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Mama Chungu, Tanzania 2009

domingo, 25 de mayo de 2014

Atardeceres muy aplaudidos en las islas griegas, Grecia





































Después de mi vuelo de una hora con las azafatas más lindas de Europa aterrizamos, una de ellas dice "Bienvenidos a Atenas". Si señores estaba en tierra griega por primera vez.

Grecia tierra de:

Origen del mundo occidental, muchas de sus palabras, filosofía
Toda su mitología
Hércules, Cupido, Zeus, Afrodita
El Partenón
Alejandro Magno
6,000 islas
Baños con papel higiénico
Mujeres sin tapar, muestran su pelo, piercings, usan escotes, pantalonetas, faldas shorts. (sí que me gusta ver a las mujeres así)
Gente querida, sonriente y colaboradora

Con este país el listado es infinito...

Población: 12 millones

PIB per cápita antes de la crisis: 28,000 USD
PIB per cápita después de la crisis, 22,000 USD (Comparado a los 580 USD de Uganda implica un costo mayor de vida, de viaje y de todo)

Moneda oficial: Euro

Porcentaje de personas que sonríen cuando uno sonríe: 88%

Mujeres que están tapadas: 0,000001%

Mujeres que me parecen atractivas: 83%

Distancia caminable con backpack en la espalda para ahorrarse un taxi de 25 Euros: 3 Km (esto no pasa en los otros países ya viajados en este paseo)

Personas que se visten igual que yo: 95% (Por eso no frecuento mucho estos países) últimas cifras calculadas por mi.

Primera migración del viaje que era medianamente seria, es increíble uno como colombiano la parte de migración en Estados Unidos y Europa lo pone nervioso... Ni media pregunta, sello en el pasaporte y siga. Tenía en mente ir a buscar un hostal en el centro de Atenas, casualmente había wifi gratis en el aeropuerto, me meto, tengo una respuesta positiva de un couch surfer. Cambio de planes, ya no iba a un hostal sino a la casa de Stavros, tenía que llegar después de las 8PM, eran las 11 AM. Dejé mi maleta en un locker y me fui a turistear. Obviamente todo está en griego con las letras griegas que use intensamente en mis matemáticas colegiales y cálculos universitarios. Raro ver esas letras en todas partes. (En las placas no porque son parte de la Unión Europea y no todos las entenderían)

A la salida varios taxis amarillos, alguno de ellos Mercedes que en esta ocasión pienso y espero no tener que usar, el taxi al centro me hubiera costado 60 Euros... Lo bueno es que hay muy buenos sistemas de transporte público. En el brochure de bienvenida de Grecia, dicen que tienen todo tipo de transporte, incluyendo máquinas del tiempo que lo llevan a uno miles de años atrás. Desde el brochure de turismo uno empieza a entender mas o menos a los griegos, su gran forma de ser. Me fui buscando el metro, el trayecto en el metro al centro costó 8 Euros y todo el chequeo funciona con la confianza a uno. No hay policías chequeando que uno pase el tiquete, no hay rejas, hay un punto donde uno valida su tiquete y sigue. Obviamente uno piensa que se podría ir en el metro sin pagar... No sé porqué nuestra cabeza funciona así.

El metro salió a la hora exacta que decía, ni un minuto tarde, la gente muy amigable, muchas mujeres mostrando su pelo, piel y mucha, parejas de novios cogidos de la mano, dándose besos con lengua, no sé si un mes en Egipto me hizo apreciar eso mucho más. Es algo que valoro mucho de mi país, que se pongan lo que quieran, que usen escotes, ombligueras, mini faldas, lo que se les venga en gana y que los novios puedan demostrar su afecto abiertamente . Después de un buen tiempo salí de una de las estaciones de metro más centrales. Las salidas del metro en las ciudades europeas me gustan, me acuerdo perfecto cuando salí por primera vez del metro de París y Londres a sus calles. Ahora era el turno de Atenas. Salgo en la salida hay un vendedor de frutas, las frutas de acá son perfectas. Los bananos ecuatorianos no pueden tener un amarillo más vivo, ni una mancha negra, los tomates brillan, las naranjas tienen su rama verde de pura propaganda, es bien particular, tienen las mejores frutas de todo el mundo.

Apenas uno sale, miro a la derecha hacia arriba, tiene el Partenón ahí en la cima. La famosa construcción de Atenas con la que asociaba este país ahí en la montaña y yo mirándola. El clima estaba mucho más rico, nada de usar saco, cielo azul y aviones dejando su huella de humo blanca a medida que vuelan. Me fui caminando hasta el Partenón, primero toca entrar al Acropolis (significa cima de la ciudad), una vez adentro en la cima está el Partenón que fue el templo religioso hace 2,400 años, a lo largo del tiempo también fue mezquita, iglesia y ahora es patrimonio arqueológico.

Fui subiendo, desde ese punto se ve toda la ciudad, tiene una vista bien linda, casi todas las casas blancas que se ve una uniformidad, están en proceso de restauración del Partenón, actualmente se ven buenas columnas, pero no está muy bien conservado, no sé sí me mal acostumbré al buen estado de los monumentos en Egipto... Había muchos turistas de mi edad pero con otro perfil. Los backpackers y viajeros que uno conoce por estos países, generalmente, son totalmente diferentes a los que me encuentro el Etiopía, Nepal, Myanmar y países similares, me quedo toda la vida con los backpackers de los países en desarrollo. Imagínense un año de mis crónicas en Europa, me quedo sin lectores y sin plata a los dos mails... Me conoceré Europa cuando tenga 60 o más años.

Salí del acrópolis, seguí caminando hasta que llegué al parlamento, en ese momento estaban haciendo el cambio de guardia. Me llamó mucho la atención la vestimenta de los guardias, tenían una falda medio corta, medias veladas color crema, un implemento en la cabeza que yo lo vería como una peluca, unos zapatos con un adorno muy de muñeca, una escopeta larga y grande. Eso sería lo único que me daría miedo de esa guardia... De resto no me inspira mucho de seguridad, nunca había visto una guardia gubernamental con esta pinta, seguro tiene mucho de historia y tradición...Esperé al atardecer y ahora rumbo a la casa de Stavros.

Fui por mis maletas al locker, me bajé en la estación de metro más cercana, me monté en el bus 325, a la octava parada me tenía que bajar. Acá mucha gente habla muy buen inglés con un fuerte acento griego que le da un toque de alegría al inglés. En el bus conocí a Katy, una canadiense de la vecindad que me llevó de la mano hasta la puerta de la dirección que tenía de mi couch surfer, mientras caminábamos ningún carro nos pitó, cosa con la que llevaba 3 meses. Hay muchos árboles con hojas verdes, algunos cítricos con unas frutas anaranjadas muy parecidas a las naranjas que no saben rico. Me emocioné con la idea de salir a la calle por las mañanas, coger una naranja de uno de esos árboles y comérmela, en esta ocasión no fue...las calles llenas de carros pequeños parqueados uno al frente del otro sin dejar nada de espacio, (hay casos donde el del carro que queda trancando el otro le deja anotado el celular por sí sale antes que lo llame y él mueve el carro). Esos detalles me gustan, habla mucho de la forma de ser de los griegos. Todos los edificios del barrio con balcones y muchos. Es un país lleno de balcones por todas partes.

Eran las 7:50 PM, Stavros todavía no había llegado del trabajo. Me despedí, le di las gracias a Katy, me senté en la entrada y me puse a esperar. Hay muchas motos, el 20% de los conductores usan casco, el resto no, se ve gente paseando sus perros, en Egipto y países musulmanes pasa muy poco... Me quedé viendo pasar gente hasta que llegó Stavros. Ese primer encuentro es raro, uno lo ha visto en una foto de la página de cs (couch surfing) pero nada más, uno va a dormir en su casa en menos de 3 horas....

Subimos al cuarto piso en un ascensor donde casi no cabemos por mi backpack, me hizo la introducción de su casa, su cuarto, una cocina, un baño, otro cuarto donde está el computador con un sofá, ese sofá sería mi cama y un balcón que no puede faltar. El apartamento tendría unos 30 metros cuadrados. Él lo describía en la página de Couchsurfing como pequeño y acogedor y lo es. Casi todo los muebles los ha hecho él y está muy orgulloso de eso. Una vez me hizo el tour de la casa, sacó un jarro con agua y regó sus matas en el balcón. Que una persona se preocupe por regar las matas todos los días habla bien de ella.

Stavros nació en Lesbos hace 35 años, una de las muchas islas griegas de donde viene el nombre de lesbiana, actualmente es un destino muy conocido para parejas de lesbianas para pasar sus vacaciones. Él era profesor antes de la crisis, cuando la economía de cayó, los sueldos se los bajaron a un tercio de lo que eran y se cambió de sector. También me contaba que los trancones disminuyeron mucho, gracias a que la gente tuvo que vender sus carros y se los llevaban a países vecinos...

Stavros tenía planes de ir a cine esa noche, yo no puedo ir a cine después de las 8PM porque me quedo dormido, le agradecí la invitación. Me dio mi juego de llaves de su casa hablamos un rato y se fue. Tenía casa en Atenas, confianza absoluta, eso es de las cosas que me gusta mucho de couch surfing. Estaba bien cansado y a dormir.

Al día siguiente Stavros sale a las 10 AM para el trabajo en su bicicleta, puede llegar a las hora que quiera siempre y cuando se quede mínimo 8 horas trabajando. Yo optaría por llegar muy tempreno y salir temprano... Tenía otro día de turismo por Atenas organizado por Stavros. Compré unos ricos quesos, jamones, un pan integral y un tomate en el mercado, los pagué, los metí en una bolsa yo mismo (nada de empaquetadores por estos lares) y fui a donde la niña de los quesos para que me prestara un cuchillo para hacer mi sandcuhe. Al lado tenía una señora bien amargada que me dice, "No tiene otro sitio para hacer su sanduche, eso no es "polite" le digo que no tengo cuchillo, que por eso le estoy pidiendo el favor a la de los quesos. Gente que se amarga la vida por pendejadas y quisieran amargar a los demás también.

Se fue, le pregunté a la de los quesos esos sí eso era grosero, se rió, me dijo que no era muy común pero no grosero y la muy bacana me fue preparando todo mi sanduche. Lavó el tomate, lo cortó en pedazos, abrió el pan, me regaló salsa de tomate del almacén, cortó los jamones, quesos, me hizo un delicioso sanduche de gran tamaño. Había gente esperando pero todos tranquilos esperando que la única que atendía le hiciera el sanduche al turística. Le doy las gracias en griego, ella y los de la fila se ríen de mi pronunciación, me voy con mi almuerzo listo.

Mi primera parada el museo del Akroplolis, un museo muy bien montado, donde explican muy detalladamente el Partenón y mucho del tiempo de construcción del mismo. Uno entra, el piso es de vidrio que hace que uno puede ver abajo, la primera vez que me tocó eso fue en Toronto (CN Tower) y es algo asustador. Acá uno veía las ruinas abajo, sí miraba para arriba venía a las personas del último piso caminando encima de uno. Me gusta que se preocupen por hacer que el turista tenga experiencias diferentes, a mi esa me gustó mucho.

Los baños, como casi todos en Grecia con papel higiénico adentro, llevo tres meses sin ver papel higiénico en un baño.... , muchas esculturas totalmente blancas que en ese entonces tenían mucho color, igual que las egipcias. Dato que no tenía en mente. Yo me imaginaba todo blanco sin colores. Mis esculturas favoritas del museo, los caballos, parecen riéndonse, hay varios.

En el último piso hay una simulación de lo que era el Partenón, tristemente muchas de las esculturas no están acá sino en el British Museum en Londres. Allá si las vi pero desde mi punto de vista deberían estar acá. Cuando hablaba eso con Stavros me decía que en este momento el gobierno griego no le podía pedir nada de ese estilo a Inglaterra por la cantidad de plata que le debe. Algunos piensan que al estar en el British Museum, la gente que visita Londres se emociona y le dan ganas de viajar a Grecia. Esto me parece una buena forma de siempre verle el lado positivo a lo que no es, un poco muy positivo.

En muchos países de Europa es más barato hacer sus propios cigarrillos que comprarlos ya armados, entonces uno va caminando y ve a mucha gente lamiendo la papeleta del cigarrillo, yo siempre asociaba esa lamida con un porro de marihuana pero acá no siempre, es más por economía...

Por la noche devuelta a la casa de Stavros, el olor de los metros es algo que tengo muy presente, casualmente muchos que conozco tienen un olor muy muy similar, olor externo de los vagones, mientras uno está en la estación ya que el olor interno si varía exagerado entre país y país y sus respectivas tasas y frecuencias de uso de desodorante.

Mis otros días en Atenas fueron muy muy tranquilos, duchas muy largas con muy buena vista, la ducha tiene una ventana que da a la vecindad, se ven las montañas los otros edificios, mi ducha cuando tenga mi casa debería tener una vista, si que disfruto las duchas con vista. Días de caminar, ver la ciudad, entrar a las iglesias, acá, igual que en Rusia las personas entran a las iglesias, dan una donación, prenden unas velas y después le dan besos a los cuadros religiosos... Por las noches siempre llegaba con buena cantidad de cervezas, nos poníamos a charlar con Stavros tomándonos nuestras cervezas. Stavros me contó que la religión ortodoxa griega es muy similar a la rusa.

Era viernes, Stavros me invitó a tomarme unas cervezas a donde un amigo de él, nos fuimos caminando con profundas conversaciones de lo que es la religión para nosotros, muy interesantes, con bastante frío, por las noches no hay ni media nube y se enfría bastante, poca estrella vi esa noche en Atenas. El amigo buena gente, tenía varias mascotas entre estas ranas amazónicas, yo estaba bien emocionado, me dejó alimentarlas con grillos vivos, par de cervezas, tipo 2 AM caminamos devuelta y a dormir.

Al día siguiente se me venía un Ferry hacia Santorini, me tenía que levantar a las 5:30 AM... Me despedí de Stavros, le di las gracias por la hospedada, le devolví las llaves y listos. Estaba en un punto del viaje algo cansado y necesitaba relajación isleña o como lo llamaría una gran amiga laboral, estas serían las vacaciones de mis vacaciones...

Sonó ese despertador 3 horas después de haberme dormido, los ojos los tenía inflamados y todo, sacrifiqué la ducha con vista para dormir un poco mas, dormí más de la cuenta. Salí corriendo para coger el bus, después metro y finalmente caminar al Ferry. Salí de la casa a las 6:30 a esa hora la ciudad muerta, las frecuencias de los buses bien baja, a tal punto que no llegaba nada, me fui en taxi hasta la estación de metro. Nada más rico que no tener que negociar un taxi, precio fijo, con un taxímetro y no lo que al taxista le de por cobrarle al turista, en Egipto era todos los días el mismo cuento, que la propina, que tiene que cambiar el aceite, cambiar las llantas y demás cuentos...

El Ferry sí que es un barco grande, yo impresionado con mi crucero en el Nilo y sería una canoa comparado a esto. El barco abre sus compuertas como sí fuera una boca gigante y cientos de carros empiezan a entrar, no sólo carros, camiones, motos, carga y muchas personas. También hay un pasabordo, azafatos en la entrada, escaleras eléctricas y varias. Yo parecía todo un montañero tomándome fotos todo el tiempo. Nunca había estado en un Ferry de estos tamaños, en Chile una vez me tocó uno pero nada comparado con esto. Es el barco más grande en el que estado. Tiene restaurantes, zona ejecutiva, zona económica de la que yo era parte, varios baños limpios y con papel, zonas al aire libre con una bandera de Grecia bien grande, me gusta esta bandera y se ve mejor moviéndose con el aire del Mar y un par de islas griegas al fondo.

Tenía mucho cansancio acumulado, me senté en una silla tipo avión, caí por un buen par de horas. El recorrido total fueron 8 horas. Me desperté, el mar muy tranquilo, ni media nube, me fui a la zona al aire libre. El Ferry va parando de isla en isla dejando y recogiendo gente, como un avión de Satena haciendo ruta en el Chocó. Al tener tantas islas el país entero está diseñado para que la movida e interacción entre las islas y tierra firme sea muy práctica. Me senté con todas las intenciones de ponerme a escribir, mi vecina de mesa tenía algo de acné, no tenía ningún problema con espicharse todos sus granos, en frente de un pequeño espejo que tenía, estuve sentado ahí unos 15 minutos y su sesión duró mucho mas que eso.

Ya era el momento de conocer gente en el barco. Al frente mío había 3 personas con un termo de agua caliente y un mate en el centro. Sí o sí tendrían que ser suramericanos, me les acerqué, los saludé y efectivamente eran argentinos, todos de mi edad. Me senté con ellos, ahí conocí mi parche para Santorini. Cada vez aprendo más léxico argentino, ese acento me gusta. Tengo muy buena conexión con casi todos los latinos, la conversa fluye mucho, tenemos varias cosas en común. Mientras hablábamos el barco seguía avanzando por el mar Egeo e iba dejando una huella muy muy larga, como que a los aviones y a los barcos les gusta dejar huella después de su paso en esta zona del mundo. Íbamos pasando por más islas, muchas de ellas con molinos, casas blancas, techos azules, lo que uno se imagina de las famosas islas griegas es muy real.

Llegamos a la isla, desde el barco se ven unos acantilados muy verdes, con construcciones blancas, unas color curuba, techos azules, el mar de esta zona es particularmente aguamarina con diferentes colores que hace que uno se sienta en toda una isla paradisíaca. Yo tenía un hostal visto, los argentinos fueron a uno al lado mío. En mi hostal ni medio turista, yo era el único en mi dormitorio de 8 camas. Estas islas son exageradamente turísticas en los meses de verano, durante los otros meses todo cierra. Lo había oído pero me parecía un poco exagerado pero no. TODO cierra. Me puse a caminar por la zona de mi hostal que quedaba cerca a una playa de piedras pequeñas y algo oscuras, todo cerrado, los restaurantes, bares, hoteles y hostales. Muchas en proceso de embellecimiento para el verano. Los sueldos son bien buenos en temporada, cuando no hay temporada quedan "desempleados" y reciben un subsidio del gobierno durante esos meses. Nada mal.

Resulta que todos los años pintan todo de blanco y azul para la llegada del verano y sus turistas. Yo llegué en el momento que la isla se está arreglando para dar su mejor cara, me gusta esta temporada, no me imagino esto con miles de turistas...

A los argentinos no les llamó mucho la idea de alquilar motos para recorrer la isla, era algo que yo sí tenía que hacer, hice mis averiguaciones, todo relativamente fácil. Fui al sitio de alquiler, quería una moto, la más sencilla de todas, que ni siquiera necesita cambios. Me piden mi licencia de conducción, me parece raro, normalmente para alquilar una moto en mis países por excelencia de viaje a nadie le interesa sí uno tiene o no tiene licencia, pero a veces se me olvida que estoy en Grecia. Por las restricciones de mi licencia sólo podía alquilar una cuatrimoto... Acá si no tengo el pase para manejar moto no me dan la moto... Después de mucha petición no logré nada, terminé a bordo de una cuatrimoto. No me podía quejar.

Empezó el paseo, en el sitio de alquiler me dijeron que era obligatorio el uso del casco, yo siempre hago caso a todo lo que me dicen, sobre todo sí me lo dice mi mamá (como echarme bloqueador todos los días de mi paseo) y me puse mi casco. Salí a dar una primera vuelta, nadie más tenía casco puesto. Me devolví, le dije al griego que no entendía porqué era el único de la isla con un casco, me dijo que la policía no molestaría que me lo podía quitar, así fue. Ahora sí empezó el paseo de verdad.

Me pongo mi iPod, música brasileña de fondo, cielo despejado, isla griega, viento en mi cara constantemente sin casco, hora de recorrerla. Estaba bien emocionado. Tanquear la moto por mi cuenta sin ayuda de un señor de la bomba, poco personal atendiendo este tipo de servicios que en Colombia es bien común. Estaba listo para arrancar. Era domingo temprano, en mi zona todavía vive gente que tiene su vida normal antes que llegara tanto turismo, muchos estaban en camino a la iglesia. Las viejitas con su mejor pinta, como en cualquier pueblo colombiano un domingo, caminando hacia la iglesia, charlando entre ellas, muchas con unos ramos de matas entre las manos, mientras esto pasa, las campanas de la iglesia empiezan a sonar, las viejitas le ponen velocidad a sus piernas rumbo a la iglesia, bien chévere.

Seguí mi camino, es un plan muy muy rico, delicioso tener a la novia atrás de uno abrazándolo pero en este caso no fue. Mi novia del momento ya no estaba conmigo hace un par de días... Es una isla bien grande, mucho más grande que San Andres, tiene varios pueblos, unos más lindos que otros.  Son pueblos minúsculos, pero bien lindos. Uno de ellos se llama Fira, que es la capital. Gran parte del pueblo está construido sobre un acantilado con una vista a un volcán y al mar. El acantilado es bien empinado, mientras uno se aproxima en la moto lo empieza a ver, cultivos de uvas a los lados, otra gente sin casco en sus motos y yo en las islas griegas en mi moto.

Voy a quedar muy mal acostumbrado y cambiado después de este viaje, después de vivir todo esto que estoy viviendo. Tengo una foto bien corporativa en mi iPod, se la muestro a mucha gente, todos coinciden, incluyéndome que mejor mi estado actual, veo la foto y me veo bien cambiado, no sólo físicamente.

Llegué a Fira, me puse a caminar, calles pequeñas, un leve olor a popó de burro, usan mucho a los burros para subir las 600 escaleras que lo llevan a uno al mar. Todo blanco, algo de azul, una vista espectacular, respiraba profundo, asimilaba donde estaba parado y me daban escalofríos, estaba parado en Santorini con mi moto esperándome, recorriendo la isla a la velocidad que yo quería, paraba cuando quisiera, libertad total. Entré a un restaurante para almorzar, me pedí un Gyro, me senté a comer solo, al lado mío había otra turista sentada sola. Cuando eso pasa, probabilidad que uno termine hablando con el otro viajero solo: 95%.

Empiezan las miradas, a cualquier medio sonreída empieza la conversa, siempre con un "Where are you from". Ahí conocí a una gringa de Oklahoma que esa noche se iba devuelta para su casa, si no tenía novia que me abrazara por lo menos podía tener a una nueva amiga que montara en moto conmigo. La invité, nos fuimos a pasear en la isla en mi moto. Ella llevaba 4 días acá entonces ya tenía sitios favoritos a los que me llevó. Uno de los destinos la playa roja de Santorini, se subió, prefirió abrazarme a mi en vez de la silla de la moto, los dos sin casco y su pelo mono moviéndose bastante por el viento. Yo tenía mi chaqueta puesta, ella estaba congelada, paramos, le presté mi saco boliviano y seguimos. Concluimos que las despedidas de encuentros tan cortos dan tan duro porque cada persona está dando lo mejor de uno y está en su mejor estado, estado viajero.

Nos fuimos caminando a la playa roja, el agua del mar es totalmente transparente, casi todas las piedras rojas, con una montaña del mismo material rojo atrás, garzas volando, cantando, unas 4 personas más en la playa. Me gustó mucho con este número de personas, en temporada hay cientos... Nos quedamos algo de tiempo y ya era hora de llevarla a su hotel para que saliera al aeropuerto, nos despedimos, yo seguí mi camino a donde dicen que es el atardecer más lindo del mundo... Los países con sus cosas MÁS del mundo...

Llegué en mi moto a Ia, otros de los lindos y blancos pueblos de la isla, después de recorrer unos buenos kilómetros con muy buena actitud, parando bastante, más de lo normal, tomando fotos. Tenía una cita con el sol para verlo caer en uno de los miradores de Ia, en el camino hacia al mirador, había un buen número de flores amarillas con sus respectivas abejas volando al rededor muy tranquilos. Pablo Neruda se preguntaba que "Cuántas abejas tiene el día" y me parece una gran pregunta. Caio me decía que Neruda me quedaba en pañales por lo poeta que estoy estos días...

Uno empieza a caminar por las pequeñas calles, con el mar aguamarina a un lado y al otro muchas casas tradicionales con un par de molinos bien grandes, los famosos molinos de las islas griegas. Los tenía encima mío, actualmente no funcionan, en su tiempo los usaban para subir agua del mar (el agua dulce de la isla es agua salada que le extraen la sal y aún así tiene su leve sabor salado) y para moler el trigo.

Las puertas hacia las propiedades privadas no son más altas de un metro, todo impecable y lindo. Me encantaría haber visto esto antes de que fuera turístico, los niños jugando en las calles, la vecina pidiendo azúcar que se le acabó, las puertas y ventanas de las casas abiertas y no cerradas...(como en Cartagena que en estos días pocas puertas de la ciudad vieja están abiertas... Impactos negativos del turismo). Después de una buena y relajante caminada llegué al mirador.

No era el único que tenía cita con el sol, había muchos más invitados, más de los que me imaginaba, casi todos chinos. Me sentía en una isla en Honk Kong, muchos turistas tomando muchas fotos como sí fuera el último día que pudieran tomar fotos en sus vidas, comentaban, hablaban duro... Me gusta ver los atardeceres en sitios un poco más tranquilos. A lado mío tenía una pareja de argentinos buena gente, con lo que charlé mientras el sol bajaba. A medida que iba bajando la luz se iba poniendo más anaranjada, después roja, alumbra las casas blancas que en ese punto se ven naranjas hasta que se crea el efecto que el sol está tocando el mar y se empieza a ocultar bajo el mar.

En ese momento es donde uno se da cuenta que el sol se mueve más rápido de lo que uno cree, en menos de unos 10 minutos el sol se oculta totalmente acá para empezar a alumbrar al otro lado del planeta, queda sólo un pedacito, todo el mundo mirándolo, se oculta del todo y empieza que aplaudida tan tremenda. Aplausos, chiflidos, gritos de varios turistas (de la aplaudida no participé, aunque para esta ocasión si fue un gran atardecer digno de aplauso para mis compañeros chinos, yo lo aprecio de otra manera), nunca me había tocado un atardecer de este estilo con tanto festejo.

Una gente empieza a gritar con mucha emoción, miro hacia donde están los grito y veo billetes volando. Euros volando. Mi cabeza no procesaba eso, me sentía en Todo por la plata, un programa de mi infancia donde metían a personas en una cabina donde volaban billetes de verdad, estos euros también eran de verdad. Un chino (muy emocionado/ con una enfermedad terminal/ problemas mentales / multimillonario / recién comprometido... las hipótesis con mis amigos argentinos fueron infinitas) le dio por tirar al cielo muchos billetes de 20, 50 y 100 Euros. Más de 50 billetes volaban por los cielos, como en la discoteca en Kenya, sólo que acá la gente si los cogía y se los metía a los bolsillos. El viento estaba en mi contra, a mi no me tocó ni medio. 20 euros literal caídos del cielo no me habrían caído nada mal. El señor billetudo se fue, todo el mundo en conmoción, decían que eran de verdad, los miraban con esos ojos bien iluminados.

Me fui caminando hacia mi moto, ahora todo muy bien iluminado con luces amarillas, conocí a un par de colombianos muy queridos en su luna de miel, el señor estaba preocupado por mi, que estuviera sólo, cuando nos despedimos me dice muy tierno, por lo menos lo entretuvimos un poco... Se deben imaginar que me da muy duro viajar solo... Me monté en mi moto, hacía bastante frío y para mi hostal. El cielo estaba bien despejado, en un momento vi una luz en el cielo como sí fuera un avión, había sido una estrella fugaz dejando sombra iluminada. Ese tipo de estrellas fugaces sólo me había tocado en camino a Ciudad Perdida en la Sierra Nevada de Santa Marta, uno de mis sitios preferidos del mundo. Parquee la moto mirando al cielo, estaba haciendo mucho frío que no dio para quedarme bien rato y por ende para ver más estrellas fugaces...

En los siguientes días me caminé algunas partes de la isla, conocí a otra argentina viajando sola con la que me fui en una caminata de unas 4 horas de Fira a Ia. Gran caminata, mucho viento a tal punto que las cuerdas de la energía sonaban como instrumentos de cuerda cuando venteaba. Fuimos al mismo mirador para que ella viera el atardecer. Llegamos allá, nos compramos un par de cervezas, quesos, jamones, pistachos, gomas ricas, nos sentamos por un buen tiempo con nuestro pic nic, en esas conocí a una española que según ella lo que le gustaba de viajar era "tener contacto con gente pobre" ... particular respuesta.

Esa tarde había mucha nube. El sol no hizo su show como días pasados, no recibió aplausos ni mucho menos billetes volando... Esa fue mi despedida de Santorini, tenía que empezar a viajar hacia Turquía parando en diferentes islas.

El siguiente Ferry que me servía iba rumbo a Rhodos, un Ferry de 16 horas hacia esta nueva isla que ni sabía que existía para poder volver a Turquía,

Los quiero,

CHB

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