos para ir al tour de la mañana. Todos nos despertamos, desayunamos la pizza que habíamos traído desde Uyuni y directo hacia la mina. Primero tuvimos que parar por nuestra ropa, botas el casco, y parar en el mercado minero. Ahí a uno le explican como es el proceso de la dinamita, toda la coca que mambean los mineros, un trago de 96% de alcohol bien asqueroso, y ahí uno debe comprarles unos regalos a los mineros y para Cerro Rico (en la época de la colonia tenían las reservas de plata más grandes del mundo).

Llegamos a la mina y no había mucho minero rondando, prendimos nuestras linternas y para adentro, mientras entrábamos Juanes cantaba la canción de Blanca nieve y los siete enanitos de Hi-Ho. Bueno entramos nos tocó ver un par de mineros con los típicos carritos de minero y nos contaban como era un día normal de ellos, es una vida muy pesada y por la Pacha mama las mujeres no pueden entrar a las minas, creen que la Pacha mama se pone celosa y no le da al minero los minerales que está buscando. De ahí nos fuimos hacia donde quedaba el Tío de la Mina, un sistema que usaban los españoles para manipular a sus mineros, de poner un muñeco de un diablo al que los mineros le debían rezar y llevar regalos antes de empezar su trabajo. Y todavía funciona y creen mucho en él, si no le dan las ofrendas el Tío los castiga con accidentes que pueden ser mortales. Entonces los mineros le prenden cigarrillos y se lo ponen en la boca (En Guatemala me tocó ver un Dios muy parecido que tomaba y fumaba, en el mail de Guatemala está por si quieren recordar). Nos quedamos un rato ahí, le prendimos su cigarrillo y se nos estaba acabando el paseo.

Sólo nos quedaba una tarde y totalmente relajada en Potosí, la ciudad muy linda, muy colonial un poco abandonada y en las paredes había anuncios que decían “Zona Turística, Prohibido Orinar y echar basura” por el hecho de ser turístico no pueden orinar en las calles, es bien común ver a la gente haciendo pipi en la mitad de la calle. Dormimos siesta y a comprar Singali (el trago local boliviano) de despedida y a buscar una buena discoteca para terminar bien nuestro paseo.

En la ida paramos por unas porciones de pollo con papas bien grasosas y unas meseras bien queridas e interesadas en nosotros, nos preguntaron “ Disculpes, uds de dónde son?” les contamos que colombianos y nos dicen “están muy guapos” Mientras caminábamos nos encontramos con Stefanía, una argentina que conocimos en el hostal en Uyuni, nos pusimos a tomar y a caminar con ella. Lo que nosotros más decíamos era “Oruro-ruro-ruro” y ella al final también gritaba “Oruro-ruro-ruro” bien querida. Seguimos buscando algún sitio y no encontramos nada, nos recomendaron un sitio que se llamaba la Chaterrería, y más malo imposible, bien gótico y la música pésima. Muy parecido a un sitio que cuadra picha en Bogotá que estuve una vez. La argentina se fue a dormir y decidimos entonces enrumbarnos en el hostal, después de una sesión de, “Dame la P, dame la E… R…R…O “ , mientras Juanes las imitaba con todo su cuerpo hasta que Camilo alias el perro se tomara una buena porción de Singali.

Caminamos hacia el hostal todos sin parar de reírnos y para el cuarto de Juanes y Pradilla, el equipo de sonido era un parlante que Pradilla llevó que no sonaba mucho. Pradilla decía que si uno se lo ponía detrás de la cabeza en ánimo aumentaba y efectivamente aumentaba, todos por turnos esperábamos a que nos tocara un poco de música. Se nos acabó el Singali, nos quedamos hablando un rato y pusieron la canción más tranquila de Piero. A los 30 segundos empieza a sonar una mano de tiros como de pólvora dentro del cuarto. Pradilla no tuvo ningún problema en prender los totes que había comprado para Uyuni dentro de su cuarto. Todos nos tiramos en las camas como si nos estuvieran disparando y Pradilla cagado de la risa, después todos nos empezamos a reír y esos totes seguían explotando, yo creo que todo el hostal se despertó pero no dijeron nada. Y ya finalmente a dormir.

Nos despertamos temprano, nos fuimos directo a la estación de bus en busca de un bus hacia “Oruro-ruro-ruro” que acá de adicionaban el “Oruro ya saleeeee” yo creo que estas estaciones las diseñan para el que el ruido suene mucho más duro y todo el mundo grita, al final yo le ayudaba a gritar a la de nuestro bus y solo se reían. Nos montamos al bus y ya en camino hacia Oruro-La Paz y finalmente Bogotá.

En ese bus a Daniela y a Gabriel les tocó una familia con una chiquita que tenía que hacer popó en la mitad del viaje y no tuvieron ningún problema con que la niña hiciera popó en una bolsa plástica y tirarla por la ventana, bien particular. Llegamos a Oruro cambiamos de bus después de comernos una buena porción de pollo con papa grasosa y a Daniela y a Gabriel les tocó la misma familia del bus pasado de vecinos. En el bus nos pusimos a leer con Juanes un libro de los jesuitas muy interesante, y finalmente llegamos a La Paz, después de un día de unas 13 horas en bus. Ahí los trabajadores nos fuimos a dormir donde mis tíos y los otros a comerse un buen pedazo de carne.

Llegamos a la casa de los Botero, Roberto salió a comprarnos unas pizzas nos comimos las pizzas y teníamos 4 horas de sueño, a las 4AM pasaba el taxi por nosotros. Roberto nos despertó a las 4 nos despedimos y rumbo al aeropuerto internacional del Alto.

Pasamos migración, me hicieron upgrade a ejecutiva y a dormir para tener energías para trabajar. Llegamos a El Dorado todo el país preparado para la cumbre de las Américas y nuestro paseo se acabó.

Bueno señores, espero estar escribiendo pronto.

CHB

domingo, 22 de abril de 2012

Salar y Flamingos a más de 4000 M-Bolivia

Lago Titicaca
Barco de Totora
Cementerio de trenes



Salar de Uyuni



El Alto
Bueno les cuento que acabo de llegar de Bolivia y no se imaginan ese país, hace 6 años había estado con Daniela Gracia pero nos había faltado toda la parte del sur y hace rato quería volver, tenía semana santa y qué mejor que cuadrar paseo a Bolivia esos días. Le conté a mi mejor amigo laboral (Juan Esteban Rodríguez) del plan y al día siguiente compramos tiquetes. Con los días terminamos siendo 8.
Salimos inicialmente Santiago Pradilla, Juanes y yo hacia el aeropuerto todo al pelo, me hicieron upgrade a business y salió el vuelo como a las 12:30 AM a esos vuelos los llaman red eye y tiene todo el sentido del mundo porque yo siempre quedo con los rojos más rojos imposible.
En la sala de espera había varios bolivianos con peinados particulares un par de colombianos y una niña que iba recomendada muy muy linda. Nos subimos al avión, despegó y me paré para charlar un rato con mis compañeros de viaje y tenían sentada a esta niña al lado. Ya obviamente le habían hablado y venía desde Madrid a visitar a su papá. Empezamos hablar y le pregunté por mi prima boliviana y eran muy muy amigas y ella terminó siendo la hija del embajador de España en Bolivia, que casualidad tan tremenda. Llegamos al aeropuerto internacional de El Alto, que queda a 4200 msnmm y es el aeropuerto internacional más alto del mundo, y apenas uno se baja del avión lo nota y rápido uno camino un poco y se fatiga(y eso que somos de Bogotá a 2600 m). Hicimos migración y la española por la fila diplomática. Había una unidad especial de oxígeno para las personas que lo necesitaran, salieron nuestros backpacks, nos despedimos de la española, el papá nos miró bien mal y salimos.
Tomamos un taxi hacia Ushumani, a la casa de unos tíos que había visitado hace seis años. Después de una media hora logramos llegar y no saben la mano de recuerdos que se me pasaron, hace seis años veníamos con Daniela mamados, después de un viaje de 1 mes en Perú y del peor bus que me ha tocado en mis viajes de 10 horas desde Cuzco y a unos -5 grados y Daniela y yo aguantando frío y mamados. Llegamos a esta casa y nos renovamos totalmente, una casa anarajada con la vista más linda de toda La Paz y con las personas más increíbles que no lo pueden tratar mejor a uno. (Para más info de ese viaje buscar en el historial  de sus mails en junio 2006).
Timbramos como a las 5 AM, Roberto y Rosmarie nos estaban esperando, nos abrieron y a tomar mate de coca para empezar a acostumbrarnos que ya todos nos estábamos sintiendo un poco mal. Nos fuimos a dormir y al prepararnos para nuestro siguiente día. Nos levantamos como a las 9 desayunamos y nos organizamos para ir al lago Titicaca con la familia Botero que se ofrecieron a llevarnos. Nos alistamos, la ducha tiene la vista más espectacular del mundo) y al poco tiempo ya estábamos todos montados en la camioneta.
Salimos y ya uno se da cuenta que está en Bolivia, todas las cholas con sus sombreros bien pequeños, que no les tapa ni medio rayo de sol, sus faldas y sus trenzas largas y cogidas. Salimos de La Paz hacia El Alto y de ahí el plan era ir hasta el Titicaca. Ese día era domingo de ramos y nos tocó vivir la bonita experiencia de un domingo de ramos en El Alto que significa que todo e mundo tranca la calle y los carros se quedan totalmente quietos, lo bueno es que uno le toca la feria. Santiago y yo nos bajamos a caminar mientras podíamos salir y estaba todo el mundo vendiendo sus cosas, pasta, fetos de llama (las usan como ofrenda a la pacha mama), estrellas de mar para comer, miel y de todo lo que se puedan imaginar.
Pasamos por al frente de un parque temático donde las ruedas eran impulsadas por dos tipos y la mayoría de las mujeres con sus trajes típicos, sus sombreros y su olor particular. Lo chévere es que en todo el camino uno ve nevados por todas partes, desde el lago, desde la Paz y desde la mayoría de la carretera.
Empezó a llover, las cholitas  (entre más gorditas más atractivas) sacan una bolsa para ponerle al sombrero, lo cubren contra el agua y se lo vuelven a poner (esos sombreros son bien finos y los cuidan mucho). Ahí nos fuimos hasta el carro y después de un buen tiempo ya estábamos en camino hacia el Titicaca. Llegamos a un restaurante muy bueno nos pedimos unas buenas truchas doradas, comimos marraquetas (un pan típico de acá), nos quedamos un rato en el lago y nos devolvimos. Ese lago tiene cosas bien chéveres, como la isla del sol y la luna, las islas de los uros pero en este paseo no fuimos, con Daniela estuvimos en el 2006 y bien bien chévere. Nos quedamos un rato y devuelta para La Paz. Llegamos por la noche y a dormir.
Siguiente día nos levantamos con una “buena mañana” y era el día para conocer La Paz, desayunamos y salimos a tomar un trufi, un taxi compartido donde uno se mete con 5 personas más, tres adelante (con el chofer) y tres atrás, igual que los boteros en Cuba.
Llegamos y nos bajamos en el centro y no es una ciudad muy linda, tiene sus partes interesantes, un olor particular a exhosto (nunca había escrito esta palabra) buena parte del tiempo y una zona colonial chévere. Caminamos por el centro, hoy en día no se puede subir a cúpula de la iglesia de San Francisco, le pregunté a una vieja una dirección con acento boliviano algo y me respondió en inglés de lo malo que lo hablé… Un día bien relajado, caminamos mucho, compramos los tiquetes del tren, esperando casi 1 hora a que llegara el sistema y finalmente a la casa. Esa noche comimos familiarmente, después de cada comida nos quedábamos hablando bastante y riéndonos muchísimo de diferentes cuentos.
Levantada a las 5AM y el taxi nos estaba esperando para ir a la estación de bus listos para irnos a Oruro y encontrarnos con el resto del equipo. Llegamos y todos ya estaba esperándonos ahí. Los integrantes que llegaron ese día fueron:
Daniela Gracia
Gabriel Ferrero
Ana Ferrero
Camilo Ferrero y
Pedro Gaitán.
Tenían un chocolate caliente bien aguado pero rico, la gente de la estación grita todo el tiempo el destino a donde sus buses van y caminamos hacia el grito de “Oruro ruro ruro” es bien chistoso como todo el mundo grita. Al final varios también gritábamos y lo hacíamos bastante bien. Compramos el tiquete de bus de 4 horas por menos de 4 USD, (el gobierno subsidia ridículamente la gasolina) y por lo general todo acá es bien bien barato, una Coca Cola de 190ml cuesta 0.15 USD. Gabriel tenía que ir al baño y no lo esperaron, entonces le tocó optar por la botella y es un experto. Yo no hago eso desde bien pequeño pero es una buena forma de descansar. El bus muy bueno hacia Oruro, nos recibió un monumento dorado, que es el casco de un minero, en ese punto el chofer me paró de bacán porque tenía muchas ganas de hacer pipi y preferí no optar por la botella y me dijo que en cualquier esquina podía hacer pipi. Acá la gente incluyendo mujeres (no todas) hacen pipi públicamente en las calles y andenes, se suben sus faldas y hacen pipi. Hubo un muy buen descanso, el bus me estaba esperando me subí y seguimos hacia la estación de bus. Llegamos por la mañana y teníamos como 5 horas para que saliera el tren. Nos fuimos a la plaza nos comimos un buen desayuno de sopa de maní y unos platos de cordero y pagamos menos de 15 USD por el desayuno de los 8. Y de ahí nos fuimos a esperar por varias hora hasta que saliera el bus. Nos pusimos a mascar coca con lejía, una piedra que ayuda a sacarle más sustancia a las hojas de coca, compramos mercado, algo de pólvora para echar en el salar y directo al tren. Acá no tienen la cultura de tomar nada frío, uno pregunta si tienen cerveza fría y dicen, fría fría como el clima. Todo está al clima.
A mi me gusta mucho montar en tren y sobre todo en estos países donde uno ve mucho de la cultura de los sitios y este nos tocó en especial olerla, la técnica de los baños es igual a la de india que hay un hueco y todo cae a la tierra.
Nos subimos en la cabina económica cuadramos las sillas para que tuviéramos una semi sala, Juanes y Pradilla fueron a comprar unas tuercas en una ferretería que nos servirían como chips para nuestra partida de poker, y empezó el viaje muy puntualmente. La gente se despedía, había señoras llorando y despidiéndose mientras el tren se alejaba. Yo también me despedía de los que se quedaban y todos me sonreían y también se me despedían meneando las manos.
El tren arranca y el viaje se empieza a poner muy emocionante, uno empieza por la mitad de un lago lleno de flamingos, patos, pájaros. Atrás unas montañas divinas y unos paisajes ridículos, uno ve vicuñas salvajes, avestruces criollas, mejor dicho todo increíble.
En el tren abrimos unas buenas botellas de vino boliviano que es absolutamente delicioso, pusimos nuestra mesa de poker (un pedazo de cartón) repartimos las fichas y empezó la ronda con un premio final de 200 Bolivianos entre Pradilla, Juanes Pedro y yo, después de una final ardua entre Juanes y yo, terminé ganando con una buena mano de poker. En ese momento ya íbamos unas 2 horas de tren y sólo faltaban 5. Los cuatro de la sala vecina se durmieron un buen tiempo, jugamos continental (Pedro ganador), sapo sapito sapo, en el baúl de mi abuela (Ana ganadora) y tomar vino, no había mucho más por hacer. Un dilema que tuvimos todo el tiempo era entre arena y olor, si abríamos las ventanas se entraban toneladas de arena cada segundo pero si cerrábamos el olor nos obligaba a abrirlas, por ende llegamos todos a Uyuni con 5 kilos de arena en nuestro pelo, pulmones y ropa. Nos fuimos al hostal cuadramos todos los planes, nos prepararon unas hamburguesas bien grasosas y a dormir. El día siguiente nos esperaba el famoso salar de Uyuni.
Nos levantamos desayunamos compramos algo de mercado y a las 10 AM ya estábamos saliendo en nuestras camionetas y con Damian y Germán, nuestros conductores. Acá la gente es querida pero todos ponen como una barrera que hace que uno no se entere mucho de la vida de ellos y que las conversaciones no fluyan. Arrancamos cuatro personas por carro al un cementerio de trenes y finalmente hacia el salar, después de unos 45 minutos uno ya empieza a ver como un espejo donde se reflejan las montañas y finalmente uno llega al salar.
Es un sitio absolutamente espectacular, uno sólo ve blanco hasta que se acabe el mundo, un par de flamingos volando, es impresionante, había muy buen sol y acá es bien necesario tener gafas de sol por todo lo que refleja y por la luz que llega de todas partes. Pero toca vero sin gafas también. Es de los sitios más increíbles donde he estado. Uno no se la cree cuando está acá, cuando Amstrong estuvo en la luna este sitio le impresiono desde el espacio por lo grande y blanco que es, tiene más de 10,500 Km2. Bueno ahí nos tomamos una buena serie de fotos y nos subimos todos a los techos de las camionetas y a meternos hacia diferentes sitios del salar. Hace bastante frío, el viento es frío y estábamos a unos 3,800 metros, y se siente cuando uno corre, salta o hace algo de ejercicio. Ese paseo en el techo de las camionetas es increíble, uno está en un salar gigante, sin carreteras, con todo el viento pasándole al lado y con los paisajes más increíbles del mundo. Llegamos a un sitio donde hay como unos charcos grandes de agua que hace que todo se refleje increíble y toda esa agua es obviamente bien salada que al final todas las gotas en la ropa quedaban blanca. En ese sitio todo el cielo se reflejaba, uno se siente en otro planeta. Ahí almorzamos, nos tomamos unas botellas de vino, pusimos buena música y a disfrutar, todos estaban con muy buena energía y estábamos en el salar, qué más podíamos pedir, la gente bailaba se reían, mejor dicho increíble. Este es un muy buen sitio para broncearse porque le llega luz por todas partes, entonces todos los hombres nos empelotamos y a broncearnos en el Salar, hubo buenas sesiones de fotos tomadas por las niñas, los conductores sólo se reían y terminé con la espalda bien ardida por ese chiste, obviamente nada de protector. Nos quedamos un rato ahí y ya era hora de irnos para el hotel.
Nuestro hotel de esa noche es un hotel todo hecho de sal y en la mitad del salar, las paredes son de sal, hay unas esculturas de sal, bueno ahí nos quedamos un rato, no había luz que es algo que me gusta mucho, ojalá a nuestros hijos les toque sitios donde no entre un celular y tengan sitios a donde ir donde no tengan luz. Esa noche prendimos una vela y nos pusimos hablar adentro. El viento que hace acá es bien fuerte y el sonido del viento acá es impresionante. Bueno nos pusimos hablar bobadas y empezaron a contar chistes, al lado teníamos unos vecinos jugando cacho con unos dados de sal y apenas empezó la tanda Juanes los interrumpió para que oyeran los chistes. Resultaron siendo dos colombianos tres colombianos y una boliviana y unos bacanes. Había un caleño que se emocionó con el tema y no paraba de contar chistes. Comimos juntos y a dormir.
Apenas me meto a mi cama tenía el peor colchón donde he podido dormir, sentía cada resorte en mi cuerpo y no había chance que fuera a dormir en esa cama. Afortunadamente las camas eran medio amplias y me fui directo a la cama de Pradilla y a dormir juntos. Nos quedamos hablando un buen rato con Pradilla y Juanes y listos para la levantada al día siguiente para ver el amanecer. Nos levantaron como a las 5:40 AM y a esperar que salga el sol. En el salar se hacen unos hexágonos perfectos que se ven muy chévere y con el amanecer se alcanza a ver algo de sombra y muy chévere. Esperamos a que saliera el sol, sale atrás hay unos nevados que se empiezan a poner rojos, la sombra que uno tiene a esa hora es gigante y otra vez para el carro ahora hacia laguna verde. Salimos en los carros, nos pasaron unos 30 flamingos volando y empezó nuestro día.

Les quedo debiendo la segunda parte.

CHB



lunes, 12 de marzo de 2012

Gentileza genera Gentileza, Rio de Janeiro-Brasil










Bueno ya estoy devuelta por Colombia y retomando mis labores y ya último mail de este paseo, me tiene impresionado el alto nivel de detalle de muchos lectores que ya han pasado el quiz de mis extensos mails.

Bueno nos levantamos a las 5 AM el taxi nos estaba esperando y rumbo a Rio, llegamos al aeropuerto conectamos en Curitiba y finalmente Rio. Nos fuimos en TAM y en la revista había una página entera diciendo, Colombia the only risk is wanting to stay, en este paseo vi mucha propaganda de esa y me encanta. En mis álbumes de Colombia yo siempre pongo esa frase. Bueno en la aterrizada en Río estaba bien asustado, mismo o peor sentimiento que llegando a Nairobi.

Todo el mundo habla que es lo más peligroso del mundo, el lonely planet decía que mejor comprar cámara desechable porque es casi seguro que a uno lo atracan en cada esquina. Salimos del aeropuerto y nos fuimos en Bus hacia Botafogo, una playa donde quedaba nuestro hostal. Nos bajamos y yo estaba bien asustado, caminamos un par de cuadras, llegamos al hostal, compartiendo cuarto 12 personas, y nos preparamos para salir a caminar a prueba de atracos. Lo bueno es que casi siempre uno puede ver al Cristo Redentor desde cualquier parte de la ciudad, de día y de noche y es bien chévere. El primer día no sacamos gafas, billeteras, 1 cámara, hicimos backup de las fotos, mejor dicho pánico total de atraco. Yo salí con un poco de plata, mi cédula (mi mamá siempre dice que uno no puede estar sin un papel que diga quién es uno) a comprar un candado para el locker del hostal. Lo compré, pagué 9 USD por un candado en Bogotá pago 1.5 USD y me devolví al hostal. Es increíble como esta ciudad es de cara y sus precios son totalmente comparables con Londres y Tokio, lo único es que en Londres y Tokio la gente tiene un poder de compra mucho más alto que la gran mayoría de Río, con un salario mínimo de menos de 300 USD por mes...

En Iguazú una inglesa nos dijo que había cancelado todo su viaje a rio, porque el weather forecast decía que sólo venían tormentas pesadas toda la semana. Yo antes de salir de Iguazú miré y efectivamente se veía complicado, no le dije nada a mi equipo para no bajar los ánimos y bueno llegamos. Increíble la gente de países ricos como se obsesionan con eso y planean todas sus actividades creyendo que eso se cumple 100%. El día que llegamos estaba medio nublado pero uno alcanzaba a ver el sol. Nos sentamos en un restaurante a almorzar, pedimos tres platos y sobraron casi dos, las porciones son gigantes y la gente pregunta que los platos para cuántas personas son. Comimos buenos fríjoles, y farofa ilimitada, una harina de yuca frita que es absolutamente deliciosa, buena carne, unas cervezas y quedamos bien llenos y nos despedimos con un moito obrigado.

Bueno nos fuimos en el metro hacia la estación más cerca de Copacabana. La estación de metro muy bien montada, súper tropical y el sonido de atrás son pajaritos cantando, lo máximo. Compramos una tarjeta prepagada para los tres y nos fuimos a las playas. Con la caminada seguíamos todos paniqueados pero llegamos a las playas nos quitamos las sandalias y estábamos caminando en las famosas playas de Río. Uds no se imaginan lo que es esta ciudad y los contrastes naturales que uno ve, hay selva pesada y densa con pájaros, micos, chicharras cantando bueno de todo, al lado casas divinas, favelas, montañas, y unas playas ridículas, pueden ser de mi top 3 de ciudades en el mundo, y al sumarle el hecho que la gente es la más increíble y amigable del mundo pues nada que hacer, puede ser mi ciudad favorita de las que he conocido. A toña sólo le hacía falta sentir un poco de música brasileira para sentirse realmente en Rio, caminamos un poco y empezó a sonar una buena música y ya todos estábamos conectados con Río. Caminamos por toda Copacabana, todos los tipos con las sungas (la tanga esa que ellos se ponen) y las mujeres con sus buenos bikinis y tangas brasileras, haciendo honor a su nombre, y todos con unos cuerpos ridículos. Dicen que la cultura del cuerpo es muy marcada y hay un gimnasio en cada esquina, en la playa en los parques. En este momento de mi vida mi six pack no está muy marcado como para compararme con los brasileiros, y Milena (la brasilera que conocimos en Puerto Madryn) me decía que cómo así que me ponía esas pantalonetas largas??? que qué decían las mujeres cuando me la quitaba y tenía media pierna como una rana platanera, que eso allá no gusta mucho ajajaj.

Seguimos caminando hay mucha gente en la playa haciendo deporte, gente jugando volleyball como jugando football, impresionante como son de buenos. Gente practicando en la cuerda floja, bueno mucho de la playa son las actividades que todos hacen. Nos metimos a un hotel 5 estrellas que toña tenía que entrar a un baño urgente, entramos con toda la propiedad del mundo, toña se va al baño y el de la joyería me pregunta que qué cuarto es el mío y que está muy interesado en que veamos sus joyas, toña sale, le decimos que vamos a venir más tarde con nuestros papás y salimos sin ningún problema y toña feliz con su ida al baño de lujo. En india y en África yo siempre hacía eso sin importar como estaba vestido porque allá por ser uno blanco ya lo tratan como un rey, en otros países no es TAN fácil... Es increíble como en estos paseos ya hay confianza absoluta con los miembros del equipo, todos saben del estado estomacal de todos, del olor de la ropa de todos, de cuándo es necesario bañarse, ñuflas, bueno y demás cosas que se podrán imaginar...Nuestra caminata siguió por toda la playa de Ipanema, nosotros cantábamos la canción de niña de Ipanema, y llegamos al hostal a oírla. Y nos sentamos a ver el atardecer con unas buenas Caipirinhas, lora con una cerveza sin alcohol por su pierna, y a disfrutar del atardecer en la playa de Ipanema, nos tomamos una segunda ronda de caipirinhas y nos devolvimos al hostal en el metro y a dormirnos para tener buenas energías para el día siguiente.

Como siempre yo fui el primero en levantarme, levanté a mi equipo, nos comimos un muy buen desayuno del hostal y se nos venía un día intenso de turismo. Salimos ya más relajados por temas de atracos, con las dos cámaras y con gafas hacia la parada del bus. Acá los buses tienen el conductor y un ayudante que es el que recibe la plata, el bus cuesta 1.5 USD por pasaje. Nos fuimos hacia el Pan de Azúcar hicimos una buena fila para subir, y empezamos a subir en los teleféricos, en la primera parada uno ve muy buena parte de la ciudad, las montañas increíbles, la selva, muchos yarumos plateados por todas partes y las playas, es bien bien impresionante. Nos quedamos un rato ahí, tuvimos unas buenas sesiones de fotos y nos subimos en el segundo teleférico y llegamos a la cima cima. Una vista de locos, micos rondando por ahí bueno increíble. Desde ahí uno puede ver el aeropuerto nacional entonces uno ve toda la etapa de aterrizada de los aviones, y un par de ellos de Avianca, (ahora Ocean Air, se llama Avianca). Nos quedamos un rato ahí, un sol espectacular, nada de tormentas de lluvia. Nos bajamos y nuestro destino, el Cristo redentor. Nos fuimos al parador de bus 583 que nos llevaba hasta el corcovado, esperamos como media hora y nada que llegaba el bus, ya el equipo estaba medio cansado, estaba haciendo el sol, y un miembro de equipo pregunta, ¿Cuánto cuesta un taxi hasta allá?, en estos paseos hay que manejar mucha paciencia en todos los sentidos del mundo. En Japón también tuve un par de esas preguntas respecto al precio de los taxis en vez de irnos en bus o caminar con los back packs en la espalda jajaja. Es todo parte de la experiencia. Bueno esperamos un buen tiempo y estábamos sentados en un sitio donde no pasaba ese bus. Caminamos hacia la estación, esperamos un rato y finalmente llegó. Nos fuimos hasta el Cristo, el tren de subida estaba lleno entonces nos subimos en unas busetas (en portugués significa vagina) toca decir Ómnibus.

Antes de subir nos metimos a un restaurante de comida por peso, que la primera vez que me había tocado eso era en Tabatinga, Brasil, en la frontera con Colombia, en mi primer viaje backpacker con Daniela Gracia, (ella dice que lee los mails con detenimiento, pero nunca pasa los quices) y acá lo mismo. Uno se sirve, le pesan la comida y a comer. Comida muy muy rica y finalmente el Corcovado, nos subimos, en la subida caí muerto, me dormí una buena siesta y llegamos. Nos dividimos con las niñas las colas que tocaba hacer y llegamos. Este es un monumento construido en 1931, después de 5 años de obras y queda casi a 700 m sobre el nivel del mar. Uno puede ver casi toda la ciudad y es cosa de locos, es bien imponente (30m de alto) y bien turístico. En verano no le cabe ni una persona, y yo soy bien jodón en ser el único humano en las fotos y toña hizo un esfuerzo monumental para tomarme mis fotos e hizo un trabajo demasiado bueno. Los dos tuvimos una buena sesión tirados en el piso para poder tomar buenas fotos. Este monumento quedó como una de las 7 maravillas del mundo moderno. Nos quedamos un rato y es bien emocionante para qué, estar en el Cristo Redentor, no sé lo que uno siente pero es bien chévere, de ahí devuelta para el hostal. Llegamos y era hora de ponernos nuestra pinta elegante, más no de afeitarse. Nos esperaba una buena comida en el Rodizio Fogo du Chao, que es un restaurante bien famoso de acá. Casualmente también quedaba en Botafogo y también nos fuimos caminando. Cada día con más confianza caminábamos por la ciudad. Llegamos el restaurante divino, da contra la bahía y nuestra mesa miraba a la bahía de botafogo.

Nos llegaron nuestras caipirinhas brindamos y empezó a llegar carne por toneladas, uno de puede sentir presionado y todo de tanta carne que le pasan, y la carne más espectacular del mundo. De todos los cortes y all you can eat. Por mi experiencia en Argentina desde el comienzo tenía muy presente el punto donde tenía que parar para no volver a tener indigestión pesada. Bueno este restaurante increíble, una barra de ensaladas deliciosa, carpaccio de res ilimitado, mozzarella, alcachofas, queso parmesano sólido, espárragos, pan de queso (Laura Guts los disfrutó bastante) y caipirinhas deliciosos. A uno le dan un tag rojo y verde, cuando está en verde siguen viniendo los meseros. Cuando está en rojo paran. Nuestros tags se fueron poniendo rojos y todos plantamos. Nos quedamos un rato ahí y de camino de vuelta al hostal para bajar tanta comida. Una comida absolutamente deliciosa. Caminamos bajamos un poco la comida, en el hostal toña nos decía, no se duerman todavía, van a tener pesadillas, esperen. Llegó un alemán que quería irse de rumba pero estábamos mamados y teníamos planeado rumba viernes y sábado y estábamos a jueves. El man un bacán, sabía mil términos colombianos en español y finalmente se fue solo a su fiesta.

Levantada al día siguiente, mientras las niñas dormían yo me puse a escribir el mail de Iguazú y antes de las 10 las desperté, teníamos cupo para ir a volar Ala Delta en Río. Nos quedamos sin plata, me fui corriendo a la casa de cambio para cambiar plata, las niñas desayunaron. Cuando llegué nos estaba esperando un carro 4x4 descapotado bien chévere. Nos montamos y nos fuimos hacia el punto de despegue del ala delta. Pasamos por varios túneles, con buena música brasileira de fondo y llegamos. Firmamos esos papeles de responsabilidad, de no demandar a nadie, de muerte etc etc. Si uno firma esos papeles es porque algo muy emocionante viene en camino. Todo estaba en portugués y por lo que aprendí allá no entendí mucho pero pues uno firma sin problema. Nos dieron los carnets de vuelo y empezamos a subir hasta 700 msnm. Llegamos ya había varias cometas en espera para despegar y las nuestras. Uno va a la plataforma de despegue y se ve bien emocionante, y la vista es cosa de locos.

A uno le aseguran las sandalias y le hacen mucho énfasis que uno tiene que correr, que si uno no corre no coge la velocidad necesaria y no vuela. Y si no vuela pues ya se imaginarán. A uno le ponen su casco, su arnés, y practica la corrida con el piloto de uno. Lora fue la primera y salió, mi cometa estaba detrás y toca esperar a tener viento en contra para volar. Esperamos a que el viento estuviera bien, hay un punto de nerviosismo ahí, y ya un tipo da la señal, corre al lado de uno, uno corre corre y corre, y no puede ni parar ni saltar, y uno empieza a volar. A volar como un pájaro planeador como todo un chulo, (mi papá cuando yo era chiquito me preguntaba que qué pájaro quería ser y me la montaba por decir que un chulo), y uno empieza a planear y a sentirse volando. No hay ningún ruido de ningún motor, paz absoluta y chulos volando cerca a uno. Es absolutamente impresionante, abajo teníamos toda la selva de río, unas mansiones con piscinas, canchas de tennis, el mar. Uno alcanza a ver el Cristo redentor, impresionante. Uno vuela sobre el mar, sobre la playa. Bueno todo perfecto y empezaron a llegar corrientes no tan emocionantes de aire. El piloto se puso como nervioso y me decía, espalda recta, brazo encima del mío. Yo sólo pensaba que en este momento estábamos encima del mar y que el totaso sería fuere pero no TANTO, me asusté un poco. Pero todo salió perfecto y acá estoy escribiéndoles, (la mamá de toña nos decía ayer que menos mal ella nunca supo que íbamos hacer eso). Uno sobrevuela las playas y llega el punto de la aterrizada, a uno le desconectan una pierna y a correr en la playa queda seguir con el movimiento. La aterrizada perfecta y el sentimiento absolutamente increíble.

Lora ya había aterrizado y sólo toña faltaba por saltar y en ese momento los vientos se cambiaron de dirección y sacaron la bandera roja, (nadie puede volar hasta que el viento se corrija) y la bandera roja duró como 3 o 4 horas. En ese periodo me puse a caminar por toda la playa que era bien larga y ahí es cuando uno empieza a vivir la playa. Acá la gente tiene la mente totalmente abierta, como debería ser en todo el mundo, con varios temas. En las playas hay zonas de artistas y marihuana, uno pasa y sólo huele marihuana, la parte de los homosexuales donde se dan besos mujeres con mujeres, hombres con hombres, la zona de familia, la zona de la gente jugando football en la playa, bueno de todo. Ahí caminé un buen tiempo, vi desde lejos que toña había salido, me devolví, le tocó un vuelo muy muy bueno y una perfecta aterrizada. Antes con Lora nos tomamos un agua de coco, con playa y muy muy buen sol, me insolé un poco y todo. Nos comimos un helado de Asaí, una fruta del amazonas muy buena y en camino a Copacabana a encontrarnos en el punto 9 con Milena (nuestra amiga que conocimos en puerto Madryn), este era el sitio favorita de ella, zona de artistas, marihuana y buena energía.

Nos devolvimos en nuestro 4x4 descapotada y nos dejaron en Nespresso, un sitio muy bueno de café, cuando entramos todo el mundo lo mira a uno como si no fuera a comprar nada, y al papá de toña le encanta este café y no se consigue en Colombia. Subimos y empezamos a probar cafés de todo el mundo. Yo soy cero tintero y probé muchos. Al final quedamos como bien dopados de tanta cafeína, y salimos para el punto 9.

Llegamos un poco tarde pero finalmente nos vimos con Milena, no la veíamos desde Puerto Madryn y es una bacana, el novio estaba de viaje, ella trabaja como free lance, y nos dedicó todo el viernes y todo el sábado. Brindamos con unas cervezas y nos fuimos hacia el hostal a dejar las cosas y a cambiarnos para la noche de rumba en rio, con locales. Nos fuimos en metro y caminamos. Milena camina a todos los sitios y no importa la hora. Nos bañamos nos pusimos una pinta muy relajada y directo para la casa de Milena, nos fuimos caminando, (la mejor forma de conocer algo es caminándolo), comimos en un chuzo comida típica deliciosa y finalmente llegamos la casa, muy chévere, y llegó Julia, una amiga de Milena, y el papá de Julia. Nos fuimos caminando hacia la estación de bus y ya estaba de noche. Esperamos el bus y nos bajamos en el centro. Y a caminar se dijo, todo el mundo diciendo sobre los peligros y nosotros terminamos caminando de día y de noche por todo río. Muy rico.

Los andenes del centro son iguales a los de Macau, todo por influencia de los portugueses, me acordé mucho de mis compañeros de viaje en Macau, pasando navidad durmiendo cómodamente en un aeropuerto. Caminamos bastante y empezamos a llegar a una zona donde uno empezaba a oír samba en el fondo. Nos compramos 6 cervezas y empezamos a tomar, antes de seguir, probamos una comida típica del norte de Brasil, que es una masa bien pesada, fritada en aceite y un camarón arriba. Lo probamos, la vendedora estaba con su ropa típica, muy africana y bien sonriente. Se llamaba Sonia. De ahí empezamos a caminar sobre unas piedras y ya había mucha más gente, pero el ensayo estaba en receso. Acá todo el mundo lo ayuda a uno y le sonríen, para pasar de una piedra a otro la gente le da la mano. Nos conseguimos un buen punto donde uno podía ver donde los de la samba se sentaban y ya estábamos instalados en el ensayo de samba para el carnaval que es en un mes. Todo esto es al aire libre, gratis y la gente viene acá a pasar bueno.

Los cantantes llegaron se sentaron y empezaron a tocar esos instrumentos, uds no saben lo que se le pasa por uno al cuerpo, Milena me mostraba mucho los escalofríos que le daban y a mí me pasaba lo mismo. Nunca en mi vida había tenido tantos escalofríos de felicitad en un momento. La gente empieza a bailar todos emocionados, se mueven mucho, los tambores suenan, todos los instrumentos. Mejor dicho una mezcla impresionante de todo. La mejor energía del mundo, cada 3 segundos pasaba gente fumando marihuana, felices, sonrientes. Bueno es absolutamente increíble. Milena nos enseñó cómo bailar samba pero es bien complejo. A mi Milena me decía, Christian si te pones así significa que tú eres de Carnaval, tienes que venir al carnaval.

Conclusión, si o si tengo que ir a carnaval, si esto es un simple ensayo no me imagino lo que se siente en ese carnaval. Nos quedamos ahí unas buenas horas, nos tomamos nuestras cervezas, conocimos a más brasileiros y se acabó el evento.

Fuimos a donde Sonia cada uno se comió unas 4 empanadas de esa, nos tomamos foto con ella, nos regaló unas pulseras típicas de acá, que toca hacer 3 nudos con 3 deseos. Nos montamos en un taxi los 3, nos fuimos al hostal, y el resto del equipo se fue para la casa de Julia en otro taxi. Llegamos al hostal, nos comimos una caja de cereal nos tomamos un litro de leche y a dormir. Al día siguiente toña se iba. Nos levantó como a las 7AM se despidió y seguimos durmiendo.

A Lora y a mi sólo nos quedaba un día de vacación en Rio. Nos levantamos con algo de sed y malestar y pues tocaba conocer más cosas. Al lado de nuestro hostal estaba la Favela Santa Marta, una favela que la han ido adecuando y poniéndola segura para que los turistas del mundial puedan ir y todo está muy bien montado. Nos fuimos a caminar, y llegamos a un trensito gratis, (presta el mismo servicio del metrocable de Medellín) para poder que la gente suba hasta un punto muy alto de la favela. Nos subimos y nos bajamos en la última estación. Allá había un brasileiro muy bacán que trabajaba en Petrobras y tuvo que venir varias veces a Bogotá y siempre iba al edificio de mi trabajo pasado. Nos pusimos a caminar, hay un monumento a Michael Jackson hecho por Britto. Nos tomamos unas buenas aguas con gas, nos sentamos un rato y seguíamos con un sol arriba. No nos tocó ni un sólo día de lluvia, lo máximo. Me compré unas sandalias brasileiras en la favela y nos fuimos al hostal.

Empacamos nos pusimos los backpacks y hacia la estación de metro que esa noche íbamos a dormir en la casa de Milena. Salimos de la estación que Milena nos había dicho, y estaba parada esperándonos. Caminamos hacia la casa nos bañamos y se nos venía una sesión de caminatas por otras zonas de Río. A Lora esas empanadas de Sonia no le cayeron muy bien y estaba como enferma y se quedó reposando en la casa de Milena. Julia y su papá pasaron en su carro por Milena y por mi y hacia el parque Tijuca uno de los primeros sitios en ser reforestado en el mundo. Es el parque donde queda el corcovado. Nos bajamos y a caminar, es una caminata muy linda donde el Cristo redentor (corcovado) siempre le da la espalda a uno. Y todo está lleno de árboles de caídas de agua, lo máximo. Llegamos a un sitio nos bañamos en un chorro de agua. Llegó otra pareja de brasileiros, se pusieron hablar y terminan siendo muy amigos. Lo bueno es que uno medio puede entender algunas palabras y se puede dar una idea de lo que están hablando. Entre ellos sólo hablaban en portugués y el papá de Julia no hablaba ni inglés ni español y me hablaba como si yo entendiera todo, y no le entendía mucho. Sólo acentuaba con la cabeza. Nos devolvimos nos montamos al carro y nos fuimos almorzar a Santa Teresa.

Un sitio muy famoso por sus casas típicas, zona donde viven muchos artistas y su trolley, bondhiño, que hace poco dejó de operar y todo el mundo está bien aburrido con el tema. Por falta de mantenimiento se volcó uno y se mataron 6 personas y no ha vuelto a funcionar. Comimos una muy buena comida típica, con farofa, mariscos y buena samba en vivo en la parte de atrás. Comimos y ya fuimos a recoger a Lora que ya estaba perfecta para nuestra despedida de Rio. Milena tiene un grupo de música, bailarines, tambores y esa noche iban a practicar su marcha y sus canciones. Nos fuimos en bus, caminamos bastante por el centro y llegamos al sitio. Todo el mundo con sus faldas, sus tambores, la que guía la banda con un pito que todo el mundo oye y a verlos practicar. Es bien bien emocionante. Nos quedamos hasta que se acabó, había niños bailando mientras ensayaban, y mucha gente mirando. Lo máximo.

De ahí caminamos unos buenos Kms hacia Lapa, el sitio más famoso de rumba de Rio. Éramos un grupo como de 10 entonces no había problemas de seguridad. Caminamos con todos los del grupo, pasamos la catedral y finalmente llegamos a Lapa. Nos sentamos, pedimos unas cervezas y de ahí nos fuimos a otro sitio de samba. Lora entró al baño y yo entré al sitio. Una señora de amarillo se me acerca y me empieza hablar. Yo le digo no falo portugués, Colombia. Bueno no pudimos hablar. A los 3 minutos llega Lora, la señora se nos vuelve acercar y Lora dice "Sonia" y empezó a sonreír, ahí lora y yo no podíamos de la felicidad. Era Sonia la de la noche anterior, la vendedora de esta comida típica. El sitio estaba bien caliente y Sonia bien mojada de tanta sudoración. Nos abrazamos como si fuéramos mejores amigos, bailamos samba, ella hablaba de nosotros con sus amigos, y cada 3 minutos nos miraba y nos sonreía. Mucha casualidad tan tremenda. Nos quedamos un rato, se fue la gente de la música en vivo y ya nos teníamos que ir. Llegamos a la casa de Milena como a las 4 y a las 5 pasaban por nosotros para irnos al aeropuerto.

Dormimos menos de 1 hora, suena el despertador, y nos fuimos. El taxista un bacán, llegamos al aeropuerto internacional y había una fila bien pesada. Como nuestro vuelo era con Taca podíamos pasar por el tapete rojo y no hacer nada de fila. Imagínense cómo nos veíamos nosotros, si el primer día nos miraban raro y que no deberíamos estar en la fila VIP, pues hoy mucho menos. No creo que muchos back packs en Colombia tengan la etiqueta de elite de Avianca. Bueno no hicimos nada de fila y directo a la sala a esperar. Lora se comió su último pan de queso, hizo unas compras y arrancó el vuelo a Lima.

En la conectada había un cupo en ejecutiva y me subieron, es la primera vez que tengo un vuelo internacional en ejecutiva y me gusta. La azafata siempre me preguntaba cosas con el Sr Byfield, desea champaña Sr Byfield y así. En India en Jet Airways y yo viajando en gallinero también me hablaban por mi apellido...

Los asientos más amplios, uno entra de primero, muy rico, le dan champaña, comida rica, de postre un ponqué de chocolate muy bueno y pedí si tenían leche fría y efectivamente tenían. Entonces me pude comer mi ponqué con un buen vaso de leche y que mejor que terminar el viaje así. Llegamos al Dorado después de 2 horas de atraso en Lima y ahora hay fila preferencial en migración para los Colombianos. Muy bueno me parece. Me estamparon el pasaporte, bienvenido a Colombia y finalmente en la capital otra vez.

Mi mamá estaba esperándonos, ya empieza a sonar el celular y ya pues ni modo de no depender de ese aparato y hacia la casa.

Me bañé y ese punto de llegar a la casa es bien rico, tener su ducha, toalla grande y acolchonada, más de 3 bóxers que escoger y todos limpios, bueno si me pongo a describir todo uno nunca acaba. Me corté mis barbas, nunca había estado tan barbudo y sólo me queda cortarme el pelo que lo tengo bien largo.

Bueno el paseo se acabó y este año pinta muy muy bien, pues empezó con el pie derecho totalmente y he tenido una semana demasiado buena en la capital.

Creo que este puede ser el mail más extenso de mi historia viajera pero esa ciudad inspira mucho.

Preparados para el quiz para cuando nos veamos, espero estar escribiendo muy pronto.

CHB

PD: Les mando un poema que me gusta mucho

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.

Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo