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Mama Chungu, Tanzania 2009

miércoles, 15 de enero de 2014

Siemen Mountains, Etiopía












Nuestro destino a las Siemens Mountains lo escogimos por charlas con otros viajeros y recomendaciones del libro. La ida era vía terrestre y duraría unas 12 horas cambiando varias veces de medio de transporte. Y en ese momento empezaba la primera experiencia de Valentina en usar el transporte público en un país africano con las características de Etiopía. La mía fue en Kenya y fue bien impactante.

El primer bus salía a las 530AM, acá la puntualidad no se da por la hora que dicen sino hasta que se llene totalmente el bus. El totalmente es literal en términos africanos. Donde hay silla para dos caben mínimo tres o cuatro y parados hasta que no quepa nadie más. El nuestro estaba casi lleno, logramos tener sillas juntas al lado de la puerta y arrancamos. Obviamente el olor característico y que es imposible de olvidar, el sudor de la zona, en varios mails lo he descrito muy juicioso, y el olor de las telas que usan para cubrirse que es bien particular y no muy agradable.

A medida que íbamos avanzando el bus se iba llenando, cambiamos de puesto para que Valentina estuviera en la ventana y yo en el pasillo para que todos los empujones fueran para mi. Esta primera carretera era totalmente destapada y después de un par de horas el coxis ya empieza a mandarle mensajes al cerebro de su incomodidad, ahí empieza uno a cambiarse de sentado para que no moleste. El hecho que sea destapado implica comer tierra y mucha. Acá uno termina con la cara, el pelo y la ropa llena de polvo después de un recorrido como estos. Por eso mismo me corté el pelo, así puedo pasar sesiones como esta y días sin bañarme sin que sea tan obvio. La dejada de bañar no es a propósito sino por condiciones que se puedan presentar en el viaje. El viaje largo en carretera es una experiencia donde uno se mueve como se tienen que mover los locales acá y ve mucho de la vida de ellos por la ventana.

El principal medio de transporte acá es caminar y largas distancias. Es bueno preguntar en tiempo cuánto es por que para ellos una caminata de 2 horas podría ser algo cerca...en estos trayectos siempre pasa que el conductor empieza a pasar bolsas plásticas para los puestos de atrás y varias y todas son para el vómito. De niños, adultos y viejos. Me imagino que no deben estar muy acostumbrados y se marean con facilidad, y en los mini buses ahí se agrega otro olor a la experiencia.

Terminamos llegando a una carretera pavimentada muy buena, nos cambiamos 4 veces de mini bus y en los últimos siempre nos íbamos en el puesto de adelante que hace que por nada del mundo a uno le metan más gente al lado y 12 horas después llegamos a Debark, el pueblo al lado de las Siemens. Llegamos muertos del hambre, mi comida del día se limitaba a 7 bananos, 2 naranjas y unas galletas. En estos paseos uno empieza a preocuparse por las necesidades básicas de un humano, comer, ir al baño y dormir....
Conseguir restaurantes en pueblos no turísticos es muy complejo por que los locales no gastan plata en eso y ni hablar de comprar un paquete de papas fritas. Tienen algo de variedad de galletas.

Nos levantamos temprano y directo a la entrada al parque nacional, cuadramos nuestro paseo.

Dos días caminando,
Un guardaespaldas (Jamer) que no habla ni media palabra de inglés y una escopeta del año de Upa que ni balas tendría
Dos porters encargados de nuestras maletas y equipaje
Una carpa
Dos colchones
Dos sleeping bags
12 litros de agua

Y empezó nuestro trek.

Una van nos subió hasta un punto y empezamos a caminar. El primer día fueron 6 horas de caminata dura y de pura subida. Llegamos a estar a 3,700 m, durante el día hace mucho sol y hace calor, por la noche todo lo contrario. En estos paseos es cuando uno se acuerda mucho de la mamá diciendo que se acuerde del bloqueador detrás de las orejas, el primer día a mi se me olvidó por completo. Durante la caminata hay muchas plantas muy parecidas a los fraelejones colombianos, tiene algo en común con uno de los paisajes del Kilimanjaro. De vez en cuando se oyen unos gritos y son de unos micos endémicos de esta zona con un pecho totalmente rosado. Muy parecidos a Rafiki del rey León. Son muy tranquilos uno les camina al lado lo miran y siguen comiendo.

Nuestra comunicación con nuestro guardaespaldas (Jamer) se limitaba a señas y a las palabras "walk" y "Ok". Jamer muy pendiente de nosotros, le llevó la maleta pequeña a Valentina. Uno se ensuciaba y cogía matas y nos limpiaba. Este parque tiene muchas montañas y la vista cuando uno va caminando es bien linda. Hay unos acantilados muy empinados y nos toco una familia de venados escalando uno de estos y cuando oían ruidos salían corriendo y saltaban como puro National Geographic.

Finalmente llegamos nos ayudaron montando la carpa y a comer. En el campamento nos prepararon una pasta y ahí empezamos a conocer a más viajeros viajando solos. Eso es un fuerte soporte para mis ánimos. Fabio, un italiano de 50 años que se conoce el mundo entero y un inglés que lleva 2 meses en Etiopía, ahí uno se pone hablar de viajes y puede hablar horas y horas y en cada sesión cambiar la percepción que habitualmente tienen de Colombia.

Empezó a anochecer y hacer mucho frío, yo me estaba sintiendo con una gripa rara. Salimos del campamento ya de noche para nuestra carpa y mi cuerpo no respondió adecuadamente, empecé a temblar como un loco del frío y nos devolvimos. No había chance que yo fuera a dormir en esa carpa con los implementos que habíamos alquilado. Estábamos a 3,700 m y la carpa parecía hecha para la playa y los sleeping bags también, alrededor de las 3 am hace un frío del demonio y en ese campamento había unas camas bien olorosas disponibles.
Paso a seguir, ir por nuestras maletas y dormir en esas camas.

Había un cielo absolutamente increíble pero por las condiciones de mi salud no estaba para mirar ningún cielo ni buscar estrellas fugaces. Llegamos a la carpa, le dijimos (con mímica) a Jamer que durmiera adentro del sleeping bag y la carpa y debió haber sido una gran noche para él. Normalmente duermen sentados con un trapo alrededor y esa es la noche de ellos allá arriba. A mucha gente acá le toca muy muy duro por ganarse unos cuantos dólares... Me metí a mi cama ya estaba con algo de fiebre mi espalda baja era la más afectada con los escalofríos, Valentina me dió unas pepas de mi botiquín y a dormir. Cuando estoy enfermo es lo más crítico de mis viajes, donde me da una casitis particular. Esa pepa me dopó y dormí bastante bien toda la noche.

Desayunamos con una vista muy buena, le regalamos una sprite a nuestros porters y yo creo que nunca habían tomado gaseosa, miraban la botella por dentro haber que tenía ese líquido que hacia sentir cosas raras en la boca que era el gas... Nos pusimos a caminar ya devuelta, serían unas 6 o 7 horas caminando. El paisaje mucho más seco y con menos animales. En esas caminatas uno tiene mucho tiempo para pensar mientras uno camina. Pasamos por unas cascadas con poca agua y finalmente llegamos, el último trayecto ya me estaba enfermando otra vez y no quería caminar mucho más. Jamer me vio bajó de ánimo y me quitó mi maleta y la botella de agua y la empezó a cargar él. Cuando finalmente llegamos un señor me dice "Mr Christian?" Y si ese soy yo. Ya nos estaba esperando el carro que nos iba a bajar del parque, para el carro y a dormir.

Tengo que confesar que a medida que los años pasan mis ánimos guerreros y de quedarme en lo más barato y viajar días enteros en bus no son tan fuertes como hace 8 años...

Nuestro próximo destino Gondar, una ciudad que fue la capital de Etiopía por un tiempo con unas iglesias y un castillo bien importantes y después Bahis Dar otra ciudad al lado de un lago muy grande.

Mis ánimos ya van muy bien, muchas gracias por esos mails de respuesta tan chéveres,

Los quiero,

CHB

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