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Mama Chungu, Tanzania 2009

lunes, 12 de mayo de 2014

Globos, templos, lluvia y clases de árabe en Luxor, Egipto‏

































Mi bus salía a las 8 AM rumbo a Luxor, llegué temprano a la estación, me senté, tenía que esperar una hora. Al rato llega una señora extranjera de unos 70 años, se sienta en la mesa de al lado mío. La miré, le pregunté que si iba para Luxor, le ofrecí de mi desayuno (huevo duro y pan). Efectivamente iba para Luxor, no se emocionó con mi desayuno, pero se sentó en mi mesa y nos presentamos con un fuerte saludo de mano por parte de ella. Ahí conocí a Tonja.

Tonja, una belga con unos ojos azules bien grandes, con esposo y dos hijos. Fue profesora en Bélgica, cuando se pensionó, estaba preocupada con el estado de su cerebro si no hacía nada para ejercitarlo. Pasos a seguir aprender un nuevo idioma, el ganador fue el árabe. Se metió a clases con un profesor egipcio donde también empezó a aprender del islam, de Egipto y así se empezó a enamorar de este país.

Nos pusimos a charlar, le gusta venir todos los años a Egipto sola sin su marido. Dice que el esposo no sabe árabe, ella viene es a practicarlo y no a traducirlo. Se mueve como pez en el agua en este país, el beneficio de ser mujer es que tiene contacto con todos los hombres y las mujeres así hablen o no hablen inglés y viajando eso hace una diferencia total. Yo sólo tengo acceso a los hombres que hablen inglés. Se aprendió el Corán de memoria y charla de la vida con el que se le pase por al frente. Me contaba con un entusiasmo que una vez que se subió a un taxi en El Cairo, empezó hablar del Corán con el taxista, el taxista se emocionó que ella hablará árabe, supiera del islam y empezó a cantarle partes del Corán en pleno trancón lleno de pitos de esa caótica ciudad. Desde qué una persona disfrute ese tipo de momentos me tiene que caer bien. Tuvimos una conexión muy buena con ella.

Sabe mucho de religión (no es religiosa), cultura y de viajes. Me cuenta de sus viajes a Yemen y el mundo hace 50 años, mil historias bien interesantes. Pongan a dos personas viajando solas a hablar y nunca se acaba el tema...Tonja fue mi profesora de los números en árabe, ya los sé decir y escribir. El sentimiento de entender algo de árabe es bien interesante, a uno como que se las cosas le empiezan hablar, las placas de los carros, los precios de las frutas en los mercados ya no son simples pinturas sino algo que el cerebro de uno comprende y retiene. Llegó la hora de embarcarnos, me pide el favor que le mire el número de su silla para no sacar sus gafas de leer y teníamos puestos separados. Antes de arrancar nos tocó un episodio de puños entre el chofer del bus y otro personaje, que no es nada raro, acá son bien alborotados y reaccionan agresivamente muchas veces.

Bus viajando solo, buena música (de mi iPod) con un paisaje totalmente desértico, me hace falta ver algún árbol de vez en cuando. Hay un par de montañas también arenosas y nada más. Arena por todas partes, monotonía total en el paisaje. De vez en cuando se mete un poste de luz pero nada más. Tuvimos un receso para comernos algo y para seguir charlando, en esas emergencia estomacal. Tip viajero, llevar SIEMPRE papel higiénico con uno, a todas partes. Salí corriendo a la letrina y empiezo a oír unos pitos de un bus. No me imaginé que fuera del mío.

Salgo después de un rato y ya no hay bus. El bus se había ido sin mi y con mi backpack, mucho peor que el sentimiento que cuando a uno lo dejaba el bus del colegio... En esas veo un bus más adelante parado y Tonja parada mirando hacia la tienda. Gracias a Tonja no me quedé sin maleta, corrí hacia el bus, la gente sonriendo y Tonja preocupada por mi... Tan linda. Ahora si nos fuimos juntos ella en el puesto de al lado mío. Hablamos por horas de todo tipo de temas, es una señora con una mente totalmente abierta, dice que el beneficio de las religiones es que les da algo de esperanza a las personas que no tienen nada, que tienen de qué apegarse... Me dice que al día siguiente iba a ir a un pueblo cercano a visitar una fundación, un templo y que iba a averiguar si había disponibilidad para que yo fuera.

Finalmente llegamos a Luxor, desde la entrada uno empieza a ver excavaciones y templos gigantes en la mitad de la ciudad. Ya estaba en la famosa capital del antiguo Egipto por muchos siglos. Tonja tenía su taxi esperándola y yo mis piernas listas para caminar hasta mi hotel. Por la recesión de turistas muchos hoteles han quebrado. Me puse a caminar y varios egipcios detrás mío. Que el hotel, que el carruaje, que el hotel al que voy es a 15km, muchos dicen cualquier mentira para que uno les haga caso...es algo intenso con lo que uno tiene que lidiar. Después de un tiempo y de 30 encuentros con personas interesadas en mi plata llegué a mi hotel.

Tenía un cuarto muy limpio, tres camas, baño privado con una ducha bien caliente con mucha presión. Puse buena música y me bañé bien bien largo. Mi tarea de la tarde era cuadrar mi volada en globo al día siguiente. Me gustan mucho ese tipo de tareas, lo cuadré, después de cuadrado me di cuenta en en mi hotel me querían cobrar 3 veces el precio que terminé pagando por la volada...Esa noche había un show de luces en el templo de Karnak inaugurado hace 5,000 años, uno de los templos más importantes del antiguo Egipto. Dicen que este es el templo más grande hecho en el mundo, lo mismo dicen de Angkor Wat en Cambodia y para mi es más grande Angkor. Después de las pirámides de Giza es el sitio con más visitas en Egipto.

Me fui caminando, ya era de noche, en plena ciudad queda el templo de Luxor, un templo muy importante e imponente que visitaría más adelante. Llegué a Karnak, un templo que se demoraron construyendo 2,000 años. Estaba todo muy bien iluminado. Los tamaños y dimensiones de estos templos es algo que me tiene realmente impresionado. Son unas alturas bien importantes, construidas hace miles de años y cada pared, escultura, obelisco, columna, techo, tienen todo tallado a la perfección, dibujos, jeroglíficos, escenas de la vida del faraón que lo mandó a construir. Este templo tiene 136 columnas de 10 y 20 metros de altura con un diámetro de 3 metros cada una, obeliscos, varias paredes decoradas y un lago sagrado.

Cada pared parece una historieta contado alguna historia, casi siempre el faraón del momento victorioso, matando a sus enemigos, rindíendole pleitesía a los diferentes dioses y lo mejor de todo es que eran coloridos. Antes de llegar acá creía que las paredes y jeroglíficos eran color piedra o amarillos pero no. Hay templos donde todavía conservan algo de color y es toda una obra de arte colorida, con colores vivos, alegres que dan un sentimiento de impresión total (colorido que actualmente no se ve en la vestimenta de los egipcios de hoy en día) La religión de ellos era bien alegre, sin nada de miedos, además durante los primeros imperios no tenían ningún tipo de guerra por el aislamiento en el que estaban, desierto a lado y lado y el mar Mediterráneo en el norte...

El antiguo Egipto tuvo 30 dinastías en 3 imperios. Cada faraón (significa casa grande) era, en teoría, hijo del dios Orus, eso les daba su toque divino. Cada faraón construía templos muy imponentes, como esté, para alabar a los dioses y mostrar su poder. Además tenía el mensaje de los dioses de saber cuando el Nilo se iba a desbordar. (No era el mensaje de los dioses sino que eran excelentes astrónomos y por las estrellas sabían en qué periodo del año se venía la inundación) Eso los hacia poderosos.

El río Nilo y sus desbordamientos fue lo que hizo posible esta cantidad de años de historia. En esta zona no hay lluvia, sin el Nilo no serían nada. Además cada año tenían este desbordamiento que les daba agua y abono natural más que suficiente para poder cultivar y vivir felizmente. En periodos de inundación trabajaban haciendo templos, esculturas etc, en el tiempo restante a cultivar y a producir.

Si yo hubiera nacido en esas fechas, veo estos templos y gracias a mi faraón todos los años tengo inundaciones que me dan de comer, sería el religioso más ortodoxo de todos.

Seguí caminando por el templo, en la entrada hay varias esfinges de corderos con Ramses II tallado en cada una, cada esfinge tiene su cola y sus dedos de león muy bien hechas. La exactitud y perfección de casa obra egipcia es impresionante. La iluminación de noche muy buena pero el show de luces bien regular. Lo importante era verlo de noche. El show duró como una hora, pocos pocos turistas y a dormir. Tenía que estar listo a las 5AM para mi volada en globo.

El despertador no sonó, mi hotel tiene un par de mezquitas al lado, es casi imposible estar en Egipto y no tener mezquitas cerca, me despertó el primer rezo. Me levanté preocupado de haberme quedado dormido y eran las 4:50 AM perfecto para alistarme, de algo sirve tener mezquitas cerca...pasaron por mi muy puntuales y para el globo que quedaba al otro lado del Nilo. Llegamos al Nilo, ya se oían los pajaritos cantando, teníamos que pasar al lado oeste del Nilo, el lado donde se "moría" el sol todas las noches, donde quedan todas las tumbas de los faraones y antiguos egipcios. Ahí era nuestro vuelo.

En la lancha ya están todos los otros pasajeros, el piloto nos da una explicación de seguridad del vuelo, planes a seguir y había un par de argentinos preocupados por que no entendían nada de inglés. Ahí conocí a Walter y a Liliana, fui su traductor oficial durante todo el viaje del globo.

Llegamos al punto de despegue, estaban los globos ahí desinflados como una bomba sin inflar sobre el piso. Son muy grandes, me emociona verlos. Mi compañera de montada en globo por excelencia es Lina Quijano, les veces que había montado en globo en Myanmar y Turquía había sido con ella, esta vez no... Estábamos esperando visto bueno de la autoridad de aviación para inflar los globos y poder volar, la visibilidad estaba bien regular.

Hay momentos de expectativa por si cancelan el vuelo por condiciones climáticas, la gente preocupada porque se iban al día siguiente de Luxor, yo en ese punto no sabía si me quedaba 1, 6 o más días, si no podía volar hoy volaría al siguiente día. Nada de preocupaciones, me encanta tener tiempo y mucho...sale el piloto sonriente, tenemos visto bueno, podemos volar.

En ese momento prenden los ventiladores gigantes para inflar el globo, la volada en globo es una experiencia que me encanta, no es solo volar sino, oír, oler y sentir todo lo asociado. Tengo el sonido de los ventiladores muy grabados en mi cabeza y sobre todo el del fuego que usan para calentar el aire para que se empiece a elevar. Una vez está lleno empiezan a prender ese fuego, el aire se empieza a calentar. El globo se empieza a elevar como la emoción de uno. Nos dan visto bueno para que nos subamos a la canasta, todos nos montamos y empezamos a volar.

Es un sentimiento único, que me gusta mucho. El globo se empieza a elevar con el sonido del fuego, uno siente la cabeza caliente y a volar se dijo. Es una paz absoluta, los pájaros le vuela a uno al lado, mientras no hay fuego, hay silencio absoluto y uno volando. Liliana decía con su acento argentino, "Que fantástico, que suavecito" y tiene toda la razón. Esa es la palabra para describir el vuelo en globo, suavecito. Uno está en el aire dejándose llevar por vientos de poca velocidad, suspendido en el aire. Había otros dos globos volando con nosotros. Desde el globo uno ve el valle de los reyes (donde están las tumbas de muchos faraones), templos de todo tipo y tamaños, cultivos de caña de azúcar, señores con sus turbantes montados en sus pequeños burros, el Nilo con su lenta corriente de agua. Qué más le puede pedir uno a la vida. Es una delicia total, el globo sube muy alto, entra un poco de nervios de estar tan alto en una canasta pegada a una bomba grande... Después baja hasta un punto que podemos tocar las puntas de la caña de azúcar, así se le pasa el tiempo a uno. Aterrizamos muy fácil, acá nada de champaña ni de festejos, como en los otros países, (acá es realmente económico la volada en globo), me despedí de mi combo argentino y para el hotel.

Tenía que prepararme para el paseo con Tonja, a las 10 AM teníamos una cita en un hotel muy elegante de Luxor, me fui caminando después de mi jugo de naranja recién exprimido mañanero para el encuentro. Nos saludamos con un Salamalekum (hola el árabe), le muestro mi avance con mis números árabes, me hace unas correcciones y arrancamos hacia Tod. Tod es el pueblo donde se cree que llegó la canasta de Moisés por el Nilo. En el bus estaban 4 belgas más, belgas muy interesantes. En este paseo he tenido mucho contacto con belgas y me caen bien, quiero ir a su país. Había dos compañeros de clase de árabe de Tonja en Bélgica, y otros dos que viven acá hace 5 años. Una pareja de esposos que trabajaban día y noche en Bélgica, tenían unos sueldos muy buenos, pero calidad de vida nula.

Un día, esta pareja de esposos, estaban en un paseo en su carro, tuvieron un accidente terrible, la señora estuvo  en coma muchos días, casi se mueren, ese episodio los hace pensar sobre lo que están haciendo con su vida y deciden hacer un cambio de vida. Venden todo en Bélgica, se vienen a Luxor, montan una fundación para ayudar a los niños que tienen problemas en el colegio. La señora sabe mucho de estrellas, cuando hay turistas los lleva al desierto para que aprendan un poco de estas, cambiaron una vida de mucha plata y estrés por pura calidad de vida y mucha menos plata. Se me van cruzando unas personas que le aportan tanto a la vida de uno y lo hacen pensar tantas cosas...

Me mostraron todo el proyecto, hay un dibujo de la sirenita, acá no puede tener bikini entonces tiene un vestido de baño bien largo, todos los libros que de la biblioteca tienen que tener la aprobación de la religión. Harry Potter casi no pasa la prueba por lo que la magia en el islam no es una opción. En este proyecto hacen cosas bien lindas y con mucho aporte a la comunidad.

Al lado quedaba un templo egipcio y fuimos todos. Hay un experto en jeroglíficos, otra en historia egipcia, ellos felices explicándome y enseñándome sobre los egipcios, en este templo, puro aprendizaje en campo. Cada jeroglífico tiene mucho significado y en ese punto a uno las paredes empiezan a hablar. Estuvimos como una hora mientras ellos me contaban diferentes significados, qué mejor forma de empezar mi viaje en Luxor con estos expertos egipcios. Almorzamos y devuelta a Luxor.

Días antes me había contactado, Daniella, una periodista de la revista Semana (mi plan de los domingos en Colombia apenas me levanto es leer esa revista sí mi papá no la tiene escondida), que quería hacerme unas preguntas de mi viaje para ver la posibilidad de hacer un artículo de colombianos que hubieran renunciado a sus vidas para irse a viajar. Logramos charlar por un buen tiempo, con varias interrupciones por la mala comunicación que teníamos, espero que salga algo interesante de esta conversación, me emocionaba la idea, vamos a ver qué tal el resultado final.

La caminada al lado del Nilo en Luxor es bien rica por la vista, por las tardes se ven manadas de patos volando sincronizadamente hacia el norte, lo único es que cada 2 metros uno tiene un vendedor de, carroza, canoa, marihuana, toures, mercados y todos a venderle a uno, a hablarle interesadamente. No entienden que uno no quiere nada y caminan con uno por metros ofreciéndole cada vez más cosas. Nunca me había tocado tanta gente y tan insistente detrás de uno, eso hacía que evitara caminar cerca al Nilo, me fuera a calles no turísticas donde uno se encuentra con el Egipto y los egipcios de verdad. El turismo tiene un impacto negativo muy fuerte y es este, como las personas se transforman y lo ven a uno como una bolsa de plata, entre más puedan exprimirlo a uno mejor, con el agravante que acá tenían muchos turistas y ya no...por las noches tengo sesiones de horas de oír a Diana Uribe hablando de la historia Egipcia. En Bogotá no había chance que tuviera 2 horas diarias para sentarme a oír una grabación de historia de un país sin tener mil cosas en la cabeza...acá sí.

Cuadré un tour para visitar el Valle de los Reyes y otros templos al día siguiente. En ese tipo de toures uno termina conociendo a mucha gente en las mismas que uno, pero acá por las situación actual, poco bacpacker, bajas probabilidades de conocer a alguien. Me recogieron, había un húngaro buena gente y para los templos. El guía tenía la uña del aseo (bien conocida en Colombia). La uña del dedo chiquito mucho más larga que las demás para temas varios de su higiene personal. El guía contaba un poco de historia, datos interesantes de la historia de Egipto hasta que llegamos al famoso Valle. Este sitio fue el cementerio de los faraones cuando Tebas (ahora Luxor) era la capital de los egipcios. El oeste por lo que lo asociaban con la muerte del sol.

Dicen que los faraones cambiaron su técnica de tumbas de pirámides a estas "cuevas" para evitar saqueos, una pirámide es demasiado obvia para cualquier persona, mostrando que hay muchos tesoros en su interior. Una cueva en la mitad de un valle no. Ahí estaba yo parado, donde los faraones eran enterrados con todos sus tesoros, su momia y pertenencias. Entramos, no había más de 20 turistas y todas las tumbas para nosotros. Esta debe ser el mejor momento para estar acá parado, mi libro de Egipto dice que esto siempre estaba llenísimo, que no le cabía ni medio turista, en estos días NADIE, las tumbas solo para uno. Acá aplica la teoría de mayor riesgo = mayor retorno, a la perfección.

Entré a la tumba de Ramses IX, nunca me las había imaginado así. Es un pasadizo bien ancho lleno de color, colores vivos tallados en las paredes de piedra. Una cantidad inimaginable de jeroglíficos y dibujos. Son tumbas muy alegres, cada pared contando las victorias del faraón, dioses con el faraón, estrellas en el techo, todo lleno de color. Color original de hace 3,000 años. Eso es lo que no me cabe en la cabeza que esto siga así de conservado. Por las condiciones climáticas de este país es factible que todo esté así de bien. Ya en el cuarto principal se ven el libro del día y de la noche (explican el significado del día y la noche), todo muy bien pintado y explicado como un cómic, en las paredes el libro de la muerte, que son los pasos que tienen que seguir el muerto para pasar a la siguiente vida, todo muy detallado y da para quedarse horas en cada tumba. Había cuartos para guardar sus instrumentos musicales, mesas, sillas y tesoros. En esta tumba el sarcófago todavía está ahí puesto y es bien imponente.

Entramos a otras tumbas, algunas muy parecidas otras no. No recomendaban entrar a la tumba de Tutankamun por lo que es pequeña, no muy importante y tocaba pagar un tiquete extra. Yo tenía que entrar a esa tumba, en cuarto de primaria fue de lo que hablamos por mucho tiempo. Obviamente compré mi tiquete, entré y me gustó. Ponerle color y dimensión real a un mapa que tenía en mente es bien chévere. Es la más pequeña de todas, tiene muy bien color y la momia en muy mal estado en su tumba, lo mejor de todo es que no había nadie ahí. La momia de Tutankamun, su tumba y yo. Me quedé un buen rato ahí y seguimos.

El tour siguió en una tienda de regalos, la intención del guía es que compráramos mucho ya que el se lleva una buena comisión, para el guía era más importante pasar tiempo en la tienda de regalos que en los sitios históricos... Eso le da plata extra, por lo de la guianza ya había recibido su plata...

Fuimos después al templo de Hatshepsup, la única mujer faraón. Después a Medina Habu y cada templo impresiona más que el anterior. Sus colores, columnas, esculturas. Este de Habu fue de mis templos favoritos, los tallados son muy profundos, coloridos y perfectos. En la entrada se ve a Ramses III en su caballo matando a varios nubios y asiáticos. Son tan precisas las ilustraciones que uno puede identificar de donde son los enemigos, impresionante. El guía en este punto ya nos afanaba, que el tiempo se había acabado que nos fuéramos ya... Acá presionan bastante por lo que ellos quieran. Paramos en otro templo y el conductor de la van nos pitaba para apurarnos... Quién se creen...obviamente al final pasan un sobré para las propinas, acá no creen que exista una relación entre el servicio recibido y la propina que uno da... Por lo menos conmigo si es así.

Tuve tarde de relajación por el Nilo, fuimos a tomar jugo de fresa con Tonja para seguir aprendiendo de este increíble país.  Caminamos hasta media noche por el Souq de Luxor. Sitio donde hay muchos vendedores de todo tipo. No saben como se le abren los ojos al carnicero, vendedor de tomates, palomas, huevos, narguilas cuando esta señora de 70 años, mona, de grandes ojos azules les empieza a hablar en árabe. Sonríen impresionados por el logro de Tanja, a mi también me deja muy impresionado. Paso muy rico con esta señora, tiene la mejor energía del mundo y siempre sonríe. En un momento me dice "Christian es muy extraño pero siento que lo conozco hace mucho tiempo, que podemos hablar por horas".

El siguiente día iba para el museo de la momificación, donde explican todo el proceso de la momificación, se demoraban entre 40 a 70 días momificando un cuerpo. No sólo momificaban humanos, también un número importante de micos, cocodrilos y perros. Siguiente parada el museo de Luxor.

En la entrada tienen bastante pasto verde, (no muy común en este país) verde de verdad con un señor roseándolo. Parecido al pasto colombiano con el mismo olor. Creo que nunca había sido tan feliz con el olor del pasto. A mi normalmente me gusta pero no tanto, llevaba 3 meses sin olerlo.

El museo sólo para mi, con unas esculturas de unos tamaños impresionantes y perfectas. Todo lo que hacían estos egipcios era perfecto, tenían una pasión por la excelencia. no sé qué tan impuesta, pero logran impresionar a muchos humanos con su trabajo 4,000 años después de haberlo hecho. Poder ver la gente viviendo en ese entonces es algo que me encantaría y me imagino mucho.

Ahora se me venía el templo de Karnak, el mismo templo que había visto de noche el primer día. Iba caminando muy tranquilo por el Nilo, pasa un señor de corbata muy decente, me pide un sorbo del agua de mi botella, toma un poco, me la devuelve, me da las gracias y sigue. Muy particular, acá por lo general se comparten todo, comida, ropa, todo lo que tengan, supongo que fue por eso... Llegué al templo, si de noche se ve imponente de día ni hablar, ahora los colores se ven, uno logra ver lo gigante que es y todo el terreno que eso implica.

Por la mañana Ros, una británica joven de unos 60 años (a los 64 y 60 todavía se es muy joven) que había conocido en el globo me había escrito para que hiciéramos algo juntos. Nos íbamos a encontrar en este templo, a las 4PM nos encontramos. Por esos días ella estaba con mil problemas en Londres, vino en busca de tranquilidad, después de esa tarde fui identificando que aparte de tranquilidad también quería compañía sexual. Por parte mía definitivamente no iba a ser...

Paseamos un rato, fuimos a conocer unos sitios que ella había visitado hace 30 años, entre esos el Winter Palace, el hotel donde se quedaba la realeza cuando venía, que hoy en día los precios son regalados, cada 10 metros me tomaba una foto, la cámara de Ros quedó por lo menos con unas 40 fotos de este turista colombiano...al día siguiente yo iba otra vez para el lado oeste en una moto y la invité. Se emocionó y quedamos de vernos a las 8:00am al frente del ferry para cruzar al otro lado.

Por la noche fui a comer con Tanja, la belga. Caminamos mucho por el Souq, me llevó a una exposición de arte de un amigo de ella, como raro hablamos por horas y paramos a tomarnos un par de limonadas. Esa señora es muy detallista y disfruta muchas cosas que yo disfruto. Me acuerda mucho a mi profesora de geografía en el colegio, Jill Bottomley, que me inspiraba mucho a viajar. Ya esa era la última vez que la iba a ver, por lo menos en este viaje, nos despedimos en árabe con su acostumbrada fuerte cogida de mano, le regalé mi pulsera de Colombia, se montó en un bus y se fue. Acá los buses no tienen letreros (mucha gente no sabe leer) cuando uno pide uno hace la señal con la mano de la dirección que quiere ir. Así se sabe si es el bus de uno o no... Muchos tampoco prenden las luces de noche, dicen que para ahorrar gasolina...

En este viaje algo muy positivo le pasa a mi cuerpo, al no tener nada en la cabeza pendiente o estresante hace que disfrute mucho más las cosas. Los sabores, olores, sonidos, todo. Esto tiene que ser muy beneficioso para la salud de uno, física y mental. Tengo buen tiempo para dedicarle a cada cosa a la vez, comer sólo sin hablar con nadie, sólo enfocarme en mi comida.  Me di cuenta que hacer pipí produce muchos sentimientos que me gustan, traten de no pensar en nada más mientras hacen pipí y verán.

Llegué 10 minutos tarde a mi cita con la inglesa, por que mi ducha duró un par de canciones más de lo esperado. Cruzamos el río en el ferry y ahí nos estaba esperando la moto. El chofer, Ros y yo. Ros vio eso y sentía que estaba viviendo toda una aventura. Obviamente nada de cascos, puro viento en nuestras caras y Ros decía duro "Este es mi mejor día en Egipto, gracias Christian por invitarme" era pura adrenalina y riesgo para ella, tierna. Fuimos al valle de los reyes a ver otras tumbas que me faltaban, ningún turista igual que la vez pasada. Le pregunté por la lluvia al conductor de la moto y me dijo que él no ha visto llover más de 5 veces en sus 30 años de vida.

Fuimos a las Tumbas de los nobles, que las paredes, coloridas y perfectamente conservadas, muestran más la vida de los mortales pescando, cultivando, trabajando y no tanto de los faraones como en los otros templos y tumbas. En una de las tumbas me acosté y me quedé mirando el techo un buen tiempo, nadie más adentro.

Nos devolvimos al lado este del Nilo nos despedimos del todo, me fui al templo de Luxor, que queda en la mitad de la ciudad con sus imponentes columnas, escultoras y obelisco. Deberían ser dos en la entrada pero el otro está en la plaza de la Concordia en París. Se han llevado obeliscos muy importantes para París, Roma, Estambul y Nueva York. (Ya los he visto en su respectiva cuidad, pero me faltaba ver el origen de ellos).

Seguí caminando, en varios templos hay mucha destrucción por parte de los cristianos cuando llegaron, les dio por borrar muchas de las paredes y ponerles pinturas de ellos...me senté en un sitio y una mamá egipcia me pide que me tome una foto con sus hijos, así fue. Me dieron después semillas de girasol y té. Dentro del templo... Todas las cáscaras de las semillas y lo que sobraba de té lo tiraban al piso, y relajados... Fui al baño oficial del templo, estaba cerrado con seguro, con un egipcio con las llaves en la mano, que tenía que pagar 1 USD para que lo abriera, esas cosas no me gustan, que se aprovechen de esa manera. Le dije que quería hablar con el manager del sitio para ver las tarifas de los baños, eran puras ganas tumbarlo a uno de este vivo... Finalmente me abrió sin tener que pagar nada.

Anocheció, prenden las luces, que crean un ambiente muy bueno y a mirar como sale la luna. Era hora de dormir y descansar. Me fui en una carroza con un caballo bien cuidado y gordo que me dejó a dos cuadras del hotel.

Estaba llegando al hotel ya caminando, empezó a tronar, la gente impresionada, sacaban la cabeza por la ventana, salían a la calle a mirar. Los truenos muy lindos y todo el mundo (incluyéndome) mirándolos como si fuera pólvora. Empiezan a caer gotas, eso en Luxor es muy muy raro. Gracias a que no hay lluvia es que todo se ha conservado tan bien por miles de años... Las gotas empiezan a caer con más intensidad, los niños salen de sus casas, empiezan a gritar y a mirar al cielo. Bailan y juegan bajo la lluvia. Abren la boca, miran hacia arriba para tomar agua lluvia,(a mi también me gustaba hacer eso) salen las señoras tapadas con un vaso en la mano para lograr tener algo de agua lluvia. Pasan menos de 15 minutos, la lluvia se fue y todo el mundo emocionado que llovió. Pasan menos de 10 minutos y suena mi celular, es el chofer de la moto de esa mañana. Dice que yo traje la lluvia que yo la llamé, que gracias, que ahora me va a recordar como el "rainy man". Este mundo, su gente y sus creencias...yo traer la lluvia, interesante.

Se me viene ahora un desestresante crucero por el Nilo por 4 días.

Los quiero,

CHB

2 comentarios:

  1. Gracias por compartir esta experiencia. Para muchos como a mi, es bastante inspirador. Estoy de acuerdo contigo, el estrés de un día lleno de trabajo no deja que te detengas un instante y aprecies las cosas pequeñas, esas que por lo menos yo logro darme cuenta cuando estoy en vacaciones.

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