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Mama Chungu, Tanzania 2009

miércoles, 26 de febrero de 2014

Parchando con los Gorilas, Uganda




















El camino a nuestro nuevo hospedaje fue bien emocionante, yo iba en el puesto de adelante por una carretera destapada y con muy buena vista. Es una zona bananera y se ven muchas bicicletas cargadas de cientos de bananos y muchos niños al borde de la carretera. Abrí el sunroof me paré en el asiento e iba todo el tiempo con medio cuerpo por fuera del carro saludando. Eso me acuerda mucho a mi papá, cuando era chiquito me gustaba mucho salirme por el sun roof y cuando decía "Agüita pa mi gente" mi papá echaba agua del limpia brisas...

Los chiquitos me veían, gritaban muzunguuuuu todos saludaban con la misma velocidad, movimiento de mano y corrían al lado del carro, relajación total. Pasamos por la  mitad de Queen Elizabeth Park y la velocidad se redujo sustancialmente. Había animales a los dos lados de la carretera, vimos jabalíes, elefantes y muchos impalas. 

Después de 8 horas de camino llegamos al lago Bunyonyi, un lago bien lindo y tranquilo en el sur de Uganda, lo llaman el lago Ginebra de África. Nuestro hotel quedaba en una isla y para llegar nos estaba esperando una lancha. Los paseos que involucren agua me gustan mucho, después de 20 minutos llegamos a nuestra isla y nos asignan nuestras habitaciones. La mía era un bungaloo privado con vista al lago. Desde mi cama podía ver el lago, la ducha también tenía su buena vista y pájaros de todo tipo volando y cantando desde las 6:00AM. Debe ser temporada de apareamientos porque durante mis largas sesiones de ducha me tocó ver un par de cortejos y baile de varios pájaros macho para conquistar a la hembra. Con mi ex jefe siempre discutíamos sobre el éxito del baile en el cortejo humano, yo creo que es muy efectivo, mi ex jefe cree que todo lo contrario...

Había otros viajeros por ahí, uno los ve y empieza hablar de inmediato con cada uno de ellos, cada uno con sus razones por que estar en estas. Unos por un par de semanas, meses o incluso años. Apagaron la planta eléctrica y pasa un mesero y a cada huésped le dan una lámpara con una vela adentro y esa es toda la iluminación que uno tiene para hacer todo. Comer, ir al cuarto, moverse y da una sensación bien interesante, hacer todo con una vela que me gusta mucho...

Sonó el despertador con un tono más amigable del que venía usando a las 4:45 AM. Finalmente era el día de ir al Bwindi Impenetrable National Forest en busca de los gorilas de espalda plateada. Prendí un fósforo marca "Gorilla" para prender mi lámpara. Buena vista al lago Bunyoyi, se veía bien lindo con la luna 1/4 de llena. Uganda está en pleno Ecuador y amanece a las 7 AM y anochece a las 7 PM. Estaba haciendo bastante frío, esa noche me tuve que poner una cobija extra, y ni pensar en ducha fría a esa hora. Toda la electricidad de la isla viene de plantas solares y si no hay sol no hay electricidad y por ende agua caliente. Me puse mi pinta, buenos zapatos para caminar, lavada de dientes y para el puerto con mi lámpara con la vela prendida adentro. 

James y Angeline ya estaban listos en su cuarto y bajamos hasta el puerto para montarnos en la lancha para llegar a tierra firme. Eran las 5:15 AM todavía se veían buenas estrellas de lo oscuro que estaba y la luna mandando mucha luz que fue la única luz que usó el lanchero para llevarnos. 15 minutos en la lancha, había buena neblina y nadie hablaba sólo se oía el motor andando y un par de pájaros que ya se estaban despertando. Qué mejor forma de empezar este día. 

En tierra firme nos estaba esperando Silva y nuestra camioneta, todos para arriba y a tratar de seguir durmiendo que es una tarea compleja. Eran dos horas de camino       en carreteras en mal estado y con unos policías acostados frecuentes que despiertan a cualquiera. Teníamos que llegar a Ruhija, nuestro punto dentro del parque para buscar los gorilas, Angeline durmió todo el camino hasta que vimos un letrero informado que el parque quedaba a la derecha a 26KM y nos desviamos. En ese punto no se ve nada de selva, pura zona de humanos y sus cultivos. Esta es una zona bien montañosa y las montañas están divididas en terrazas y cada una con su respectivo cultivo, muy parecido a algunas partes de Nepal.

En la carretera uno está con vista hacia un semi valle y ya estaba empezando a salir el sol, la parte inferior estaba totalmente nublada con varias puntas de montañas que salían como si fueran islas. Hasta que se empiezan a ver árboles grandes, selva densa y tupida. Es increíble como se ve una línea exacta entre lo que es parque y lo que no, pasa de selva húmeda intensa a cultivos en menos de 30 cm. El crecimiento de la población y zonas de cultivos es una de las causas que los gorilas estén tan amenazados. Pasamos un punto de control donde ya le daban la bienvenida al parque y seguimos andando. En ese punto ya es pura selva el aire es bien frío y supongo y espero que muy limpio. Pájaros por todas partes y los primeros rayos de sol que pasan entre los árboles, otro rato de camino y finalmente llegamos.

Entregamos los permisos, llegaron tres canadienses, un belga y un portugués. Estábamos los 8, este es el límite máximo de personas que permiten por familia de gorilas, nos sientan en un kiosco para la charla preliminar dada por nuestra guía Florence, mismo nombre que la guía de Kibale.

República Democrática del Congo, Rwanda y Uganda son los únicos países del mundo con gorilas de espalda plateada. (Un ejemplo de oligopolio y por ende los altos precios de cada permiso)

Quedan 880 gorilas en su hábitat natural, de los cuales 460 viven en Bwindi Impenetrable National Forest. 

Son vegetarianos y de vez en cuando comen termitas.

Cada familia está compuesta por 10 individuos en promedio, todas con un espalda plateada dominante.

Todos los machos se vuelven espalda plateada cuando tienen 14 años y su mandato puede durar hasta 10 años. No todos llegan a ser dominantes.

Las hembras tienen su primera cría a los 10 años y la gestación dura 8,5 meses.

Para poder recibir turistas cada familia de gorilas pasa por una sesión mínima de dos años de "habituation" que consiste en que los investigadores pasen jornadas con ellos, imitándoles, haciendo como si comieran matas y otras actividades para que no les tengan miedo a los humanos, no los asocien con peligro y sigan actuando normalmente. 

Reglas básicas:

Si uno tiene gripa no puede ir ya que puede infectar a los gorilas.

No acercarse más de 8 metros

No usar flash

No imitarlos

Si el espalda plateada llega a cargar hacia uno, quedarse quieto, no mirarlo a los ojos y coger una hoja y hacer como si uno se la estuviera comiendo

No comer ni tomar nada al frente de ellos

A caminar se dijo, una hora antes de que uno empiece a caminar mandan a 6 guarda parques en busca de las familias, nuestra familia asignada era la "Kyaguriro" compuesta por 19 individuos. Nos montamos en las camionetas para llegar al punto más cercano y empezó la caminata. Esta zona del parque es famosa por lo montañosa que es y por sus árboles altos. Al comienzo todo de bajada y con la selva húmeda alrededor de uno y una cantidad impresionante de pájaros. Muy parecida a la Sierra Nevada de Santa Marta.

El radioteléfono suena y nos dan el informe de nuestra avanzada, están muy cerca, ya vieron mierda fresca y los están oliendo. Las probabilidades de ver las familias es muy muy alta por lo fácil que son de rastrear de un día al otro. En ese momento nos salimos del camino principal y Florence saca su machete curvo (como el del signo del comunismo) y a abrir el camino que estaba tapado de matas. La caminata es pesada involucrando bastante sudor, además recomiendan llevar impermeable, yo lo tenía puesto y eso aumentaba considerablemente mi temperatura interna y por ende mi sudoración. 

Florence para, señala y teníamos los nidos en donde habían dormido los gorilas hace dos noches. Cada gorila hace su nido todas las noches para dormir, y son muy grandes y bien hechos, llenos de palos, cubiertos de hojas. Se ven hasta cómodos para estándares selváticos. Es muy emocionante ver eso, o por lo menos para mi, dan escalofríos y todo de la felicidad. Seguía la caminata. 

Caminamos un rato más y nos encontramos con nuestra avanzada muy sonrientes, ya estábamos al lado de la familia. En menos de 100 metros teníamos a los gorilas, en ese punto dejamos todas nuestras maletas, chaquetas, palos de caminar y nos llenamos de repelente, no hay mucho mosquito pero hay un tipo de jejen bien intenso. En ese punto ya se oían unos gritos y ramas rompiéndose que subía mucho las expectativas. Todos listos para el encuentro y a caminar, en menos de 50 metros señalan y ahí estaba un espalda plateada en el piso. 

Es algo muy emocionante poder ver a estos animales en su habitad, todo como una película. Estaba este espalda plateada, que no es el dominante de la familia, comiendo al lado de un árbol caído, arriba en los árboles de veían bolas de pelo negro que eran los bebés colgando, muchos de esos jugando y mirándonos. Ya el sol estaba afuera y se veían los rayos de sol pasando entre la selva. El gorila estaba sentado en un espacio algo abierto de vegetación que ayuda mucho para poderlos ver de cerca sin tantas ramas tapándolo a uno. Había bastante mierda de gorila que involucraba una cantidad importante de moscas volando en la zona.

En ese momento Florence nos dice "todos quietos que viene una hembra", la hembra iba para el mismo árbol caído y me pasa a menos de 30 cm, caminando en sus cuatro patas y apoyándose en sus nudillos. Al comienzo uno se pone muy nervioso y se imagina a este animal atacándolo y encima de uno, pero todos lo guías se ríen entonces da bastante tranquilidad. Se sienta al lado del macho a comer, en esas se oyen unos ruidos, el macho sé para y se va, la línea plateada de la espalda es muy marcada y emocionante de ver. Todo ese ruido significaba que el macho dominante estaba cerca y muy cerca. En menos de 30 segundos aparece caminando,  este animal de 200 Kg, muy imponente, el espalda plateada dominante de la familia, a unos 5 metros de nosotros, para, nos mira y sigue hacia el árbol caído. Tiene una barriga bien grande, y su par de manos del tamaño de unos guantes de boxeo, llega al árbol y se pone a comer.

En esas empieza a llegar todo su séquito. Un par de hembras, una de ellas con su bebé montado encima de ella, el sonido de las ramas de los árboles encima de nosotros empieza a incrementar y están los bebés moviéndose hacia la nueva posición de su macho dominante. Es algo muy muy emocionante, este era uno de los motivos por haber empezado mi viaje en África. Esto lo tenía que vivir y en ese punto me puse a pensar lo que estaba viviendo y simplemente no lo podía creer. Tenía una familia entera de gorilas, en las selvas de Uganda parchando conmigo, escalofríos y hasta ojo aguado de la felicidad. 

Se rompen muchas ramas cuando estos animales están montados en los árboles y son mucho menos ágiles que los chimpancés. En esas cuatro bebés empiezan a bajar de sus árboles para estar cerca del espalda plateada. Se nota un respeto total por parte de toda la familia y de nosotros hacia él. En ese momento ya empieza toda la interacción entre los miembros de la familia y a disfrutar, en total uno se puede quedar una hora con ellos que parecen 5 minutos. Los chiquitos juegan, se halan el pelo, se muestran los dientes, dan botes muy tierno y muy parecido a nosotros. Como cualquier  juego de dos niños chiquitos. Hay momentos donde imitan a su papá y se pegan con los dos brazos el pecho repetidas veces, tal cual como Tarzan. Había uno que se subía en el tronco caído y lo tocaba como un tambor y así sonaba, igual que los chimpancés. Todos se tiraban varios pedos y los humanos se reían, igual que nosotros pero a uno le meten ese tabú... y así se me fue esa hora. Una de las horas más emocionantes de mi vida. Es algo que es muy difícil de describir, tener a estos animales, tan parecidos a uno a menos de 1 metro en su casa... Absolutamente increíble. 

Florence nos dice, "les quedan 5 minutos". Todo el mundo, incluyéndome, pedíamos más tiempo pero nos dieron un par de minutos más y ya nos teníamos que ir. Yo me quedé mirando a un bebé con su mamá, ella lo acicalaba, el la miraba, es algo muy especial, hasta que vino otra vez uno de los guías y me dice "nos tenemos que ir ya"...yo era el único que quedaba ahí. Me despedí de estos animales y a recoger todas nuestras cosas. Ahí me conecté un rato con uno de esos árboles, me han dicho que libera mucho de la energía que tiene que salir de uno, y me fui.

Recogimos nuestros palos de caminar, me volví a poner mi chaqueta impermeable que a la devuelta también me hizo sudar bastante y a devolvernos por nuestro mismo camino. El camino de ida fue pura bajada, bien empinada, y ahora se nos veía lo mismo pero de subida y con todo el ánimo para hacerlo. Ya todos estábamos caminando cuando uno de los guías nos señala y estaba el espalda plateada no dominante a 5 metros de nosotros, todo escondido del resto de su familia. 

En la caminada de vuelta uno se pone a pensar lo que acaba de vivir de ver y es algo único, seguíamos caminando, selva virgen, aire puro y pájaros por todas partes. El belga me pregunta si estaba preocupado por lo que Falcao se lesionó. En este punto de mi vida no me estoy preocupando por nada (sólo por saber mi plan de la siguiente semana) mucho menos por la lesión de un jugador de fútbol. 

Llegamos a la oficina del parque, nos dieron nuestros diplomas que efectivamente habíamos logrado la caminata y devuelta a nuestro lago. Llegué a escribir todo esto y a estrenar nuevo cuarto, ahora estoy en una "Deluxe Geodome" que es el paraíso, tengo una cama doble, una ducha mirando al lago, un balcón bien amplio y todo el ánimo y energía de la vida. Me quedan un par de días acá, esperando a que me manden mi visa de Rwanda que es mi próximo destino.

Los quiero,

CHB 

martes, 18 de febrero de 2014

Uganda y sus Chimpancés






















De nuevo por Uganda, la perla de África. Durante el vuelo uno empieza a ver la transformación del amarillo y seco de Etiopía a lo verde y húmedo de Uganda. 

Uganda se independizó del Reino Unido en 1962. 

Población: 35 millones

Crecimiento de la población: 3,6% anual (una de las más altas del mundo)

Expectativa de vida 53 años

Las tasas de infección de SIDA venían en caída (25% en 1980 hasta 4% en el 2003), en ese punto los religiosos empezaron hacer campañas contra el uso de anticonceptivos y ya está en aumento otra vez, en este momento en un 6,5%(No entiendo eso en lo más mínimo)

85% de la población es cristiana (protestantes y católicos)

PIB per cápita USD 547

Ahora a adaptarse a un nuevo país,

Mirar al otro lado para pasar las calles
Nueva moneda con su respectiva tasa
Nuevo idioma
Empezar a dormir todas las noches con mosquitero

La migración fácil, uno charla, se ríe con la señora de migración. Visa a la entrada y a buscar partners para compartir taxi, en esa tarea fracasé. 

Antes de llegar a Uganda había puesto un comentario en Couch Surfing (una página en internet que a uno los hospedan gratis en todo el mundo) buscando compañeros de viaje para ir a ver los gorilas como independiente y no con agencia y nadie respondió. El que si me respondió fue Bilal, un libanés que le gustó mi perfil en CS y me dijo que si iba para Kampala el me recibía con mucho gusto y así fue.

El aeropuerto principal de Uganda queda en Entebbe, un pueblo a una hora de Kampala, mi ciudad de destino. Un taxi me costaba 40 usd. En transporte público 5 usd. Pasos a seguir transporte público. Me fui en taxi hasta la estación de Matatus (mini buses) y me subí en uno en camino a Kampala, estos buses paran en cualquier momento cuando les saquen la mano. Acá ya no soy forengi sino muzungu. Ese término ya me había tocado en mi viaje a esta zona de África y me gusta. Para todo uno es un muzungu.

Era el único muzungu en el matatu, me senté y le pregunté a mis compañeros si sabían donde era la casa de Bilal. La señora de la lado mío sólo me decía que tuviera cuidado con mis pertenencias, que estuviera muy pendiente. 

Desde la ventana ya se veían muchos más colores que en Etiopía, las señoras con su ropa bien colorida, tomates, frutas, árboles grandes y verde mucho verde por todas partes. Estos colores me alegran no sé si es por lo parecido con Colombia pero algo pasa en mi cabeza. En el puesto de atrás estaban Grace y a su hermano Marc Anthony, ellos sabían perfectamente a donde tenía que ir, era a las afueras de Kampala y llegar no era nada fácil. Acá los taxis son moto taxis (boda boda) y no me recomendaban irme hasta allá con mis backpacks en boda boda. Tenía que montarme en otro Matatu y quedarme en una intersección de calles. 

De nuevo por Kampala, una ciudad amigable para términos africanos, con varios pájaros de 2 metros (Maribu) volando todo el tiempo sobre la ciudad y uno empieza a acordarse de sitios en los que ya estuvo y es bien emocionante, la estación de Matatus bien grande y caótica, todo el mundo lo mira a uno, le pregunta a dónde va, le ofrecen todo tipo de productos con un constante olor intenso a exhosto.

Grace y Marc me llevaron a donde tenía que coger mi bus, me dieron las instrucciones y cuando ya estaba arrancando decidieron acompañarme. Grace me decía, "cuando yo he viajado a mi me han ayudado y esta vez yo soy la que ayudo". Me prestó su celular para llamar a Bilal, todo perfecto. Me sentía como todo un niño recomendado en un avión para llegar a mi destino. Llegamos, nos bajamos los tres a esperar a que Bilal me recogiera, no se quisieron ir hasta que estuviera sano y salvo y no me dejaron pagarles sus pasajes de matatu por haberme acompañado, se despidieron y se fueron...Se van apareciendo estos personajes para facilitarle y alegrarle la vida a uno de la nada...

Bilal es un libanés de 26 años que se vino con su hermano a emprender a Uganda y les está yendo muy bien con la exportación de cacao, su hermano se devolvió y el se quedó al frente de la empresa. Muy buena gente y está muy interesado en viajar por Sur América, vive en un tercer piso con una vista muy linda y un apartamento con un cuarto de visitantes que en este caso era el mío. Es bien rico también estar en una casa y no sólo hoteles y hostales. Esa noche tenía una comida con un amigo de Uganda y me invitó. Me bañé, me puse mi pinta elegante y para el restaurante. Paul, el amigo de Bilal, es un arquitecto de Uganda muy buena gente, con un inglés perfecto y muy viajado. Me comí la mejor carne de este paseo en el restaurante francés en el que estábamos y ya era la hora de irnos de rumba.

Llegamos a Mishi Mesh, un muy buen sitio para tomarse algo y queda en una casa inglesa antigua con unos jardines y unos árboles gigantes. El bar tiene mesas encima de los árboles, uno se sube por una escalera y es como una casita en el árbol, bien chévere. Nos tomamos unas ginebras, música internacional igual a la que uno oye en Bogotá, y baile muy internacional, nada africano. A las 2 AM nos fuimos a dormir.

El domingo teníamos un plan relajado, desayunamos un buen desayuno libanés y nos fuimos almorzar con Carol, otra amiga de Uganda de Bilal muy querida. Estuvimos todo el día juntos por la noche fuimos a la casa de Carol a tomarnos unos vinos y a fumar narguila, Bilal no toma por lo que es musulmán. Esa era mi última noche con ellos. Bilal tenía un viaje de trabajo al día siguiente por una semana, nos despedimos de Carol, ella me pregunta que dónde iba a dormir y le cuento que tenía reservas en el hostal de Kampala y nos despedimos.

Llegando a la casa de Bilal, Carol le manda un mensaje a Bilal que un amigo ruso de ella me hospedaría sin problema, me pareció chévere y así fue. Levantada a las 5AM en la casa de Bilal, me lleva hasta una estación de Boda Boda y me monto con mi Backpack hacia la casa de Carol. 

Tengo que aceptar que me encanta la experiencia del boda boda en Uganda, uno por las calles de Kampala con mucho trancón y uno evitándolo montado en esta moto. Obviamente sin cascos ni nada de protección y a altas velocidades. Hay varios huecos entonces de vez en cuando uno tiene darle su buen abrazo al conductor. Uno va charlandito de la vida con ellos y el aire no muy fresco sobre uno, unas gafas es una buena idea por el polvero y partículas que hay en el aire.

Llegué bien en la madrugada, timbré despertando a toda la casa, me pasan una almohada y una cobija para que siguiera durmiendo hasta que amaneciera y poder hacer mis vueltas. Carol se despertó, preparamos un desayuno muy completo y delicioso. Mi próxima tarea ir por los permisos de los gorilas y los chimpancés a la oficina de vida salvaje de Uganda. Me fui en boda boda hasta la oficina del parque, esta boda boda tenía un pito que sonaba como un camión y el chofer estaba muy orgulloso y le gustaba usarlo. Finalmente tenía la oficina de Uganda Wildlife Authority al frente mío. Llevo mirando esa página años, mirando los permisos de los gorilas, disponibilidades...

Me senté con una señora para cuadrar mis próximos días. Conseguir los permisos es algo complejo y costoso. Ponen unos precios bien altos por cada permiso y es normal tener incrementos de precios del 30% anual en dólares. Tienen el oligopolio mundial de gorilas y los turistas siguen pagando los precios que ellos decidan, desde la última vez que estuve por esta zona se han doblado en precio, y aún así la disponibilidad es muy limitada. Para mis fechas había disponibilidad, ahora el dilema era cómo llegar a los parques. Con transporte público es casi imposible y uno tiene que llegar el día y a la hora exacta del permiso sino uno pierde el permiso y ese es un lujo que por nada del mundo me podía dar. Tenía que alquilar un carro para que me llevara o irme en un tour... 

Me paré sin comprar nada para ver qué iba a pasar y en la oficina estaban sentados Angeline y James, dos ingleses muy queridos de 35 años dándole la vuelta al mundo también. Los saludé y les pregunté por sus próximos pasos. Teníamos planes muy parecidos y les dije que fuéramos compañeros de viaje y alquiláramos una camioneta juntos por esos días y así fue. En ese momento ya tenía compañeros para llegar a los parques y movernos sin problemas. 

Compramos los permisos y nos quedaban tres noches en Kampala, yo no tenía ningún problema con eso, tener un año por delante le da a uno mucha flexibilidad. Ahora teníamos que buscar opciones de transporte y estábamos listos. Ellos por su lado, yo por el mío y escogeríamos la mejor opción. Increíble como las cosas se van dando...

Se subí en mi boda boda rumbo a la casa de Carol que me iba a llevar a la casa de su amigo ruso, que sería mi nueva casa. Llegamos y el bario era bien elegante, Kololo, queda al lado de todas las casas de las embajadas y el conjunto se veía muy bueno. Subimos al cuarto piso y ahí estaba Vlad. Un ruso de 30 años, negociante a morir, en busca de mucha fortuna en estos países africanos. Estaba en su sala viendo Modern Family y está seguro que se va a casar con una colombiana como Sofia Vergara. Nos presentamos, nos pusimos a charlar de la vida, de mi viaje a Rusia y de temas varios. Me lleva a mi cuarto y eso parecía una suite presidencial.

Mi cama tenía cuatro columnas, un mosquistero muy elegante, una colcha de plumas deliciosa, sábanas oliendo a pura limpieza, dos mesas de noche, un closet y un baño con agua caliente, buena presión y buena vista. Estaba en el paraíso, apenas Vlad se fue me tiré en esa cama como pura película, olía las sábanas, me bañé largo y le di todo el contenido de mi backpack a la empleada para que mi ropa quedara limpia y con el mismo olor a esas sábanas. El edificio tenía una muy buena piscina, sauna y turco para el uso de los residentes y sus invitados como yo. Carol se fue y me quedaban 3 días de parchar con Vlad. 

Fueron tres días muy tranquilos, el dormía hasta la 1 PM. Por la mañana yo me iba en boda boda a turistear (repito intensamente que estos países de África no son para turistear en sus cuidases) fui a unas tumbas que quemaron hace 3 años del reinado de Buganda. Uganda está compuesto por varios reinos pero ya no tienen poder político. En el reino de Buganda a partir de 1913 las mujeres adquirieron los siguientes derechos:

Comer pollo
Montar en bicicleta
Votar 

Estuve en una mezquita financiada por Gadafi en tiempos de Ada Amin Dada y no mucho más. Usaba la piscina, el turco y con Vlad tuvimos una sesión de gimnasio que me dejó con los brazos vueltos naco por 2 semanas. Acompañaba a Vlad a su oficina, reuniones, unos días de serias conversaciones de emprendimiento y como el iba a llegar a los USD100 millones, un personaje total. Casi todo lo hacíamos caminando y por las noches hay que tener mucho cuidado porque no hay nada de alumbrado público y en los andenes es muy común tener huecos de 1 o más metros de profundidad...

Vlad dice que cualquier muzungu que esté en estos países buscando negocios tiene algo raro en la cabeza y estoy de acuerdo con él por lo que conocí de sus amigos extranjeros en busca de éxito y mucha plata. Es increíble como en estos países para tener cualquier contrato con el gobierno es necesario sobornar desde el portero hasta el que toma la decisión... Me gustaría pensar que Colombia está cambiando en ese sentido pero depronto estoy siendo muy ingenuo. Y así se pasaron mis días en la capital de Uganda. 

Llegó el día de ir a Fort Portal, el sitio donde nos iba a recoger nuestro chofer, necesario un bus público para llegar allá. Esperar 2 horas hasta que se llene el bus. En esos momentos de espera entran unos 50 vendedores ofreciendo los siguientes productos:

Libros
La Constitución
Pantalones
Bebidas
Pañuelos
Juguetes
Manzanas
Muffins
Cargadores
Memorias
Audífonos
Periódicos
Todo tipo de comidas

Compré unos deliciosos ponqués, la señora los saca con su mano, coge los billetes, agarra las barandas de los buses todo con esa misma mano con la que me pasó mi comida.  Nada de higiene y espero que mi estómago entienda el mensaje que tiene que adaptarse también. 

Finalmente llegamos, estaba Silva, nuestro conductor, esperándonos y rumbo a nuestro campamento. Un muy buen sitio, tuvimos un show de baile donde al final invitaban a un par de muzungus al baile y fui seleccionado para bailar el baile del chimpancé. Creo que tuve un buen debut con unas maracas amarradas en ambos pies y mucha percusión, cantos y aplausos. Es increíble como la música se mete en uno, los holandeses que estaban en el hotel me preguntaban que si había practicado este baile antes. Yo les dije que el baile del gorila de vez en cuando en Colombia pero nunca el del chimpancé.

Ida a dormir temprano por lo que no había luz después de las 10 PM, en una carpa con dos camas adentro y prepararse para el encuentro con los chimpancés el día siguiente.

La única vez que había visto chimpancés salvajes fue en el 2009 en un parque del norte de Uganda con Mauricio Child, nos tocaron dos y a 50 m en la punta de un árbol. Esta vez esperaba que el encuentro fuera un poco más cercano. 

Llegamos a nuestra cita con los chimpancés más que puntuales una hora antes a la 1PM, nos cuentan que por la mañana los vieron en los árboles. Los árboles de esta zona son gigantes y altísimos, y verlos en los árboles muchas veces puede ser muy limitado. Esperamos a otra pareja, éramos 5 en total y nos fuimos en las camionetas hasta el punto más cercano de donde los habían visto esa mañana. Florence, nuestra guía, era la encargada de llevarnos a estar con un rato con los chimpancés. Reglas básicas,

No imitarlos (Puede que uno haga una seña indebida y se pueden ofender)
No usar flash 
No darles comida
Si se mandan contra uno, quedarse quieto
Si se le mandan a uno con un palo, quedarse quieto y esquivar el palo
Si uno tenía que defecar (así lo anuncian), abrir un hueco de 30 cm y tapar todo
No acercarse a más de 8 m de ellos

Llegamos al sitio más cercano y todos para abajo y a caminar con nuestras respectivas botellas de agua. Todos siguiendo a Florence, es muy parecida a la vegetación en el Amazonas, árboles muy muy altos y en la parte de abajo poca vegetación con muchas hojas y ramas caídas. Árboles gigantes con raíces bien poderosas que los soportan y mariposas de todos los colores acompañándonos. Caminamos una media hora y llegamos al punto donde los habían visto esa mañana, un árbol muy imponente con muchas frutas, la mayoría en el piso ya comidas y un olor fuerte del proceso de descomposición de las frutas. Florence da una vuelta y no los ve por ningún lado. Tocaba seguir caminando hasta encontrarlos.

En ese punto nadie hablaba, ni miraba las mariposas, todo el mundo seguía en fila india a Florence y se va generando un ambiente raro de mucha incertidumbre, suena un sonido de un animal. Miró bien emocionado a Florence y me dice con su acento africano "a bird" nos miramos, no mucha emoción en nuestras caras y seguimos. En estos momentos hay mucha expectativa y en estas ocasiones a uno siempre le advierten que al ser animales salvajes nunca aseguran encontrarlos...

A los 15 minutos otro sonido, la miramos y nos sonríe.  Era el llamado de los chimpancés, emoción absoluta en mi y del resto del equipo, con ese llamado nos desviamos y empezamos a seguir el llamado. Debe ser chistoso de guía, tener a esta mano de muzungus mirándola con tanto entusiasmo esperando ver lo que ella ve todos los días. La velocidad del paso aumentó por obvias razones y por un tiempo no volvieron a gritar. Parábamos, esperábamos a que todos llegarán para no tener el sonido de los pasos rompiendo las ramas del piso y todos en silencio a esperar otra señal. Y la señal llegó. Si a mi me quieren ver absolutamente feliz es en una situación de este tipo, levantaba los brazos como si hubiéramos ganado un partido de volleyball.

Ya se oían muy cerquita, seguimos caminando y Florence señala, si señores teníamos a una familia de chimpancés salvajes al frente de nosotros, para sumar un poco de puntos, estaban en el piso, a unos 5 m de nosotros. No sé si el cuerpo se mal acostumbre de tener tantas experiencias de felicidad extrema en periodos tan cortos de tiempo.

Es algo muy emocionante, ver a estos animales, que son igualitos a nosotros (comparten el 99% de nuestros genes) en su selva y relajados en el piso reposando. En ese momento vimos unos 4 machos y una hembra en celo con su vulva bien inflamada, Florence identificó al macho alfa y nuestra tarea era seguirlo. Si lo seguíamos, en teoría, haría unos llamados y los demás los perseguirían. 

Empezó a caminar rápido en sus cuatro patas y nosotros detrás, la otra pareja eran unos suecos de unos 70 años y no podían ir a nuestro ritmo, pero lo hicieron bastante bien. En un momento pasó un árbol con sus raíces salidas pega un grito fuerte y les pega a las raíces un par de veces como si fuera un tambor produciendo un sonido muy parecido. Esa es una de las formas de comunicación de ellos, intenté después usar las raíces como instrumentos y toca pegarles bien fuerte para que suene, pero el resultado es bien sonoro. Por lo visto los únicos que seguíamos sus llamados éramos nosotros. Ni medio chimpancé lo perseguía. 

Pasamos al lado de otra familia donde había un bebé colgado de los árboles muy tierno mirándonos pero no pudimos parar a verlos. Florence estaba muy preocupada de perder a nuestro macho alfa de vista. Nos apuró y seguimos caminando. 

Después de pasar por unas huellas de elefantes, paramos un momento a mirarlo y a tomar fotos y finalmente paró, se comió un par de frutas, estábamos tan cerca que se oye cuando muerde, cuando se rasca y todos los sonidos que hace. Se subió a un árbol sin ningún esfuerzo a seguir comiendo. En esas hace pipí, nosotros lo esquivamos y esperar a su familia que nunca llegó.

Ya era la hora de devolvernos, llevábamos casi una hora detrás del alfa y ya Florence empezó a caminar para las oficinas del parque. Volvimos por el mismo camino y el bebé y su familia ya no estaban. Pero el árbol seguía ahí. A mi me gusta mucho poner mis dos manos sobre estos árboles gigantes y quedarme un rato conectado, y que mejor que un árbol que normalmente está habitado por chimpancés. 

En esas vemos caminando un par de  chimpancés y los perseguimos, era una mamá (las hembras son más penosas que los machos) con sus dos hijos. Uno de 7 meses y uno de 7 años, normalmente un hijo se queda con la mamá hasta los 13 y después se independiza. Se quedaron encima de un tronco y muy tranquilos gritaban, se acicalaban entre ellos, el bebé dormido con su cabeza toda torcida. Es impresionante lo parecidos que son a los humanos, las manos son exactas, los gestos, todo.

En esas el hijo mayor se nos empieza a acercar. James y yo éramos los que estábamos más cerca y nos mira no muy amigablemente. Florence nos decía "he is charging" y efectivamente estaba detrás de nosotros, en esas coge un pedazo de tronco se acerca a nosotros y no lo tira. Al comienzo era asustador pero Florence sólo se reía, entonces asumí que no era peligroso. Muy emocionante. Se pararon y siguieron. Los muy bebés están agarrados al frente de la mamá mientras caminan fuertemente agarrados y uno les ve las manitas bien apretadas. Cuando crecen un poco ya se pasan para la espalda y van como todos unos jinetes.

Nos los encontramos más adelante y estaba este mismo chimpancé joven jugando con unas ramas, y tenía ganas de jugar con nosotros. Esa fue nuestra conclusión. Se bajaba al piso, saltaba a los árboles, se nos acercaba a menos de 2 metros y nosotros felices tomando fotos. La luz de la selva no es nada buena para tomar fotos... Esa fue nuestra despedida con los chimpancés. No me cabe en la cabeza como pueden tener a estos animales disfrazados y poniéndolos a hacer cosas ridículas en los circos...Ahora si se nos acabó el tiempo y devuelta unos 45 minutos hasta las oficinas. Una experiencia realmente increíble.

Todo el mundo con una buena sonrisa en la cara, nos despedimos, hora de la propina para Florence y para el hotel. Estos guías se deben hacer mucha plata a punta de propinas, la gente sale tan emocionada que se emocionan también a la hora de la propina. En este momento son las 11pm, hay buena lluvia, estoy metido en mi carpa escribiendo esto bien inspirado, y mañana arrancamos camino para ver los gorilas de espalda plateada en el Bwindi Impenetrable Forest.

Me alegran mucho sus respuestas,

Los quiero,

CHB 

jueves, 13 de febrero de 2014

Despedida de Etiopía





















Última noche en la depresión del Danakil. Nos tomamos unas cervezas, todos hablaban en francés y cuando yo llegué todos empiezan a hablar en inglés para que y pueda participar. La mejor noche que tuve en este paseo en términos de dormida y para estar listo para los lagos de azufre. 
Salimos muy temprano, Thibault y yo en el techo de la camioneta y llegamos a este sitio que no parece el planeta tierra. No hay nada vivo en el piso, ni un solo verde y todo de un color rojo y café, caminamos detrás de los soldados y empezamos a ver unos lagos de unos colores fosforescentes bien particulares. 
Había un fuerte olor a huevo podrido que duró todo el recorrido, después de un tiempo uno ya lo ignora. Había varias golondrinas volando y cantando en el cielo. Los lagos son una cosa de otro mundo, colores amarillos, rojos, zonas donde está hirviendo líquido todo el tiempo, suena como una cafetera cuando tiene el café listo. Sale algo de humo, los líquidos se mueven y todo es 100% natural. Impresionante, ya muchos de estos lagos se secaron en los últimos tres años por que están sacando mucha agua de la zona para las industrias. Muchos de estos lagos tienen mucho potasio y están montando empresas bien grandes de fertilizantes. Seguimos caminando y viendo varios tipos de estos lagos, muchos están rodeados de pájaros muertos que se debieron perder y tomaron de estos líquidos y ahí quedan...si tuviera que filmar una película que requiriera paisajes de otro planeta, esta sitio sería mi selección.
Nuestra última parada del paseo era la industria (si se puede llamar así) de sal del desierto, con la que cargan las caravanas de camellos y burros. Llegamos al desierto  de sal y hay unos 300 hombres trabajando y trabajando duro. Esto parece una mina del año 1500, todo manual, 5 hombres haciendo mucha palanca con unos troncos delgados sacan pedazos de piso de sal, ahí pasa otro hombre con una hacha rompiendo el pedazo, una vez tienen el pedazo separado del piso le empiezan a tallar y a dar forma para que quede listo y sin ningún molde o medida todos quedan exactos. Todo esto acompañado de un sin número de camellos, burros, y todos sus desechos orgánicos que se mezclan sin problema con la sal que van sacando, y más adelante consumiendo obviamente sin ningún tratamiento posterior.
Las caravanas también las componen muchos burros muy pequeños que siempre tienen las orejas abajo y cara de tristeza... A muchos animales domesticados de esta zona también les toca bien duro, tienen unas peladuras infectadas, garrapatas en los párpados...no sé que tanto cuidando les den. En este momento están construyendo una carretera muy buena por esta zona que cuando esté lista los camellos, burros y sus guías tienen que empezar a buscar un nuevo trabajo o zona para trabajar.
Se nos acabó el paseo, ya era hora de devolvernos a Mekele, viaje de 6 horas con un par de paradas visitando muchos puntos de gente Afar. Casi todos se afilan los dientes desde pequeños en forma de colmillo y es bien impactante verlos. Finalmente llegamos a Mekele, algo cansado de tanta sesión de carro y  en ese punto ya el cuerpo necesitaba una ducha.
Sólo quería una buena ducha de agua caliente, mi hotel estaba lleno y mi ducha casualmente no tenía agua caliente. Soy pésimo bañándome con agua fría en clima frío, normalmente prefiero no bañarme a bañarme con agua fría. Estoy en un clima como el de Bogotá. Pero este era un caso donde sí o sí me tenía que bañar. Estaba oliendo a mico, un Eslovaco me decía que no era tan grave y pues tocó. Prenda la ducha, métase a esa agua helada, respire profundo y bañarse lo más rápido posible lo grave grave es el comienzo después no es tan grave. Me fui a vestir y al lado de la cama me encontré un par de condones usados... No muy bonita sorpresa, y no es la primera vez que me pasa en África. Los belgas se me burlaban y me decían que por lo menos los africanos los están usando, y protegiéndose. 
Esa noche nos íbamos comer con mi combo del tour, nos comimos unas pizzas y un par de cervezas. Caminando para el hotel había una buena fiesta en una discoteca y nos metimos. A mover hombro se dijo. De algo sirvió mi entrenamiento en la casa de Indakidano, nos quedamos un buen tiempo ahí, las meseras, hombres y mujeres nos bailaban. Pura música africana, había momentos donde uno se ponía en el centro agachado y todos los demás daban vueltas en un círculo sobre uno y con los brazos encima de uno, sonrientes y con muy buena energía. En esas ponen un buen reagetton, uno de los que me sé, y nuestros compañeros de bailada se reinan que yo pudiera cantar esas canciones. Por lo visto acá también ha tenido buena acogida ese buen género musical. Pasamos muy bueno y a caminar de vuelta al hotel. En este país me siento muy muy seguro.
Etiopía tiene mucha historia religiosa y a un par de horas de Mekele quedaban unas iglesias construidas hace 1500 años, llamadas las iglesias de Tigray. 12 personas del paseo al volcán nos emocionamos y decidimos ir día siguiente. Ya todos se conocían con todos y es increíble como en tan pocos días de uno viajando con personas que nunca en la vida había visto se puede sentir tan cercano a ellos.
Después de un par de horas llegamos, hay unos árboles bien grandes que dan buena sombra y estamos con unas montañas altas y rojas al fondo. El paisaje es bien imponente y lo comparan mucho con el cañón de Colorado, no lo conozco pero por las fotos que he visto si tiene su similitud. Se nos venía nuestra primera hazaña, subir a la primera iglesia, en un punto bien arriba de estas montañas. No es cualquier caminata, requiere su buen esfuerzo y no tenerle miedo a las alturas. Mi mamá definitivamente no lo habría disfrutado. Iban bajando unos canadienses y nos dicen si están dudando en subir, no lo hagan. En ese momento uno de nuestro grupo decidió quedarse.
Es literalmente escalar una pared alta, y escalada que si llegaba a haber un error, sería uno grave y muy grave. Ni hablar de arneses, cuerdas o cascos. La ayuda eran unos negritos que le decían a uno donde poner los pies y las manos. La calidad de la piedra si era buena para escalar, eso ayudaba pero sigue siendo bien asustador. Después de mucho esfuerzo y apoyo grupal llegamos a la cima todo el mundo se felicitaba con todos, la vista si es espectacular, era la hora de entrar a la iglesia. Para entrar teníamos que pagar 8USD por persona y que el padre abriera el candado. El padre en teoría tenía 25 años, yo no lo pongo más de 20 y tenía una medio sábana puesta cubriéndole sus jeans y su ropa moderna, nada comparado a un padre de Lalibela.
Entramos, muy interesante, bien conservada y llegó el momento de abrir la Biblia de hace 1500 años, la tratan como si fuera un periódico de hoy, la muestran y la vuelven a guardar. Se acabó la charla y el guía dice, ahora es el momento de la donación al padre por haber abierto la iglesia y todos tienen que dar algo, el padre sonreía con mucha malicia. Le dimos una donación en conjunto y saliendo en padre nos miraba y nos hacia la seña de plata con las manos y nos pedía más. Qué clase se padre era este personaje, concluimos que era un amigo del guía disfrazado. Para la bajada, mismas condiciones que a la subida, da un poco más de miedo porque uno tiene los precipicios ahí al lado y uno los está mirando. Todo el mundo logró bajar y acá les estoy escribiendo.
Se nos venían otras iglesias pero ya eran suficientes para mi y no iba a seguir pagando 8USD por entrar a cada iglesia. Me parece ridículo que cobren esas tarifas tan exageradas. En este paseo a Etiopía he pagado más de 100 usd por entradas a iglesias...a la devuelta llamamos a Thibault y Louis para comer y un par de cervezas. La cerveza hace parte de mi nutrición diaria en este viaje, ojalá no tenga muchas consecuencias en mi barriga. Acá nos despedimos de todos los del grupo, cada uno tenía diferentes destinos.
Me quedé un par de días más en Mekele esperando que hubiera cupo en mi bus de 15 horas a Addis y relajación total. Pasé los dos días a visitar a Indakidano, que sin lugar a duda es la persona más sonriente del pueblo. La primera vez pasé y me dijo, por medio de su hijo que era nuestro traductor, que pasara por la noche. Más tarde llegué y esta vez no me sirvieron t'alla sino una buena cerveza St George. Se había dado cuenta que no me gustó mucho la t'alla y me tenía cervezas. Nada más tierno que eso. Me senté en la cocina de ella, su hija nos trajo una inyera, la comida típica donde uno come del mismo plato. Esta vez me gustó mucho más que en Addis. Llegó su hermana, nos saludamos con el saludo típico y a sentarnos a mirarnos. 
No hay lenguaje en común y pues es mirarnos, oirlas hablar, sonreír y disfrutar. Estaba en la casa de Indakidano, sentado en un costal, en un piso de tierra, tomándome unas cervezas con ellas, no le podía pedir nada más a mi noche. A la hora de irme le dije que me dejara pagar por las cervezas, se puso brava de que preguntara eso, no me dejó y me mandó con su hijo de 10 años que me llevara hasta la puerta de mi hotel. 
Al día siguiente lavé toda mi ropa, rico ponerse ropa limpia y fui a imprimir la foto que nos habíamos tomado con Indakidano para regalársela. Le compré una botella de vino y por la noche volví a su casa. Apenas me ve sonríe y manda a su hijo corriendo a máxima velocidad 8 para que me traiga una cerveza, me ofrece carne de cabra y me dice que me siente. Le gustó mucho la foto, se la mostró a todo el mundo en su casa, me tomé mi cerveza y me fui. Nos abrazamos y al despedirme me pide el favor que la llame cuando llegue sano y salvo a Addis(por medio de nuestro traductor oficial)... 
Todos en esta familia están siempre sonrientes y creería que son muy felices con sus vidas. 
Una persona como Indakinado, siempre y cuando tengan sus necesidades básicas satisfechas, (desde mi perspectiva de felicidad) es mucho más feliz que una que trabaja 14 horas diarias detrás de un computador, ve a sus hijos los fines de semana, tiene el último carro y un Rolex en su muñeca. (Las prioridades en la vida de muchos como que están cambiando...
Próximo destino Uganda, para llegar allá estuve un bus de 15 horas hasta Addis acompañando por Sirak, hubo varias paradas técnicas para ir al baño, cuando no era en el campo sino en baños de verdad había un pasajero que no le gustaba esperar y hacia pipí en las paredes. Dormida donde el primer Couch Surfer y un vuelo de 3 horas hasta Entebbe. Hasta acá llegó mi visita a este increíble país, cada día quedo más fascinado de este continente.
Los quiero,
CHB