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Mama Chungu, Tanzania 2009

domingo, 19 de enero de 2014

Gondar y Bahis Dar, Etiopía

Mi estado de salud ya está mejor que nunca,
El mismo bus que pasó por nosotros en las montañas, casualmente iba para Gondar, y por unos bires (la moneda de Etiopía) de más nos llevaba en bus privado, las personas de acá son muy muy amables pero también son unos negociantes empedernidos. Acá se negocia todo, absolutamente todo y a uno por ser forengi le empiezan cobrando unas cifras muy por encima de los precios reales. Es un juego de negociación que me ha tocado en varios países, pero es un juego que desgasta, que a uno todo el tiempo le pidan 4 o 10 veces el precio de algo es como mamón. (Hoy por un par de huevos me querían cobrar 5 USD y normalmente pago 1 USD) todo por el color de uno que en estos países resalta como un reflector por todas partes. 

Nos fuimos muy cómodos hablando con el conductor del bus, tenía nuestra edad (25 años) y por ahora no se quería casar, quiere tener máximo dos hijos, nos contaba que en el campo los hijos son una herramienta más de trabajo y que resulta muy útil tener muchos hijos, traen más agua, tienen más manos par trabajar el campo pero a la hora de heredar la tierra se vuelven las áreas cada vez más pequeñas, hasta un punto que no es suficiente para poder alimentar a una nueva familia...Llegamos al hotel, nos acomodamos y nos quedamos ahí toda la tarde con unas cervezas. Nos tomamos casi a diario una cerveza (Meta Premium o St George) que debe contribuir para nuestra alimentación diaria, al día siguiente fuimos a unos castillos y unas iglesias del año 1,200, pero definitivamente estos países de África no son par hacer turismo de ciudad. 

Se nos venía año nuevo y lo íbamos a celebrar en Bahis Dar, otra ciudad al lado del lago Tana, un lago muy grande con muchas familias de hipopótamos, iglesias y monasterios construidos hace cientos de años. Llegamos de noche, nos mostraron la habitación, esta demostración siempre incluye la prueba que el baño efectivamente tiene agua, entonces abren la llave del lavamanos y sueltan el inodoro y muy orgullosos lo miran a uno y sonríen. Pasó la prueba y a dormir. No sé qué me esta pasando en este paseo pero si que estoy disfrutando la sensación de empijamarme, puede ser que ya estoy con cama asegurada y ya puedo descansar tranquilo. Un punto importante de escoger hoteles es que queden algo alejados de las mezquitas para que los rezos de la madrugada no lo despierten a uno. Pues en Bahis Dar, nuestro hotel quedaba al lado de una iglesia que muy a las 6 AM pone su parlante a buen volumen con toda la locución de la misa, esto nunca me había tocado, se le copian algunas prácticas a los musulmanes.

Nos levantamos con alarma, desayunamos y nos esperaba un tour por el lago que habíamos negociado la noche anterior. En la lancha iban cuatro forengis más, dos españoles y dos holandeses. Y ahí uno empieza a conversar de viajes y de la vida. Terminaron siendo unos bacanes, los holandeses me decían que nunca en la vida me iba a arrepentir de lo que estaba haciendo en este momento, y en este punto estoy casi seguro de eso, que ellos en un momento de sus vidas lo habían hecho y fue la experiencia de sus vidas. Visitamos un par de islas, todas con sus iglesias y su respectivo cobro de 5USD para entrar a cada una. Ya todos estábamos con amplia experiencia en iglesias de la zona y no entramos a ninguna, fue más un paseo el lancha, finalmente nos llevaron a una zona de hipopótamos. Había unos 5 nadando, salían nos miraban, movían a máxima velocidad sus orejas y se volvían a sumergir, tranquilidad absoluta.

Esa noche era año nuevo (para nosotros) y ya teníamos combo para pasar nuestro 31 de diciembre. Llegamos y el hotel tenía preparada una gran fiesta para los forengis, acá esta es una fecha totalmente indiferente. Por sus diferencias en el calendario ellos lo celebran el 11 de septiembre. En el jardín tenían listas las mesas adornadas, había un DJ poniendo pura música en inglés de los 80. Y un menú muy rico para recibir el año. Nos fuimos a arreglar, para este año nuevo no daba para estrenar algo de ropa pero si para ponerme una camiseta, unos bóxers y unas medias oliendo rico y limpias, sin ninguna postura anterior. En este punto ya he repetido en varias ocasiones todas mis prendas, ya casi toca mandar todo a lavar.

Nos pedimos una botella de vino de Axum bien dulce y unas cervezas. Terminamos de comer y empezamos a poner nuestra música, Valentina y yo poníamos Joe Arroyo, Carlos Vives y reagetton pesado, con nuestras canciones los meseros se animaban y bailaban con nosotros, con las de los holandeses y españoles no había tanta emoción. Ya estábamos bien cansados pero como no estar despiertos para el año nuevo. Había un alemán loco y obsesivo que le gritaba al manager del hotel que apagara la música, que eso era un hotel y no una discoteca que iba a llamar a la policía. Muy chistoso creer que la policía en Etiopía tendría el mismo efecto que en su país contra la música de una fiesta. Increíble como muchas personas se pueden amargar por estas bobadas y se vuelvan tan cuadriculados. Llegó el año nuevo llamé a mis papás y a dormir. Otra vez se venía una alarma temprano. Desde el comienzo del viaje me impresionaba que nunca un reloj estaba cuadrado. Pues acá empiezan a contar el comienzo del día cuando sale el sol, a las 6 AM que para ellos es las 12 de la madrugada. Entonces siempre están 6 horas antes que la hora que nosotros usamos, y es bien importante dejar claro sí es "Ethiopian time" o "western time".

Sonó la alarma y nos esperaba un camino medio largo a las cascadas del Nilo azul. Para este paseo nos acompañaban los españoles, en esto planes es muy importante unirse con más personas para compartir gastos de todo tipo. La unión hace la fuerza. El viaje consiste en una camioneta 4x4 por 40 KM hasta las cascadas, el punto crítico es que muchas veces no cae ni media gota de agua. Hace unos años construyeron una hidroeléctrica y cuando está generando trasladan todo el curso del río a la represa y no cae nada de agua. Increíble como ya el humano juega con esas cosas, espichan un botón y alteran todo el ciclo del agua que llevaba miles de años en esas, muy parecido con varias represas en Colombia. Entre eso y que le llegue energía a las personas... Complicado juzgar. Llegamos y para felicidad nuestra no estaban generando energía y por ende caía agua de las cascadas. El guía nos decía "you are very lucky" y para que pero si son muy lindas e imponentes, creíamos que era un simple paseito más pero no. Caminamos hasta ellas uno se moja con el vapor o gotas de agua que salen del golpe con las piedras de abajo y es bien emocionante. Es esas cascadas hay una energía bien chévere. A la devuelta uno pasa por muchos pueblos donde la gente vende sus burros, sus productos del campo, cantinas para recoger agua, uno ve más o menos como es el tipo de vida de los locales.

Ya esa era la última parada antes de nuestro viaje a Djibouti, empacamos los backpacks y a volar a nuestro próximo destino. Este país bien chiquito que antes de este viaje nunca en mi vida había oído.

Los quiero,

CHB 

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Hola, Soy Paola de Génesis; te busque porque ayer almorcé con José y me contó que estas recorriendo el mundo y eso me emociona mucho!! Me parece increíble que te atrevas a tanto, que envidia!!!!
    Por favor agrégame a tu face, que quiero seguirte en la travesía. Un abrazo y que Dios te bendiga en esa búsqueda....

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