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Mama Chungu, Tanzania 2009

jueves, 17 de julio de 2014

Trabajo, mucho trabajo detrás de cada tasa de té, Munnar-India

Me subí en el bus hacia Hospet a las 11 AM, una media hora de viaje y desde ahí podría empezar a irme al sur. Llegué, conseguí mi bus con ventanas sin vidrios hacia Bangalore, creí que iba a encontrar algo mas express pero no. Paraba en cada pueblo posible, un recorrido que debería durar 6 horas duró 10. La gente muy querida y amigable. Mucho más que en el norte de este país. Después de mucha música y paisajes llegué a Bangalore bien de noche, mi idea no era dormir ahí sino coger un bus cama para pasar la noche.

Llegué de noche, directo a la estación de buses hacia Kerala uno de los departamentos que queda en el sur de India, pregunté un par de veces sobre mi destino y los buses no salían desde esa estación. Me encontré con dos tipos más jóvenes que yo que hablaban perfecto inglés, ellos me ayudaron. Tenía que irme a la estación satélite de Bangalore, para llegar allá tenía que irme en un bus local, que casualmente ellos también tenían que usar. Yo sólo los perseguía, llegó el bus, todo el mundo corre para subirse, la ley de mas fuerte, con mi backpack y maleta adelante no soy muy ágil. Mis amigos me ayudaron y me dieron el último puesto disponible que rechacé por el fuerte olor del vecino. Llegó la hora de pagar el bus, fui a pagar, mis amigos ya habían pagado mi tiquete, hasta en India pasan estas cosas increíbles con la gente, les di las gracias y nos bajamos.

Me llevaron hasta el sitio donde salían los buses, ya eran las 11 PM, nada de buses cama, el bus que quería estaba lleno. Mis amigos se fueron, fui a buscar un hotel para dormir, se me acerca un señor, me dice que ahora mi bus tiene un puesto disponible que me están esperando. Allá fui a dar, no era cama sino semi cama. Con aire acondicionado. Tenía que descansar, estaba mamado.

Después de 10 horas, ver un par de cabras muertas colgadas de las patas en los árboles, llegué a Kerala, un estado muy rico de India que ha sido comunista por muchos años. Tiene las tasas más altas de alfabetismo y se nota. Casi todo el mundo habla inglés. Es mucho más limpio de lo normal. Los buses son coloridos, alegres, tienen loros y pájaros pintados. Averigüe y me quedaban 4 buses más.

En ese punto el cuerpo ya quiere llegar, en especial mi coxis, le manda mensajes de cansancio y dolor al cerebro para presionar, toca saber manejar esos mensajes, aunque es complicado. En uno de los buses tenía un vecino más cansado que yo, decidió usar mi hombro de almohada después de mucho cabeceo. Me quedé quieto para que durmiera. En el último bus me tocó el primer puesto con un nuevo amigo que trabaja para el grupo Tata, un conglomerado gigante de uno de los indios más ricos del mundo. El conductor un atarbán por excelencia, muy amigo de la pitada. Las calles para llegar a Munnar son muy estrechas, hay varios momentos donde el bus para totalmente y tiene que echar reversa para poder girar. Uno siente muchos sentimientos en ese trayecto, principalmente de miedo. Hubo un par de veces donde yo "frenaba" con mis piernas por reflejo. Mi mamá de vez en cuando acostumbra hacerlo conmigo... Siendo que soy el hijo que mejor maneja de mi familia.

Los últimos buses nos transportaban por paisajes muy muy lindos, muchas palmeras, todo muy verde, zonas abiertas con niños jugando cricket, rios con señores lavando a sus búfalos, mucha vida desde la ventana del bus. Cuando no miraba por la ventana charlaba con mi vecino. Su matrimonio fue un matrimonio de amor, no arreglado por sus papás. Lo único es que su esposa era de una casta inferior y su papá casi no la acepta... Tienen un niño que nace con la casta del papá.

A medida que el bus subía la montaña, el calor empezaba a bajar, mi botella de agua de empieza a "inflar" por la diferencia en la presión y empieza aparecer una cantidad bien importante de diferentes tonalidades de verdes. En nuestros "road trips" familiares mi mamá siempre se fijaba en los verdes en la carretera, mi papá, hermanas y yo nos burlábamos de ella...muy feo. Ahora entiendo perfectamente a que se refería, fijarse en cosas importantes de la vida, ahora también lo disfruto. Estábamos llegando a la zona de los cultivos de té más grande del sur de la India. Montañas llenas de cultivos, árboles con sus inquilinos cantadores y aire puro.

Después de 30 horas de viaje y varias banderas rojas comunistas llegamos, me despedí de mi amigo. Encontré un hotel muy bueno, mi ducha y mi cuarto tenían una buena vista a los cultivos, las sábanas un poco sucias pero para eso cargó las mías, pero baño privado y agua caliente, puro lujo, lujos que uno se puede dar gracias a los buenos precios de este país.

El clima es mucho más frío que donde estaba, estamos a 1500 m, clima cafetero colombiano. Yo estaba oliendo a mico, mucha sudoración sin baño y mucho bus. Esa es ropa que ya no puedo volver a usar hasta lavarla. Prendí mi ducha con calentador a gas que "respiraba" dentro del baño. Tenían un letrero diciendo "una ducha larga de agua caliente causaría sofocación..." Mi ducha se redujo muchas canciones debido al anuncio.

Me comí algo rápido y a dormir, a las  8PM ya estaba dormido. No me vuelvo a meter estas sesiones tan largas de bus por respeto a mi cuerpo y salud mental. Ya había prometido eso en África hace unos años después de 55 horas en buses y mírenme, 30 horas en India...

Me levanto temprano, está amaneciendo, los pájaros ya están despiertos, abro mi cortina, los cultivos de té al frente, neblina sobre el campo que a medida que salía el sol iba desapareciendo. Desayune un buen par de huevos con el tradicional chai, normalmente como la comida tradicional pero para el desayuno si me gusta algo conocido. Me fui a dar una vuelta por el pueblo.

Estaba con ganas de charlarle a alguien, vi una turista caminando sola, me le acerqué y ahí conocí a Penélope. Canadiense, 24 años, enfermera, lleva 1 año viajando por 3 países, se queda semanas en pueblos como este. Charlamos un rato y me devolví a mi hotel. Me puse mis zapatos, era hora de caminar por los campos de té.

Le pregunto a la gente del hotel, estaba el papá y la hija. La hija me dice que si voy me ponen problema, el papá me dice "no le haga caso, entre y en últimas se devuelve". Así fue me fui caminando hacia los cultivos. Entré por un portón abierto y empecé a caminar. Muy buena la caminada, el paisaje lo influencia a uno a seguir caminando. Caminé bastante, llegué a una esquina de la montaña, veo a unas 20 personas trabajando en los cultivos, si o si allá tenía que ir a saludarlas.

Caminé hasta que llegué, todas mujeres, mujeres sonrientes, con muy buena energía, su tercer ojo, le podía ver los anillos de los dedos de los pies ya que estaban descalzas,  hasta ellas sabían un poquito de inglés. Me sonreían, se reían con ganas, les mostraba las fotos que les tomaba, sacaban una risa nerviosa, llamaban a las amigas para que vieran sus fotos, muy muy tiernas. Mientras ellas se reían las demás cortaban las hojas frescas y recién nacidas de la parte de arriba de las matas de té con un par de tijeras gigantes, el sonido de este proceso me gustó, algunas le ponían ritmo y todo a sus tijeras. El ritmo se oía constantemente. Si yo fuera cortador de té también cortaría las hojas con buen ritmo, así como ellas.

Yo crecí en una finca cafetera, de chiquito me gustaba ir a coger granos de café cuando había cosecha, siempre me iba a los árboles más tupidos "robándole" la cogida a los trabajadores, que ganaban un fijo más un variable dependiendo del peso recogido (igual que acá), los trabajadores no me decían nada, después mi papá me dijo que tenía que pegarme a mi fila asignada, no sólo me podía ir a los más tupidos...

Me quedé por lo menos una hora, recorriendo la montaña, cada una me saludaba, me sonreía. Que cantidad de trabajo humano tan tremendo detrás de cada té que uno se toma, ahora cuando tomo té pienso en las señoras. Después de la cortada meten las hojas frescas en un costal y para la cabeza. Ese costal lleno pesa mucho, traté de alzar uno con mi cabeza y fracasé en el intento, las señoras se me burlaban. Me despedí de mano, de las que estaban cerca al camino. Una me dijo "you are welcome".

Había oído la palabra manager antes por parte de las señoras, se ponían como nerviosas cuando hablaban del tema, yo me había cruzado con un "jefe" que verificaba que trabajaran, muy buena gente conmigo. Seguí caminando y había un tipo de mi edad de camisa y botas de caucho. Yo bien sonriente, este bacán, más mal mirado imposible, lo primero que me dice "what are you doing here" yo le respondo, "walking".

Me dice "esto es propiedad privada, leave immediately", qué tal el bacán, gente amargada que pretenden amargarle la vida a uno... Yo le sonreí y seguí mi camino. Durante mi camino de salida el manager me tenía que ver por un buen tiempo ya que tenía que darle la vuelta a la montaña, varias veces me despedía con mi mano meneandola de un lado a otro, mi amigas dejaban de cortar su té y se despedían de vuelta. El bacán del "manager" nunca se despidió. El único con botas en el campamento, ninguna de sus empleadas las usa. El más "educado" según el mundo occidental y a su vez amargado. Me quedo con el "your welcome" de las señoras, eso hizo mi tarde.

Después de un buen rato volví al pueblo, hora de comer algo, estaba bien hambriento, entro al restaurante y ahí estaba sentada Penélope con su sonrisa y sus dientes manchados de tanto té. Me senté con ella y comimos deliciosa comida del sur de India con nuestra respectiva mano derecha. La acompañé hacer vueltas, ella a mi a comprar un par de cervezas a la tienda oficial que es toda una experiencia. Durante la larga fila para comprar mis cervezas tuve la barriga del señor de atrás todo el tiempo tocándome la cola, les gusta el contacto humano, estábamos bien apretaditos haciendo esa cola.

Me despedí de la mano de Penélope, no creo que la vuelva a ver. Me fui a mi hotel a escribir. En esas recibo un mensaje de una escocesa que había conocido los días del Safari. La persona que tenía a mi lado derecho cuando vi el tigre. Me cuenta que también está en Kerala, la llamo, le propongo que alquilemos un bote casa, un plan que tenía en mente más al sur. Le parece buen plan. Ya tenía compañera. Quedamos en encontrarnos al día siguiente en un el pueblo, los dos nos quedamos sin crédito en el celular, ya que cobran roaming si  uno usa su celular en un estado diferente del que compró la SIM...

Pregunto que a cuánto queda el pueblo donde nos íbamos a encontrar, me dicen que a seis horas u media en bus, me parece muy muy cerca, acá la percepción de distancias se tergiversa por las distancias de este país, seis horas acá es como a la vuelta de la esquina. Los franceses de Humpi me habían recomendado ir a una finca de especies por acá, aunque por ser "colombian" seguro ya lo había visto todo, eso era lo que me faltaba por las montañas.

Me levanté rumbo a la finca de las especies, alquilé un rickshaw que durante las bajadas apagaba el motor para ahorrar gasolina. Cuando la apagaba, bajábamos en neutro, nada de ruido sólo naturaleza. Acá la intensidad de pitadas es mucho menor al norte.

Llegamos a la finca, ahí empezó un viaje para un sentido en específico, el olfato. Mi guía me hacía oler absolutamente todo, muy diferentes mezclas de olores, todos de origen natural. El recuerdo de los olores es algo que el cerebro guarda muy muy bien.

Había un árbol muy grande, tenía abandonados a los árboles, me quité mis sandalias, puse mis manos sobre el tronco, cerré los ojos y me conecté, se siente muy muy rico. El guía me miraba bien raro.

En mi tour mientras los insectos cantaban y los loros volaban vi el árbol/planta de:

Clavos
Café,
Anturios,
Mango,
Papaya,
Cocos,
Cacao,
Maracuya,
Mata de la insulina,
Árbol de canela (su tronco es el que huele a canela, sabroso, un perfume natural para él)
Fresa,
Guayaba,
Caucho, (cuando uno lo corta empieza a "sangrar" un líquido blanco que es el caucho)
Tamarindo,
Pimienta, (que es una enredadera)
Dormidera,
Rosas,
Aloe vera,
Piña,
Maranja,
Cardamomo,
Corindar spice,
Lemon grass (el olor de este pasto pudo haber sido de mis favoritos)
Menta del chicle (huele exacto al sabor de Chiclets adams, me impresionó)
Hena para pintar

Efectivamente conocía gran parte de estas plantas por el hecho de ser colombiano, los franceses tenían toda la razón.

Había buena cantidad de mosquitos, yo me consideraba un experto matando mosquitos en África y en Colombia pero acá fracaso, vuelan más rápido, son más ágiles... Me picaron un par, le di la mano al guía y devuelta al hotel, tenía que empacar para encontrarme con la escocesa en el sur para buscar nuestro bote casa.

Llegué a la estación, todos los trabajadores bien uniformados, con buen inglés y muy pendientes de mi. Se preocuparon por que me subiera en el bus que era. Muy puntualmentea las 11:40 am mi bus salió rumbo a Allepey,

Los quiero

CHB




























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